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La santanderina Arceli Pereda, presidenta de Hispania Nostra, académica y activa artífice de la redacción de la Ley de Patrimonio Histórico Español y de la de Fundaciones y de Mecenazgo, obtuvo ayer el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales 2020, concedido ... por el Ministerio de Cultura y Deporte y dotado con 30.000 euros. El jurado reconoció «la larga trayectoria de Pereda Alonso dedicada a la conservación del Patrimonio Cultural a través de su gestión y puesta en valor», según el fallo hecho público ayer. Jubilada en 2012, Pereda Alonso ha trazado una vida dedicada a la defensa del patrimonio cultural nacional e internacional. Directora del Centro de Información Documentación de Patrimonio, directora general de Patrimonio Cultural de Madrid y de la Fundación Banesto, estuvo también al frente de la Fundación Lázaro Galdiano, entre otros cargos. En 2018 el Gobierno le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Araceli Pereda (Santander, 1947), licenciada en Historia del Arte, a lo largo de su vida profesional ha desempeñado diferentes cargos dentro del mundo de la cultura y ha sido una gran impulsora del inventario de bienes del Patrimonio Histórico Nacional. Hace seis años recibió el premio Emboque de Oro que concede la Casa de Cantabria en Madrid. Natural de Noja, siempre ha ejercido su profesión de historiadora del arte en Madrid, donde ha ocupado puestos de responsabilidad en el Ministerio de Cultura, en la Comunidad y en diversas fundaciones.
El fallo también destacaba ayer su «compromiso con organizaciones sin ánimo de lucro y la sociedad civil», y un importante trabajo de comunicación, desde el académico al público general. Académica por Madrid de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (desde 1989) y presidenta de Hispania Nostra desde 2012, ha participado de manera activa en borradores y trabajos de discusión de sucesivas leyes. Corresponsal de España en el Comité de Patrimonio del Consejo de Europa desde 1980 hasta 2000 y miembro del grupo de Trabajo para la Información y la Documentación del Patrimonio Histórico Europeo de este organismo durante ocho años, la premiada es también impulsora del Proyecto Herein (Heritage International Net Work) que el Consejo de Europa ha puesto en marcha con la colaboración de la Unión Europea.
La historiadora, ahora distinguida, ha dirigido y coordinado un centenar de libros y de catálogos, entre los que destaca los inventarios del Patrimonio mueble e inmueble de las diferentes provincias españolas; los relacionados con la promoción de la creación por parte de fotógrafos y con la creación plástica en Madrid después de la guerra civil española. Como directora del Centro de Información Documentación de Patrimonio organizó cuatro exposiciones para promover el histórico Archivo Fotográfico Ruiz Vernacci y como directora general de Patrimonio Cultural de Madrid organizó 44 exposiciones. Asimismo, puso en marcha la Sala de Exposiciones de la Plaza de España y la del Depósito del Canal de Isabel II, especializada en fotografía.
En la Fundación Lázaro Galdiano organizó las primeras exposiciones itinerantes que permitieran dar a conocer los importantes fondos del Museo. Ha sido comisaria de muchas exposiciones como 'Los Albores de la España moderna: El Marqués de Santillana. 1398- 1458' y '40 años: Re-conociendo el Patrimonio Cultural en Europa'», inaugurada en 2016 y que en la actualidad sigue itinerando por España, para Hispania Nostra. El jurado del Premio estuvo presidido por María Dolores Jiménez-Blanco, directora general de Bellas Artes, y formado por Ana Cabrera Lafuente, Enrique Quintana Calamita, Luis Cueto Ferrándiz, Enrique Baquedano Pérez, Javier Ramos Guallart, Javier Rivera Blanco y Mireia Mestre Campà.
La premiada lamenta que el «gran problema de España» en este sector sea el de «la señalización de monumentos». «A veces cuesta llegar a los sitios porque están mal señalizados e incluso en algunos sitios no consta ni horario, llegas y están cerrados, y nadie sabe quién tiene las llaves».
Tras una vida dedicada al patrimonio cultural español, Araceli Pereda está convencida de que la clave para su supervivencia es enseñar a apreciarlo: «Sin dinero no se hace nada, pero sin educación tampoco». «Si algo he aprendido en estos 8 años, es que cada vez hay una mayor conciencia social sobre el patrimonio cultural, cada día hay más interés, que eso es lo que al final salva el patrimonio», declaró ayer.
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