Samuel Fuller y 'El kimono rojo' un film noir con conflicto racial dentro, en el Cine Club Santander

En este caso, la premisa sitúa a dos agentes de Los Ángeles, uno estadounidense y otro japonés, que fueron compañeros en la guerra de Corea, deben investigar el asesinato de una bailarina de striptease. Su amistad se verá puesta a prueba por culpa de una pintora implicada en el caso.

Como el gran 'fulleriano' Noël Simsolo advirtió, en 'Crimson Kimono' Fuller «reinterpreta las claves del cine negro sin traicionar su esencia».

Más allá del triángulo amoroso que cobija, la historia se convierte en una exploración poco convencional de la ambigüedad moral. La culpa, el deseo y la identidad cultural se entrelazan en un relato donde Fuller «esquiva la narrativa antirracista simplista para construir personajes alejados de los estereotipos». No hay héroes intachables ni antagonistas evidentes; cada personaje se enfrenta a sus propias contradicciones y prejuicios, muchas veces sin ser consciente de ellos.

Esta ausencia de maniqueísmo le permite al cineasta «desmarcarse del tono didáctico o propagandístico que suele teñir al cine de tesis, logrando una obra que desafía las expectativas de su época y sigue siendo relevante hoy en día».

El director lo dejó claro en una de sus entrevistas: «Me excitaba mostrar que los blancos no son los únicos racistas».