Sara Torres Pérez, nombrada diectora de la Casona de Tudanca

Vicepresidencia del Gobierno regional se comprometió a dotar de dirección a la Casona, tras estar vacante ese puesto durante varias décadas. El objetivo es iniciar una nueva etapa que suponga potenciar este centro y convertirlo, según palabras expresadas por el vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, en «un recurso que ayude al desarrollo del valle del Nansa, además de difundir su legado más allá de nuestra región».

Licenciada en Documentación por la Universidad de Salamanca y Diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la de León, la especialista cántabra Sara Torres es Máster en Archivística por la UNED y recientemente ha terminado el Máster en Promoción de la lectura y literatura infantil por la Universidad de Castilla La Mancha. La nueva directora ha ejercido su labor en Granada desde 2015. En palabras de Sara Torres, «todo ello constituye una experiencia diversa y eficaz, que me permite una mirada amplia sobre la profesión, la cultura, el acceso a ella, o bien como interés turístico-económico». Torres nació y se formó en el mismo valle donde se ubica la Casona. Sara Torres conoce su legado y cree firmemente «en la necesidad de darle un impulso a este importante fondo bibliográfico y museístico como motor cultural y económico, para conseguir así, darle la difusión que la Casona, Tudanca y el Valle del Nansa realmente se merecen».

La nueva directora ya ha manifestado su deseo de volver a Cantabria y trabajar a favor de «una de las instituciones más importantes de la cultura en nuestra región, y fuera de ella, de su puesta en valor y a contribuir a su conocimiento». Zuloaga, en su visita en abril a la Casona, considerada clave dar este paso para «trabajar en la conservación y divulgación del centro». La Casa Museo de Tudanca, cedida por José María de Cossío, inició su andadura en 1982, reinaugurándose en julio de 2000 tras acometerse diversas obras. En este centro, el arte y la literatura tienen un reflejo único, y también su mobiliario, dotado de numerosas piezas que integran una colección heterogénea. La biblioteca que reunió Cossío supera los 18.000 volúmenes, más de 130 manuscritos literarios, a los que se une el archivo epistolar y fotográfico. El pasado año Cultura anunció un Plan Estratégico para devolver la proyección a esta joya de la Edad de Plata.