Santander Escénica traza el talento local con dos historias de jándalos y cómicos

'Jándalos de ida y vuelta' es uno de los últimos proyectos de Son de Flamenco, dirigida por la bailaora Sheila Aranda, que desde 2013 desarrolla propuestas escénicas de pequeño y gran formato de tablao junto a esta formación.

La obra, tal y como explica la artista, muestra un viaje en el que el flamenco y el estilo montañés se hermanan como lo hicieron los antepasados montañeses en su búsqueda de una vida mejor. El flamenco se presenta en esta propuesta como un lenguaje universal, que acercarán al público a través del baile de Sheila Aranda y Gad de la Fuente, la voz de Eduardo Florido y José Hernández y la guitarra de Alejandro Martín.

No es la primera vez que esta compañía ofrece esta obra que ya presentó recientemente en Escenario Santander, «pero habrá novedades» porque, según señala, «intentamos adaptar el espectáculo al escenario y también introducir cosas nuevas». En esta ocasión han querido dar un mayor protagonismo a la música tradicional de Cantabria y sonará una versión muy especial, por lo aflamencada, de 'La Fuente de Cacho' «que creemos va a sorprender», adelanta.

Esta bailaora quiere incidir en la importancia que tuvieron los jándalos en la difusión del flamenco en esta región. «Mucha gente no entiende porque hay tanta tradición flamenca en Cantabria y, lo que no saben, es que se debe a todos aquellos chicucos que se fueron a trabajar a Andalucía y a la vuelta trajeron, entre otras muchas aportaciones el flamenco».

Sheila Aranda, que quiere aprovechar para agradecer el apoyo que «siempre presta la Fundación Santander Creativa al talento local y más en estos momentos en los que la Cultura necesita tanto apoyo», explica que su compañía: «Está viviendo un sueño» con una serie de proyectos más profesionales. Considera que Son de Flamenco está en un momento de consolidación de un proyecto que quiere tener siempre muy presentes las raíces tradicionales flamencas, ahondando también en su relación con Cantabria.

José Piris, heredero y discípulo directo de Marcel Marceu, dirige la compañía Mimox con la que ha desarrollado más de 30 producciones escénicas. El santanderino que ha vuelto a vivir a Cantabria aunque sigue ligado a su escuela en Madrid, creó 'Más allá de las palabras' hace siete años. Desde entonces ha recorrido con él escenarios de toda España pero es la primera vez que la va a representar en Santander. Algo que le hace especial ilusión. Se trata de un espectáculo en el que se fusionan diferentes lenguajes artísticos, entre ellos el mimo moderno, «que es lo que normalmente se conoce como teatro físico pero que yo, que como sabéis tengo un gran respeto a la tradición, prefiero llamar mimo moderno», la pantomima y el mundo de la palabra. «Así, entre pantomima y pantomima tengo un texto en el que recuerda a los principales cómicos a lo largo de la historia. Desde Tespis, que es el primer cómico de la historia tirando de su carro de piedra, hasta los de nuestros días pasando por cada uno de los siglos». De tal forma que, según señala el mimo, 'Más allá de las palabras' se convierte en un juego «constante» con el público en el que se abordan temas muy conectados con actualidad a través de un personaje muy especial, un juglar contemporáneo.

El trabaja en un escenario vacío, sin maquillaje, acompañado de un pianista, Ernesto Ballesteros que llegará a Santander expresamente para acompañar al artista cántabro en esta función. Una jornada que será muy especial, según indica, porque le dará la oportunidad de dar a conocer en su tierra «todo lo que he evolucionado en los últimos veinte años».

También está en un momento dulce profesionalmente pues el año pasado tuvo la oportunidad de estrenar como director cuatro espectáculos.