Román Calleja dirige 'Variaciones enigmáticas', «una obra del teatro de la palabra, que es el más puro»

El director, que ayer tenía los nervios normales antes de un estreno, asegura que no ha podido encontrar un texto mejor para ese regreso. «Una obra que claramente pertenece al llamado teatro de la palabra que, para mí, es el teatro puro y que llevaba muchos años buscando». Encontró la complicidad necesaria de Juan Calzada, su socio en la empresa Palco Tres, para ponerlo en escena y hacerse con los derechos. «Y no puedo estar más orgulloso porque me consta que había muchos directores detrás de ella», afirma. Y el montaje, tal y como señala, «ha sido apasionante». Es la típica obra que vale para cualquier tipo de público, «una función con muchas capas que los espectadores van a ir descubriendo a medida que avanza y que no les va a dejar indiferentes porque tiene todos los elementos para sorprender, para emocionar y también para crear polémica porque los personajes hablan mucho, pero muy pocas veces dicen la verdad».

Confiesa que ha vuelto loco a los actores porque es un texto muy minucioso, «y yo he ido a desmenuzar la obra. Es un acto, una conversación, que he dividido en tres partes, que luego he fragmentado en escenas y luego en unidades, para saber dónde estoy, qué es lo que pasa ahora, qué relación emocional y estado tienen los protagonistas, y qué es lo que dicen que es verdad y qué es lo que dicen que es mentira». Un proceso que, insiste, para él ha sido apasionante, «porque han sido dos años de desmenuzar completamente la obra y por eso me emocioné mucho en los primeros ensayos».

La respuesta de Juan Gea y de Alberto Iglesias, tal y como dice, no ha podido ser mejor. Con el primero ya había trabajado en 'Copenhague' de Michael Frayn, una obra en la que también participaron Fernando Delgado y Sonsoles Benedicto y de la que conserva un montón de anécdotas. Con Alberto Iglesias lo hace por primera vez, pese a que les une una relación de años tal y como recordaba el actor. «Ellos se encuentran bien en el escenario y yo les pido más, que se tiren a la piscina, qué se pasen. Hemos logrando una gran complicidad que creo que puede verse durante la función».

'Variaciones Enigmáticas' es sin duda la obra más autobiográfica de su autor, Éric-Emmanuel Schimtt. «Al igual que los dos protagonistas he sufrido –soportado– ese juego de máscaras, de cambios de identidad, ese amor que no concuerda obligatoriamente con los gustos sexuales, esa confusión, esa pérdida de sí mismo que permite, en última instancia, encontrarse más que a uno mismo», señala el autor de su propio texto. «He hablado mucho con él en este tiempo y también nos enviados muchos correos, pero desgraciadamente no hemos podido encontrarnos y lo siento porque me hubiera gustado mucho hablar con él de todas esas capas que tiene 'Variaciones enigmáticas», sostiene Román Calleja, licenciado en Arte Dramático por la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Sevilla en 1987, con una amplia experiencia en la dirección y fundador de la compañía de teatro Caroca.

Como todos los directores, y más con una obra como esta que ha sido representada en todo el mundo, a Calleja le gustaría dejar su propia huella en esta función. «Quiero pensar que he profundizado, por lo que yo conozco, en la obra. Que he logrado hacer más humanos a los personajes y que he sabido, porque así lo he intentado, jugar a la verdad. Es una obra que siempre han representado grandísimos actores y con los que siempre hay que pactar. El teatro es un pacto, una creación colectiva y Alberto Iglesias y Juan Gea se han entregado y por eso creo que en esta adaptación hay más verdad escénica y más ayuda entre ellos».

También considera que la obra se distingue de otros montajes anteriores en la desnudez del espacio. «Apenas hay tres sillas, un sillón, dos mesas y un aparador. Ese vacío pretende llevar la sensación de isla en la que se desarrolla la acción, junto con el gran trabajo de iluminación que ha hecho Félix Garma».

Román Calleja atendió a este periódico justo después de la rueda de prensa de presentación del estreno. Un acto en el que además de los interpretes y del director también estaban Juan Calzada y la directora general de Acción Cultural, Gema Agudo. Estos tres últimos forman parte del equipo que inauguró hace ya treinta años el Palacio de Festivales. «Para mí es un día muy especial, de estreno y de reencuentro de amigos», explicó Agudo quien recordó que el de esta tarde será el primero de una larga lista que se han programado para celebrar el aniversario.

Calzada y Calleja compartieron con ella esa ilusión por regresar a un Palacio de Festivales que consideran su casa. «Ha sido un reencuentro estupendo en el que el equipo que dirige Carlos Troyano nos ha puesto todas las facilidades, pero también por parte de los patrocinadores. Nos da la sensación que Cantabria se ha volcado con el teatro», dijo Calzada.

Alberto Iglesias, que además de actor es también el autor de la adaptación de la obra, aseguró que ha llevado a cabo esta labor «sin perder la poética y la filosofía» que había implícita y únicamente para «limpiarla el polvo» y acercar más el texto a los espectadores.