'Réquiem' por Suso Silva en el Sardinero

Es difícil gestionar las emociones encima de un escenario cuando se junta una despedida con un aplauso sincero y agradecido de un público fiel que te ha seguido durante 20 años. En esa lucha se encuentra Suso Silva, creador del Circo de los Horrores, que estrena esta noche en Santander 'Réquiem: sinfonía final', su último espectaculo como maestro de ceremonias. La compañía, que ha ofrecido un pase gráfico esta mañana a los medios de comunicación, estará hasta el 15 de octubre en la carpa instalada en el aparcamiento de los Campos de Sport de El Sardinero.

Su nuevo espectáculo es una oda teatral al Circo de los Horrores, a todos los shows que ha estrenado desde su creación. Un reloj antiguo, que marca la una y siete minutos (por la oscuridad que reina en la carpa probablemente sea de madrugada), preside el viejo desván en el que Silva ha dado vida a todos los personajes que han salido de su perturbada imaginación, como Nosferatu, padre de todas las bestias del averno; el rey del Manicomio, degenerado y ocurrente; o Lucifer, el diablo más golfo y gamberro.

En esta sinfonía final no faltan los ingredientes habituales de los Horrores, como el humor, el discurso lenguaraz, la música en directo, los números circenses y ese toque de inquietud que provocan todos sus espectáculos. Solo que en 'Requiem' hay un punto nostálgico, como si el reloj que preside la sala avisara de que ha llegado la hora de bajar del escenario. Por suerte, el metrónomo controla sus pulsaciones. «Lo llevo mal, es un manantial de emociones. Es triste, duro. El escenario me atrapa y no me deja moverme. Se enfada conmigo, pero es verdad que la respuesta del público es una maravilla. Me siento muy querido y apreciado. Estoy muy feliz», decía esta mañana el actor, Premio Nacional de Circo en 2003.

Todo lleva a un mismo final, al irremediable paso del tiempo y a una metáfora visual que Silva y su compañía reflejan al final del espectáculo: su hija, Sara Silva, colocándose el bombín de su padre y recogiendo el testigo (el maletín). ¿Será ella la futura maestra de ceremonias del Circo de los Horrores? «Es una responsabilidad muy grande. Mi padre lleva muchos años. Es algo que estoy decidiendo, si lo hago me gustaría tomarlo desde otro camino distinto, como mujer. No lo tengo claro, pero también pienso que si no soy yo, que lo conozco tanto, quién va a ser. Si lo hago sé que voy a estar muy respaldada y él estará ahí, como padre y como director», señala la artista.

Dice Silva que la vida continúa, y así es, pero primero, que comience el espectáculo.

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