Sacro y Profano

Lo fundacional, la mirada sobre un patrimonio muchas veces desconocido y el legado común. El territorio histórico artístico siembra a través de más de sesenta piezas y obras la nueva exposición conjunta del MAS y la Fundación Caja Cantabria. Una nueva coproducción, bajo el epígrafe 'Sacro&Profano', centrada en los maestros antiguos se exhibirá desde hoy (inauguración a las 19.30 horas) hasta final de junio. Desde hace seis años, al margen de algunos precedentes, la fusión de fondos, sensibilidades y diseños ha permitid una sucesión de exposiciones entre ambas entidades. En este caso la fusión de las Colecciones del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria y de la Fundación Caja Cantabria se traducen en una muestra esta primavera en el Casyc comisariada por Julio Polo e Isabel Cofiño. El conjunto de piezas expuestas responde a un «discurso narrativo didáctico y asequible para el visitante, a través del cual pueda hacer un recorrido por los motivos iconográficos y propuestas estilísticas más relevantes de los siglos XVI al XVIII y de su interpretación por artistas procedentes de las principales escuelas pictóricas del que fue uno de los períodos más fructíferos y brillantes de la Historia del Arte», según exponen ambos comisarios.

Las 62 piezas de la muestra, entre pinturas, esculturas y artes decorativas, todas ellas obras artísticas clásicas de bellas artes, la que corresponde con las secciones de los maestros antiguos de los siglos XVI al XVIII, fijan el límite cronológico del proyecto en 1814, data del Fernando VII de Goya, «pintura que marca el inicio de la modernidad plástica museográfica de la institución», tal como subraya Salvador Carretero. El director del MAS recuerda el inventario del museo y los trabajos que desembocan en 1993. «La recuperación de muchas obras dispersas, trabajos de conservación y restauración, estudio e investigación de las mismas, con la atribución de obras a artistas, talleres, círculos, escuelas, revisión de títulos…, para, a su vez, presentar la colección permanente en el inmueble del MAS en ese mismo año, de forma ordenada y cronológica». Otra consecuencia, precisa, «fue saber qué se tenía entre manos, cuál era el contenido de la colección artística del MAS, que entonces ascendía a 845 obras, y poder contrastar con fidelidad la realidad de las colecciones». Es en ese momento de final del inventario en 1993, «cuando advertimos que el número aproximado de obras de los maestros antiguos de este fondo clásico de bellas artes, ascendía a unas 200 piezas, es decir, sobre el 24% de la totalidad en ese año». Hoy, en 2023, este mismo fondo asciende al 5,70% del total de la colección artística, formada por más de 3.500 obras.

Carretero apunta que «sin duda y en una primera instancia –durante la primera mitad del XX–, fueron las donaciones de obras clásicas, la generosa fuente de ingreso en propiedad de pinturas al museo. De ahí que, este corpus, se erija en sentido patrimonio fundacional de la institución».

Por su parte, Juan Muñiz, director de la Fundación Caja Cantabria, destaca la «conservación y recuperación del Patrimonio Histórico y Artístico, un anhelo ampliamente demandado por las sociedades contemporáneas». En este sentido, «el largo listado de bienes históricos y artísticos expoliados y destruidos en los últimos años ha determinado la concienciación de amplias capas sociales deseosas de lograr la conservación y recuperación del legado patrimonial que conforman las señas de identidad y raíces culturales de los pueblos».

Para 'Sacro&Profano. Maestros Antiguos de las Colecciones del MAS' se ha editado un Catálogo, edición del MAS, de cerca de 300 páginas y 400 fotografías con textos de Carretero, Cofiño, Muñiz y Polo. Los comisarios han incidido en una serie de obras y piezas representativas donde asoma el Renacimiento, el Manierismo y el Barroco, con ejemplos procedentes de las principales escuelas y talleres del momento, italianas, flamencas, holandesas, francesas, alemanas y, por supuesto, españolas». Aunque en su mayoría se trata de obras anónimas, se distinguen en ellas no sólo sus diversas procedencias geográficas, sino los modelos de los grandes maestros en los que se inspiraron, que fueron recogidos en una gran variedad de soportes, pintura sobre tabla, lienzo o cobre, escultura policromada, medallística en bronce, así como algún ejemplo significativo de las denominadas artes decorativas. Polo y Cofiño sostienen que la exposición «permite apreciar las principales temáticas religiosa, mitológica, de representación de paisajes, bodegones, floreros, pinturas de género y retratos, tanto de personajes civiles como eclesiásticos –reyes, papas, aristócratas o artistas–, que se desarrollaron en el transcurso de la Edad Moderna».

La exposición que se inaugura hoy se ha estructurado en tres secciones. La primera de ellas, y más extensa, dedicada al Arte y Religiosidad en la Edad Moderna, comienza con pinturas de temática veterotestamentaria (Abraham y los tres ángeles, el Encuentro entre David y Abigail, el Juicio de Salomón o Moisés salvado de las Aguas), ejemplos, respectivamente, de los talleres flamencos de Amberes, cortesano español e italiano, del foco veneciano. Destaca entre ellos el nutrido grupo de cobres flamencos, del taller de Amberes, de seguidores de los modelos rubenianos, en especial los que se pueden asignar al pintor Abraham Willemsen, varios de ellos desarrollando asuntos tomados, también, del Nuevo Testamento y representaciones de santos en ambientaciones paisajísticas.

Dentro de la temática neotestamentaria se incluyen, asimismo, obras que recogen diferentes momentos de la vida de la Virgen y Cristo, comenzando por el 'Nacimiento de la Virgen', de Juan de Valdés Leal, junto a la que se exhiben la magnífica tabla flamenca del siglo XV, 'Virgen con el Niño de la Cereza', y tres obras de procedencia italiana, 'La Virgen y el Niño con Santa Isabel' y 'San Juanito', la 'Sagrada Familia con San Juanito' y la' Coronación de la Virgen'. Un tema que fue abordado con frecuencia, especialmente desde el Concilio de Trento, fue el de las vidas de los santos, que ocupan un destacado lugar en esta muestra con obras de procedencia italiana (San Antonio con el Niño) y, sobre todo, española.

A ellas se une el excelente San Miguel Arcángel, atribuido a Francisco Pacheco, «uno de los lienzos más notables del MAS». Dos géneros pictóricos que encontraron un amplio eco en el Renacimiento y el Barroco fueron el de la vanitas y la alegoría. Al primero de ellos corresponde un cobre procedente del taller de Amberes, María Magdalena despojándose de sus bienes terrenales, mientras que el segundo está magníficamente representado por el lienzo 'Cordis Volatus', de la pintora sevillana afincada en Portugal, Josefa D´Obidos. El recorrido por esta primera sección concluye con la pintura de Historia.

La segunda sección recibe el título 'Artes para el deleite privado', dado que los géneros pictóricos que incluye (las pinturas de paisaje, los bodegones y la denominada pintura de género) tuvieron como último destino adornar los interiores de las viviendas de quienes las adquirían. El paisaje fue cultivado sobre todo por las escuelas flamenca, a la que pertenece el cobre 'Noli me tangere, e italiana', de la que contamos con ejemplos, como 'Escena campestre': el otoño, de los Bassano, o 'Coloquio en las ruinas' y 'Paisaje con ruinas', de Giovanni Paolo Pannini.

'Sacro&Profano' concluye con la sección dedicada al Retrato, que desde la Antigüedad ha sido uno de los géneros pictóricos más demandados por los comitentes artísticos. El recorrido abarca en este caso piezas de diferentes épocas, «desde la antigua Roma, a través de monedas de Augusto y Trajano, hasta la Edad Moderna, con retratos incluidos en medallas y lienzos, que muestran a personajes ilustres del momento interesados en perpetuar su imagen y transmitir a través de ella una idea de poder». Destacan los retratos reales del joven Carlos II, junto al de su esposa, María Luisa de Orleáns, ambos atribuidos a la escuela de Juan Carreño de Miranda.

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