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«Ya sé qué vas a decir», dice uno. «Y yo ya sabía que sabías lo que voy a decir», responde el otro. Hace muchos ... años que la relación entre los actores Miguel Ángel Muñoz (Madrid, 1983) y Pablo Puyol (Málaga, 1975) trascendió el compañerismo y se convirtió en una profunda amistad. Cerca de veinte, en concreto, cuando ambos participaron durante más de tres temporadas en la exitosa serie juvenil 'Un paso adelante' bajo la dirección del cineasta Jesús del Cerro. Ahora, dos décadas después, los tres se reúnen de nuevo para participar en la comedia romántica ambientada en el entorno rural 'Dos vacas y una burra', cuyo rodaje se desarrolla estos días en diferentes localizaciones de Cantabria. «¿Cómo vas estar mal aquí?», se pregunta Puyol. «¿Tú has visto qué entorno, qué tranquilidad? Poder trabajar y hacer lo aquí es una maravilla. Solo podemos estar agradecidos y felices», afirma rotundo el malagueño.
«Rodar una peli en 2020 es un regalo, hacerlo aquí en Cantabria, doble, y encima entre amigos... pues imagínate», añade Muñoz. Esa circunstancia, la de poder volver a un proyecto cinematográfico, se les hace rara hasta a ellos, tan acostumbrados a los sets, los micrófonos, las cámaras y las claquetas. «Se están rondado muy pocas películas durante la pandemia y eso hace este rodaje tan especial», explica Miguel Ángel Muñoz, quien destaca que ya están «acostumbrados a los protocolos sanitarios desde hace bastantes meses, de hecho yo me hago una o dos pruebas a la semana». «Cumplimos todos las medidas y quizás lo más extraño -añade- es cuando tenemos que grabar y vemos a todo el mundo con las mascarillas y nosotros vamos sin ellas». «También pasa cuando coincides con el equipo comiendo, por ejemplo, y les ves sin mascarilla y no les conoces», añade entre risas Puyol.
No es la primera vez que ambos actores visitan Cantabria. De hecho, Pablo Puyol señala que «hace dos meses vine a la boda de un amigo y tuve la suerte de poder quedarme después unos días y poder conocer diferentes sitios, de surfear y de disfrutar también de este campo maravilloso. Me encantó y quiero volver a pasar aquí unas vacaciones con más calma». Miguel Ángel Muñoz, por su parte, se declara poco menos que un experto en la comunidad: «Me encanta Cantabria y me encanta Santander. Dos de mis grandes amigos son de aquí y llevo viniendo mucho tiempo».
Ahora, sin embargo, el trabajo les absorbe. Ambos interpretan a dos de los protagonistas de 'Dos vacas y una burra', una película que plantea unos mensajes «muy positivos y muy actuales», señala Puyol. «En estos momentos con el covid hay mucha gente planteándose irse al entorno rural, que es mucho más tranquilo y en el que no estás tan encerrado como en las ciudades», explica. «La película transmite la importancia de encontrarse consigo mismo, algo que creo que es mucho más fácil, el conocerse y evolucionar desde dentro, cuando estás en un entorno como éste y no en un caos estresante como suelen ser las grandes ciudades», concluye. «El viaje que viven nuestros personajes trata de eso», añade Muñoz, «que creen que una herencia les va a cambiar la vida y al final les han tocado dos vacas y una burra, y lo que realmente les cambia la vida es el viaje que hacen hasta aquí, conocer esta tierra y salir de esa zona de confort, o 'desconfort' en el caso de nuestros personajes, y descubrir que aquí se sienten bien sin tener nada de lo que tenían en Madrid».
El rodaje de esta comedia neorrural ha supuesto el reencuentro profesional de ambos intérpretes, algo que ambos valoran muy positivamente. «Está siendo muy guay -señala Puyol- porque también está Jesús del Cerro, que era el director en 'Un paso adelante' y con el que ambos también hemos mantenido la amistad. Hay momento en los que Jesús nos está dirigiendo y nos parece que no han pasado los 18 años que han transcurrido desde entonces». «Es bonito volver a acercarnos, porque no es que hayamos perdido el contacto pero la vida nos ha llevado a cada uno por su lado y no coincides tanto como te gustaría», explica el actor andaluz mientras Muñoz gesticula pícaramente, como diciendo «Claro, claro... ¡Excusas!». Sin embargo, cuando le llega el turno de hablar coincide con su compañero y entonces es Puyol quien sonríe con sorna, levantando las cejas divertido. Miguel Ángel Muñoz afirma que cuando está en un rodaje «se crea una nueva familia, que en el caso de 'Un paso adelante' fue la familia más grande y unida porque trabajamos juntos más de tres años, así que reencontrarte con gente que formó parte de esa familia hace que vuelva a serlo al instante, y más con Pablo».
Para corroborarlo, explica que «el otro día nos fuimos a correr juntos, y ayer estábamos con otro compañero, que interpreta al personaje del que se enamora Pablo...». La mirada sorprendida y mordaz de Puyol le corta: «Tú cuéntalo todo, tranquilo, explica aquí toda la peli, no hay problema...». Muñoz ríe y asiente antes de retomar su discurso: «Perdón, perdón... Pues eso, que estamos viviendo momentos muy bonitos durante el rodaje, pero también muy especiales fuera». Ambos también valoran la participación de la intérprete Esmeralda Pimentel. «Es una pedazo de actriz a la que encima su personaje le va como anillo al dedo», concluye Muñoz.
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