'Réquiem' llega a Santander: «Aparezco en pelotas al final del show»

Como no podía ser de otra forma, 'Réquiem', aunque mucho más teatral que anteriores espectáculos, será un show canalla, de discurso lenguaraz, pero con un alto porcentaje de nostalgia que Suso tendrá que ir gestionando como pueda. «Estrenamos con 21 días completamente llenos en Alicante, con el público en pie gritando 'no te vayas'. Se me saltaban las lágrimas... Hay que actuar, no puedes tener tantas emociones porque sino es agotador. Es una sensación triste y maravillosa. No hay ninguna droga que cubra lo que es el amor y el trasvase de energía entre público y actores».

Esta sinfonía final supone volver a trasladarse a aquellos antiguos lugares que han dado forma al delirante y deslenguado universo de los Horrores: al divertido manicomio, al viejo y perdido cementerio o al salvaje y sensual cabaret maldito y aquellas bacanales que tan bien acogió un público con ganas de fiesta después de haber superado una pandemia.

Aunque 'Réquiem' esté concebido como el show de despedida de los escenarios de Suso Silva, tendrá, como todos los espectáculos de la compañía, ejercicios circenses, música, monólogos improvisados, preguntas incómodas y una terapia soez, gamberra y divertida. No puede ser de otra manera, es su esencia y la clave del éxito para llevar 17 años agotando entradas. «Esta es mi última parodia, mi última representación… y es que me voy lleno por dentro y desnudo por fuera», señala el actor.

Para Silva un payaso no es el que lleva un uniforme de colores, zapatos grandes y nariz roja -con esos tenía «pesadillas» de pequeño-, sino un personaje de cara limpia y traje negro, como se presentará al público que se acerque a los Campos de Sport de El Sardinero para disfrutar de 'Réquiem'. Claro que después se meterá en la piel de 'los otros', no tan limpios ni tan poéticos.

El actor aparecerá en su oscuro y viejo desván, sentado ante una máquina de escribir. En el discurrir de esas ideas que se van convirtiendo en palabras escritas, va dando forma a los fantasmas del Circo de los Horrores, a las creaciones inacabadas que van cobrando vida transformándose en sus grandes alter ego, como Nosferatu, padre de todas las bestias del averno; el rey del Manicomio, degenerado y ocurrente; o Lucifer, el diablo más golfo y gamberro, que comercia con las almas de los mortales a cambio de fama, dinero, sexo y poder.

Todos y cada uno de ellos tendrán un hueco especial en 'Réquiem' para poder despedirse como se merecen de su historia. Además, en esta ocasión Suso no estará solo, habrá otros emblemáticos personajes que han formado parte de la historia de los Horrores.

-¿Qué va a pasar después de 'Réquiem'?

«No tengo 20 años. Escribir, dirigir, actuar y producir es una locura y necesito parar. Pero seguiré escribiendo y Horrores parirá nuevos shows. Cada vez hay más público, sería estúpido cerrar una empresa que funciona tan bien y con un público tan cojonudo».

-¿Seguro que ya tiene en mente el próximo espectáculo?

«Crearé una feria de los horrores. Parte del show estará fuera de la carpa. Habrá gente rara, mal querida. Será como un parque de atracciones americano con casetas, con mucho color, un payaso, una vida y luz muy familiar, pero entonces se va la luz y aquello que era bonito ya no lo es. El payaso, la melodía... Os voy a transportar a otro mundo, a una feria terrible, vais a correr».

Las entradas para 'Réquiem: sinfonía final' ya están a la venta a través de su página web. Tienen un precio de entre 30 y 70 euros dependiendo de la zona y aunque no existe ningún tipo de restricción de edad para asistir a las funciones, la compañía recomienda que los asistentes tengan al menos 16 años por el tipo de humor y lenguaje del espectáculo.