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Pionero de la video creación en Europa, artista de miradas plurales y universos múltiples, de la imagen a la pintura y viceversa, el artista santanderino Domingo Sarrey falleció en Madrid a los 76 años. La experimentación recorrió buena parte de la columna creativa de su ... obra. Por sus estudios y aficiones, Sarrey combinó y plasmó durante su vida conocimientos informáticos, técnicas digitales y dominio de la plástica, lo que le permitió desarrollar su trabajo en un medio artístico apenas utilizado hasta entonces en el mundo. Su labor, según los expertos, facilitó el que hoy en día el vídeo y las técnicas digitales sean consideradas como un medio más de expresión artística. Su creación estuvo marcada por una constante labor experimental que puso de manifiesto la insaciable búsqueda del artista santanderino, quien no sólo generaba resultados innovadores sino que incansablemente abrió las puertas de la creación artística a las nuevas inquietudes. La Semana del Cine en Santander, que organiza Morena Films y el Centro Botín, y la Asociación de Galeristas rindieron homenaje en 2021 a Sarrey en el contexto de una sección dedicada al videoarte. 'Cuadrats', su pieza histórica y fundacional, se proyectó en la Filmoteca en una sesión especial. Catorce años antes, en 2007, Caja Cantabria organizó una gran retrospectiva que abarcó casi cinco décadas de su creación.
El artista Domingo José Sarrey Lanza (Santander 1948-Madrid 2024) mostró desde muy joven su querencia por las artes plásticas, el arte dramático y las ciencias físicas y, con tan solo doce años, empieza a realizar sus primeras filmaciones de 8 m/m y sus primeras obras plásticas. Sarrey formó parte del Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas, donde artistas, ingenieros, arquitectos y programadores compartieron una experiencia pionera del Net-art. Su trabajo desemboca en la creación de un particular y pionero homenaje a Mondrian. Aún en la Universidad continúa trabajando en la línea del vídeo, realizando varios montajes audiovisuales.
Sin acabar la formación, entre 1970 y 1985, comienza a alternar sus estancias entre Italia y España. Todas las síntesis biográficas de su vida aluden a las más de treinta exposiciones individuales, un centenar de colectivas, bienales, premios..., y destacan de forma unánime las exposiciones celebradas en el MEAC de Madrid, la prestigiosa galería madrileña de Juana Mordó o la Schubert de Milán. Su búsqueda continua de nuevas formas de expresión en soporte de vídeo, hace que en 1975 comience la filmación de 'La Fábrica'. En 1978, y de nuevo con el MEAC como escenario, realiza la primera multivisión proyectada en un museo español con 'Panorama 78'. Además estrena 'La Fábrica', que sería el primer videoarte que presenta un museo español. En 1979 funda su propia productora, 'Entropía con el santanderino Antonio Tarrero. Trabajador infatigable, alternaba su propia labor de creación con audiovisuales que otros artistas plásticos le encargaban. Colaboró con importantes artistas internacionales, a través de Entropía, en videos e instalaciones. Sus trabajos lograron una extraordinaria aceptación en el público, caso de su vídeo de 53 minutos 'El Siglo de Picasso', que está entre los fondos del Reina Sofía. En 1988 se distanció del mundo expositivo y durante veinte años se mantendría alejado de museos y galerías hasta el regreso con exposiciones en Madrid, más la citada retrospectiva en Tantín.
Su primer videoarte lo generó en el Centro de Cálculo de la Complutense en 1968, cuando aún era estudiante de Ciencias Físicas. Durante su ingente y diversificada trayectoria colaboró con importantes artistas internacionales como Marcel Odembach, Peter Newman, Laurie Anderson, Wolf Vostell, o Nan June Paik. Y en España con Angel Orcajo, Salvador Victoria, Eva Lootz, Pedro Gahrel, Concha Jerez, J.A. Lleó , entre otros. Fue el primer artista en realizar y proyectar una multivisión con 6 proyectores, 'Panorama78'. Algunos trabajos, como 'Villa Marí', 'Palabras', 'Radio Broadcast', 'Lectura'..., realizados entre 1972 y 1982 fueron exhibidos en las primeras manifestaciones del vídeo como soporte artístico en las mas importantes galerías, centros de arte e instituciones: del Museo de Bellas Artes de Santander a la Casa de Velázquez, de la Fundación Juan March al Reina Sofía, entre otros muchos.
En 1983 realiza los primeros videos en tiempo real programados íntegramente con ordenadores domésticos, 'RND-Draw' e 'Interactivity'. Estrenados en concierto visual en la Fundación Juan March, (Ciclo 'Música y Nuevas tecnologías') se convierten en la primera experiencia de este tipo en Europa. Su última presencia pública en Santander se enmarcó en el citado de 2021. La última comparecencia en su tierra tuvo lugar en Torrelavega, con motivo de la muestra organizada por Luis Salcines 'Puntal, pilares de tiempo, construcciones de arte', celebrada en la sala Mauro Muriedas.
Su histórico 'Cuadrats (Homenaje a Mondrian)' fue grabado en 1968 por TVE, gracias a la colaboración de Enrique Martí Maqueda y Figuerola Ferretti. Sarrey colaboró como programador en dicho centro en los primeros años del seminario trabajando con ordenadores IBM. En 1984 realiza 'Latidos Urbanos' (el vídeo mas premiado de la década) que se estrena con otros trabajos en la primera exposición de un artista de vídeo y fotografía que realiza un museo español. Esta exposición viaja a Estados Unidos y sería presentada en varias universidades.
Manuel Sáenz-Messía reivindicó su obra en muchas ocasiones desde Sianoja y Espiral. 'Otros planetas' es una serie de videoarte y digigrafías en alta resolución sobre lugares del espacio que comenzó de forma analógica en 1976, rodando en sugerentes lugares de la costa cántabra, entre otros en las playas de Noja y, posteriormente, con programas de 3D y realidad virtual desde 1989.
El escritor Ramón Viadero recordaba la pasada década que Sarrey se encuadraba dentro de esa generación de jóvenes santanderinos que debutaron como realizadores amateurs sin haber cumplido los veinte años, los Jesús Garay, Paulino Viota, José Sámano y Luis Gutiérrez Espada.
Sarrey es, no obstante, «un pintor cuyos cuadros están plagados de unos seres irreales, fantasmagóricos, que recuerdan a algunos de los protagonistas de las telas de Quirós y Gran», apuntó el historiador. En palabras del propio Sarrey: «Lo que más me divierte es experimentar, más incluso que pintar. Mis estudios de Física han sido fundamentales para mi pensamiento, y también para mi trabajo, que me ha llevado a realizar centenares de experimentos; muchos de ellos fallidos, naturalmente». Del super-8 a 16mm, rodó diversos cortos experimentales.
En 'La fábrica' (1975), que tenía como punto de referencia una nave abandonada en Gajano, contó con la colaboración del fotógrafo ya fallecido Rafa Riancho, con quien también trabajó en Madrid junto con las hermanas Bruna y Bianca Calderón. Y otra confesión de Sarrey: «Me interesan más las nuevas tecnologías de la imagen y su aportación al territorio de la creación. En esa dirección, presenté al Ministerio de Cultura un proyecto de largometraje de ficción, en el que un niño consigue establecer contacto mediante un pequeño ordenador con un ser procedente de, llamémosle, otra dimensión». El guión se tituló 'UFO-023', «pero las autoridades (denunciaba) no parecen muy convencidas de que en España se pueda llevar a cabo un trabajo que, aunque requiere una tecnología muy sofisticada, yo he demostrado que soy capaz de hacer y sin grandes costes».
Reconocido como una de las figuras más influyentes del panorama audiovisual español, Sarrey acercó su vínculo con su tierra de una manera estrecha gracias a la gran exposición retrospectiva que Caja Cantabria dedicó al artista en 2007. En ella se incluyeron piezas de su labor pionera en el videoarte, pero también una revisión de su pintura que copó las últimas décadas de su creación. La entidad cántabra recorrió en las salas del Casyc 45 años de creación del santanderino. En la muestra se reflejó la trayectoria pictórica, ade más de esos trabajos míticos de los setenta hasta sus últimos experimentos plásticos. La retrospectiva, que abarcó el periodo 1962-2007, comisariada por Mónica Santos, contempló cuarenta y cinco años de la obra de un creador polifacético, calificado como «insaciable» pintor, fotógrafo y videoartista. La propuesta se concibió como una «visión única» de una de las figuras más influyentes del panorama audiovisual español, incluyendo piezas de cuando el «videoarte», entonces tan de moda, «no era ni siquiera una categoría artística». «Si Leonardo viviera hoy estaría haciendo cine». Estas palabras expresadas en su primera exposición ayudan a comprender tanto la trayectoria como la multitud de medios y tecnologías empleadas en sus obras. Como afirmaba Ignacio de Uriarte Rivera, en el prólogo del catálogo destinado a esa revisión, «no debe considerarse a Sarrey simplemente como pionero del videoarte, pues sus inquietudes han pasado por experimentos con máquinas y técnicas de muy diversa índole». Por su parte, el ensayista, crítico y escritor de arte Fernando Castro Flórez, en sus 'Notas sobre la estética de Domingo Sarrey', sostenía que el artista cántabro, no se dejó llevar tanto por la tendencia «narcisista» «cuanto por una voluntad de desplazarse desde lo pictórico a un autorretrato subjetivo y de época». Desde su primera obra, 'Cuadrats' hasta 'Sol Ciego', una pieza de net-art en la que va de lo emocional a lo político, Sarrey demostró una voluntad de estilo singularmente honesta». Uno de los motivos obsesivos en el imaginario de Sarrey es la ciudad, destacaba Castro, y subrayaba entonces que el artista «no deja de contemplar el mundo como el paso de la sorpresa a la diversión y de ahí, con demasiada frecuencia, al miedo». En su opinión, «en un mundo pavimentado pero incapaz de superar el pánico, nos lleva de la ternura a la catástrofe, de las aberraciones visuales al placer de la veladura, del vértigo metropolitano a la sensación de plenitud ante un paisaje diferente. El autorretrato video-gráfico de Sarrey nos compromete y, sobre todo, no deja de dar que pensar». La galería Cervantes expuso en 2008 sus pinturas, 'Damas de las Camelias', en torno a la sensualidad de la figura de la mujer semidesnuda, Sarrey mostraba su capacidad para el color y el dibujo, con amplios conocimientos en las más novedosas técnicas de diseño computerizado.
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