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Las editoriales cántabras registraron en 2018 un total de 647 nuevos títulos, frente a 267 en 2017, lo que supone un aumento del 142%, según datos de la Agencia del ISBN. De los 647 nuevos títulos, 410 son digitales, el 63,4% del total, frente al 25% de media en el conjunto del país. El conjunto de las editoriales españolas registró 76.181 nuevos títulos durante el año 2018 en todos los formatos y en todas las lenguas. Con respecto al año 2017, las editoriales españolas registraron 11.111 títulos menos, lo que supone una disminución del 12,72%. La mayor parte del descenso de libros registrados proceden de los títulos digitales, que sin embargo en Cantabria aumentaron de 25 a 410.
Los editores cántabros desconfían de unas cifras que van al revés que en el resto de España. Frente a la caída en el número de títulos publicados, sobre todo digitales, en Cantabria el repunte es espectacular. «Desconocemos qué empresa editora ha sido capaz de publicar más de 400 libros digitales en Cantabria el año pasado», indicó Jesús Herrán, presidente del Gremio Cántabro de Editores. Reconoce que a nivel nacional es una buena noticia que se publiquen 11.000 libros menos: «Parece que llegó la sensatez después de la crisis», dice. Sin embargo, su análisis toma otro camino porque entiende que «el mercado editorial es un gigante con pies de barro basado en la novedad más que en los libros de fondo. Se generan muchos libros y se lee poco», aclara Herrán. Por eso cree que estamos viviendo «en una burbuja. No se entiende que las estadísticas concluyan que se lee menos y, a la vez, se publique más».
Otra cuestión que le preocupa es que el mercado se base en novedades y «si buscas un clásico no lo encuentras en las librerías, salvo los de lectura obligatoria en colegios e institutos». La lectura que hace de esta situación es que «se lee menos y se reflexiona menos. Hoy la sociedad se guía más por la inmediatez y la rapidez de la comunicación», indica. Por eso, para el presidente del gremio el debate no está en si leer en papel o digital, está en si leer o no leer.
Javier Fernández está al frente de la editorial El Desvelo, que acaba de cumplir diez años. Su opinión es que el mercado editorial ha salido de la crisis y está mejor, pero con matices. «Como editor hubiera dejado de existir hace mucho si mi mercado fuera estrictamente el de Cantabria», puntualiza. A su juicio, el sector mejoraría mucho si las bibliotecas recuperasen su capacidad de comprar libros. Confía en que así sea porque producir libros solo para Cantabria «es más una declaración de intenciones que una apuesta segura. Yo edito para todo el país y, aunque en ningún lugar está la situación como para tirar cohetes, hay más masa crítica de potenciales lectores y por lo tanto más posibilidades de poder vivir haciendo libros».
Parecido a lo que piensa José Luis Fernández, de ediciones Tantín. «Aunque se continúan realizando ajustes, los momentos más difíciles ya han pasado». En cuanto al futuro del sector, señala que las estadísticas sitúan a la lectura como la segunda actividad cultural favorita de los españoles, solo por detrás de escuchar música.
A Ramón Villegas, de la editorial Librucos, le sorprende también la cantidad de libros digitales editados en Cantabria en el último año. Y reconoce que «el sector se encuentra en franco retroceso» porque en la cadena autor-editor-distribuidor-librero, «son los tres últimos eslabones los que mayores dificultades están teniendo». Señala como culpable al descenso de las ventas debido a los cambios en los hábitos de compra, la crisis económica, internet... Y concluye que «las expectativas de futuro no son muy buenas, aunque no se vislumbre a corto plazo una hecatombe que haga peligrar el grueso del negocio editorial».
Madrid y Cataluña fueron las dos comunidades cuyas editoriales registraron un mayor número de títulos a lo largo de 2018, 26.995 (35%) y 17.508 (23%), respectivamente. Madrid ha subido cinco puntos con respecto a 2017, y se ha puesto a la cabeza en el registro de títulos, mientras que Cataluña ha bajado doce puntos. Hace dos años se produjo un incremento notable de los registros de libros procedentes de Cataluña, lo que explicaría la caída de este año. Tras estas comunidades se sitúan Andalucía, con 14.163 títulos (19%), 619 más que en 2017; Comunidad Valenciana, 5.904 (7,7%), un incremento de 253 títulos; Galicia, 2.161 (2,8%), con 234 títulos más; País Vasco, 1.742 (2,3%), 570 títulos menos; y Castilla-La Mancha, 1.066 (1,4%), 25 títulos menos. Madrid y Cataluña son también las comunidades que mayor número de títulos digitales han registrado con 7.980 y 3.781.
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