Rodolfo Montero retrata en un documental la gesta de ascender el Everest con parálisis cerebral

Un viaje de 15 días, dividido en 12 etapas, que ha tomado forma de documental. Una historia que ahora es contada en imágenes y que busca «dar visibilidad a quienes lo tienen más difícil», explica Montero. «Es de justicia que a estas personas se las vea de manera normal».

El documental 'Javier y la montaña' servirá para dar visibilidad «a los que como él tienen un problema jodido en la vida». No una enfermedad; un trastorno como la parálisis cerebral, que presenta diferentes niveles. «Cada día nos repetía que tenía mucha suerte por poder caminar, aunque fuera con dificultad. Algo admirable», dice el director.

Aunque iban ayudados por tres sherpas, cada día era un capítulo agotador, con el que, sin embargo, quedaban «muy contentos». Montero, acostumbrado a disfrutar de las montañas de su tierra, Alto Campoo o Picos de Europa, siempre consciente de la sensación de grandeza e inmensidad que generan, en este viaje abordó también conexiones más espirituales.

Curiosamente, Gómez fue el que mejor sobrellevó las tres jornadas de aclimatación. Sus dificultades se localizaron más en la parte geológica; morrenas o piedras sueltas, con las que le costaba avanzar debido a la movilidad reducida en la mitad de su cuerpo. «Yo no me caigo porque me tropiece, me caigo por el miedo», explicaba. A su lado caminaban sus compañeros, una cordada fiel, pero «cada paso que ha dado, le ha dado solo», destaca el cineasta. Hubo caídas, con las que todos se asustaron… menos él. «Yo me he caído todo el rato, durante toda mi vida», bromeaba el vasco.

Un personaje «lleno de humor y de valentía», cuyo camino se cruzó con el de Montero a través de amigos comunes. Javier Larrañaga, presidente del grupo y la fundación Urbegi, se hizo una casa en Valderredible. Siempre pensaron que harían «alguna cosa» y ese rumor común terminó siendo esta expedición, en la que levantaron los escudos a favor de 'Pagaza', frente a todos los que le decían que no lo hiciera.

El documental empieza su recorrido por festivales. «Como soñar es gratis –dice Montero– la idea es presentarlo a RTVE, porque entendemos que es un producto de televisión pública y poder llevarlo a festivales de cierto relumbrón».

El cineasta tiene experiencia en este género, en el que ha ido trabajando «con humildad», pero ha conseguido en algunos casos «dar con la tecla, y han gustado mucho las cosas que hemos hecho». 'El efecto Iguazú', 'Tudancos', 'Caminando juntos', son algunos ejemplos de ese camino.

El equipo espera que el espectador se lleve un mensaje de normalidad e inclusión. 'Pagaza' recuerda en el documental cómo cuando era pequeño y veía que se iba a caer, había niños que le ayudaban a levantarse, y otros que aprovechaban el momento para ponerle la zancadilla. «Algunos lo han tenido más difícil en esta vida por circunstancias diversas y como en el caso de la parálisis cerebral, en algunos casos tienen un componente social muy negativo». Por eso, «todo lo que sea, desde el buen humor y la dignidad, plantear esto, es perfecto».

«Al final, somos lo que somos por lo que sentimos, lo que nos emociona y lo que estamos dispuestos a cambiar» y para el cántabro, que ha viajado mucho en la vida y en el cine, estas culturas suponen un aprendizaje y un gusto.