El 'Renacer' de Pedro Sobrado

«Artista minimalista que sabe identificar aquello que realmente necesitamos y ver y despojarnos de todo lo demás, lo podemos definir con las palabras menos es más». Así lo presenta Antonio Castillo, responsable de la galería Espacio Garcilaso, que ha programado esta primera exposición a la vista de que la pandemia va remitiendo. «Es el renacer esperado», señala sobre el artista cántabro que en plena pandemia recibió el homenaje del Gobierno regional con una exposición antológica itinerante que recorrió buena parte de Cantabria. Y es que el veterano artista cuenta más de medio siglo de profusa actividad expositiva. Más que antológica, el proyecto se abordó como un trayecto que profundiza en el conocimiento de las etapas más significativas de un artista que ha tenido en París, Madrid, Santander y Torrelavega su geografía plástica.

Pocos pintores hay tan incombustibles en el panorama artístico, que han sabido adaptarse a cada época contando con el favor del público. Para Castillo, en estos momentos la sociedad necesita reinventarse y, por eso, pensó que era el momento de contemplar el camino de las creaciones artísticas de Sobrado durante la pandemia.

Además de artista minimalista, Pedro Sobrado atesora otro componente importante: el naturalismo, su comunión vital con la naturaleza marca de forma importante sus obras. A partir de estas dos premisas, minimalismo y naturalismo, Sobrado propone un viaje artístico para que repensemos nuestra vuelta a la normalidad.

La trayectoria de Pedro Sobrado puede definirse como coherente y diversa, limpia y compleja, delicada y siempre pendiente de la mirada del espectador. Vitalidad y dinamismo tejen su trabajo. Su trayectoria deambula del retrato al cartel, del mural cerámico a sus decenas de exposiciones individuales y colectivas, refleja la importancia del dibujo, el lenguaje del color, la huella de Matisse, la espacialidad plana... Y esas miradas sobre el espectáculo urbano; los interiores, bodegones siempre intimistas; los colectivos de trabajadores, el costumbrismo y las miradas existenciales se abrazan en uno de los artistas más populares que ha dado la fértil historia de la pintura en Cantabria. Hay varias etapas diferenciadas en su trayectoria. El periodo parisino de los años 60, donde el artista vive su consolidación como pintor jugando con interiores y obras abstractas y conviviendo con pintores de vanguardia. La segunda etapa está marcada por su regreso a Madrid en los años 70/80 y el inicio de la Movida, que marca claramente el estilo de su pintura.

Y en la última, su etapa más reciente, Sobrado asentado ya en Cantabria defiende una obra que marca un naturalismo sencillo, lineal, de formas, y ensalza la figura de la mujer como eje central de su obra creativa. Precisamente, las mujeres son el centro de la exposición que este viernes presenta en Torrelavega.

Es la quinta vez que Pedro Sobrado expone en esta joven sala. Lo hizo hace dos años con 'Reflejos de Cantabria' y, anteriormente, con 'Nuestros amigos los animales', 'Blanco y Negro' y 'Sentido y realidad'.