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Un año de retratos de vida y cultura
Capítulo 3

Un año de retratos de vida y cultura

La llegada del verano recuerda la fecha del 23 de junio, el primer cumpleaños del Centro Botín. En un año 230.000 personas se han rendido ya a la espectacularidad de su diseño. La personalidad cultural que encierra se ha dejado querer por visitantes de todo el mundo. Su programa de actividades ha supuesto el comienzo de una nueva era de la cultura en la ciudad de Santander

Marta Gutiérrez Rumoroso

Santander

Viernes, 22 de junio 2018, 13:38

El primer año de una nueva vida se asemeja a un viaje en una montaña rusa. El estreno es todo un cúmulo de vivencias y emociones. Todo es nuevo. No hay referencias pero sí expectativas, además de cierta valentía en el espíritu aventurero ante lo desconocido. Nada igualará la marca de esa primera vez. Es única e irrepetible, convertida por si misma en una referencia de opiniones y futuras recomendaciones inmortales.

Hace un año los nervios y la expectación por la inminente apertura del Centro Botín se medían en la calle con la longitud de las kilométricas colas formadas, bien para recoger el pase bien para firmar una declaración de amistad. El desfile era diario y constante, como el goteo de la lluvia a la que tan acostumbrados estamos. No cesaba. En total 126.792 personas han estrenado su flamante acreditación y 7.013 Amigos del Centro Botín han sellado su amistad cultural.

El edificio, diseñado por Renzo Piano, se abría al público y se dejaba sentir como la luminosa ventana a la bahía que cambiaba definitivamente el paisaje y la ciudad, que veía concluida su transformación. Su puesta de largo se vivió como un momento histórico, recordado como uno de los días grandes que ha marcado el futuro de la capital y de la región.

Celedonio

En el ambiente los ecos de la visita de los Reyes de España resultó tan deslumbrante como la exposición 'Y' del artista belga Carsten Höller, que inauguraba la actividad cultural apadrinada también por la 'Ligereza y atrevimiento de los Dibujos de Goya'. Con esta regia presentación se daba a conocer al mundo a la artística criatura.

Ahora es tiempo de la primera revisión. Se valoran los resultados del examen al que se somete la salud de estos 24 meses. La columna vertebral de la cultura de estos 365 días del Centro Botín se aprecia en su radiografía expositiva. El latir se ha sentido con las palpitaciones de la obra de Julie Mehretu 'Una historia universal de todo y nada'. La sensibilidad de sus sentidos se percibía a través de los matices que aportaba 'El arte en el cambio de siglo' con la selección de obras presentadas, procedentes de fondos de la Fundación Botín, de Carlos Bunga, Carlos Garaicoa, Nuria Fuster, Mona Hatoum, Jannis Kounellis, Asier Mendizabal, Antoni Muntadas, Juliâo Sarmento o Juan Uslé. La psicomotricidad tiene nombre propio, el de Joan Miró en un paseo que se disfruta en la actualidad, por la biografía de sus esculturas desde 1928 hasta 1982.

Si bien con la piel, debido a su sensibilidad y a los cambios de temperatura, ha acusado la marca de un eczema. Detectada la dermatitis se le ha aplicado un tratamiento que espera ser definitivo. Así lucirá su mejor cara fotogénica de cara a las instantáneas de los próximos visitantes. Se sumarán al imparable contador de visitas atraídas por el edificio, sus pasarelas y espacios exteriores.

En su interior está su alma y 230.000 visitantes de todo el mundo han sucumbido a su aliento. El público ha conectado con la personalidad de su cuidado programa cultural que ha abarcado todas las disciplinas artísticas desde las artes plásticas hasta la música, el cine, el teatro, la danza o la literatura.

Su primer año deja muchos retratos. Los primeros del álbum de una larga vida.

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