![El retrato iluminado de una fotógrafa](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202003/03/media/cortadas/53471702-k7LG--1968x2616@Diario%20Montanes.jpg)
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Frente a lo invisible, la luz. Frente al olvido, la memoria. En esta ecuación se mueve el rescate y la reivindicación de la fotógrafa santanderina María García del Moral. Una investigación inicial de la directora del CDIS, Manuela Alonso; un proceso de búsqueda e indagación; el contacto con familiares y la configuración de un proyecto expositivo han permitido edificar por parte del Centro de la Documentación y la Imagen de Santander y la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander una labor de recuperación de María García del Moral, considerada «la primera mujer fotógrafa profesional de Cantabria». A pocos metros de donde se encuentra la sede hoy del CDIS, en la calle Magallanes, nacía en 1893 María García del Moral, cuya mirada y vida singulares se reflejan en este rescate que al mismo tiempo se postula como una llamada de atención para concienciar sobre la necesidad de conservar los archivos gráficos familiares.
Tras el proceso de recuperación el vínculo publico llega ahora en forma de exposición. Una cita que abre la programación de la Concejalía de Cultura en torno a la mujer y el 8 de marzo.
Las imágenes integrarán un álbum muy especial de descubrimiento de la fotógrafa, que se complementa con la organización en paralelo, como ya se adelantó, de un ciclo de conferencias bajo el epígrafe de 'Mujeres con cámara'. La concejala de Cultura María Luisa Sanjuán y la propia Manuela Alonso presentaron ayer esta muestra sobre García del Moral (1893-1956), que se inaugura hoy y podrá ser visitada hasta el 26 de abril. Sanjuán definió a la protagonista como «una mujer con una vida singular, en una época en el que las mujeres fotógrafas no eran visibles».
La exposición y la investigación «hacen un acto de justicia reivindicando la figura de María García del Moral y su deslumbrante obra». Precisamente en torno a esa investigación, Sanjuán ha querido destacar la labor realizada por el CDIS y «la importancia de no perder los archivos familiares, ya que por desgracia mucha de la memoria fotográfica de este país está hoy en día en archivos en el extranjero».
La fotografía iluminada de principios del siglo XX, los retratos burgueses de algunos pintores conocidos, algunas obras de fotógrafos clásicos y la fotografía coloreada de estrellas de Hollywood que comenzaba a publicarse en portadas de publicaciones tan diferentes como Sombra, Foto o Semana constituyen los parámetros en los que se movió García del Moral.
Tanto la concejala como la directora del CDIS, en el contexto de este rescate, apelaron a una mayor sensibilidad con los archivos familiares. «Es importante que nadie se deshaga de estos archivos, ya que son nuestra memoria». Alonso, en este sentido, hizo un llamamiento para que «quien conserve alguna fotografía de la santanderina se ponga en contacto con el CDIS para poder ampliar la investigación ya realizada en torno a su figura».
Entre las curiosidades de la vida personal y profesional de María García del Moral destaca el vínculo con Pérez Galdós y con Menéndez Pelayo. El autor de 'El abuelo' estuvo invitado a la primera boda de García del Moral. Y el historiador y erudito fue vecino y amigo familiar, especialmente con el padre de la fotógrafa, Paulino García del Moral, miembro del partido republicano y concejal santanderino. Con apenas 16 años la fotógrafa realizó una de las últimas imágenes que se conservan del polígrafo santanderino tomadas en el jardín de su casa.
Además, se distinguió por ser una asidua en los concursos de fotografía en donde consiguió numerosos premios. El Ateneo de Santander le dedicó en 1935 una exposición monográfica; sus imágenes más conocidas fueron los denominados «retratos iluminados» y en 1938 abría un estudio fotográfico donde retrató a la sociedad burguesa, mujeres y niños principalmente; y en la década de los cuarenta se traslada a vivir a Madrid donde publica retratos en la revista ¡Letras. Revista del hogar¡; finalmente, se dedicó a la fotografía publicitaria, especialmente de marcas de productos infantiles.
La obra de María G. del Moral, centrada en el retrato, refleja una época en la que «la línea que separaba el retrato de la burguesía en la pintura y en la fotografía -a través de la iluminación-, era muy pequeña.
La mirada de la fotógrafa santanderina, como bien ha destacado Alonso, «estaba influenciada por pintores del momento (documentada la del pintor Julio Moisés 1888-1968), las portadas en color de las revistas que venían de América, así como la fotografía pictorialista al estilo de Margaret Cameron». Desgraciadamente, la mayor parte de su trabajo desapareció cuando se vendió su casa familiar de la Avenida Reina Victoria y se destruyeron las fotografías. Por ello, las fuentes principales del proyecto han sido colecciones privadas. A juicio de la investigadora y estudiosa, la santanderina «no fue una fotógrafa excepcional, lo excepcional es que se dedicara a la fotografía, en Cantabria, y en las primeras décadas del siglo XX».
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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