![«Las series y la televisión tienen más peso, pero el cine ni ha muerto ni morirá»](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/201902/05/media/cortadas/41966656-kYpC--624x390@Diario%20Montanes.jpg)
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Historiador del cine y audiovisual y crítico cinematográfico, José Luis Sánchez Noriega (Comillas, 1957) hablará hoy en el club de lectura de la Universidad de Cantabria sobre 'Literatura y cine: una historia de intercambios y transformaciones'. Su pasión por el cine surgió de niño, en ... Comillas, viendo rodajes de películas. Hoy es autor de manuales, libros y anuarios, profesor de Historia del Cine en la Universidad Complutense de Madrid y fiel espectador.
–Viene a Santander para hablar de literatura y cine, ¿una relación de amor, de odio o de amor-odio?
–Siempre conflictiva, porque los espectadores se pueden inclinar por la novela o por la película. ¡Y no digamos los novelistas!, que nunca están satisfechos del trabajo de los directores, salvo en raras excepciones.
–Experto en cine, ¿qué le han parecido los Goya, en lo bueno y en lo malo?
–Este año no había grandes películas, aún así creo que el Goya a la Mejor Película para 'Campeones' está un poco sobrevalorado. 'Campeones' es una película con mucha emoción y muy oportuna para dar visibilidad a las personas con discapacidad, pero eso no son valores cinematográficos, son valores humanistas o de compromiso social. 'El Reino' es una película estupenda. También es discutible que Jesús Vidal, Goya al Mejor Actor Revelación, sea un actor. Es como si coges a un niño de 3 años y le pones delante de una cámara y hace exactamente lo que tu le dices que haga. Pero no hay trabajo de creación o interpretación.
–Entiendo que su Goya es para 'El Reino'.
–Sí. 'El Reino' no es una película fácil, es una crítica política con un ritmo excelente y un argumento que mezcla muchas cosas y, en el fondo, lo que queda es un dilema moral y la justificación de un comportamiento delictivo. Es muy buena.
–Los Goya también premiaron a 'Roma', ¿qué le ha parecido?
–Es una película espléndida. La acción en blanco y negro está muy bien porque nos remite al cine neorrealista italiano de los años cincuenta. Desde el punto de vista visual es magnífica y sólo voy a resaltar dos planos secuencias, el parto y la escena de los niños en la playa. Otro valor interesante es que Alfonso Cuarón rememora su vida familiar y hace un retrato crítico de sus padres, nada complaciente, pero tampoco es un ajuste de cuentas. También está el trasfondo de México y los conflictos de los años sesenta. Tiene muchos valores.
El título. 'Literatura y cine una historia de intercambios y transformaciones', enmarcada en las actividades del Club de Lectura de la Universidad de Cantabria.
El momento Hoy, a las 19.30 horas, en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria (C/Sevilla).
–La película se estrenó en Netflix. ¿Qué ha supuesto esta plataforma para el cine?
–Ya no se puede preguntar si Netflix es bueno o malo, porque ya está aquí, nos guste o no nos guste. Netflix es un revulsivo para el cine, pero en Madrid, 'Roma' ha llegado a los cines después de pasar por la televisión y la gente sigue acudiendo a las salas. Las salas de cine como espacio de espectáculo no han muerto aunque los espectadores seamos minoría. Netflix está produciendo mucho, pero no es un cine de consumo masivo y comercialote, sino que está dando cancha a gente que tiene algo que decir y eso ya es un valor.
–Dice que el cine no ha muerto, ¿Puede morir?
–El cine muere transformándose. Muere en el sentido de que la televisión y las series tienen ya más peso que las grandes películas. Pero el cine ni ha muerto, ni morirá, seguirá existiendo como espectáculo. En casa no hay público, espectadores ni espectáculo. Igual se limita a unos días al año, pero nunca morirá. Siempre quedarán los cines pequeños, en versión original o las filmotecas con un público muy fiel. Gente con el ritual del cine muy asimilado.
–Hablando de filmotecas, la consejería de Cultura de Cantabria va a sacar a concurso público la plaza de director. ¿Qué le parece?
–Creo que una plaza como la de director no puede ser a dedo, debe haber algún tipo de filtro o mecanismo para que los profesionales puedan acceder a ella. No puede ser un puesto vitalicio y creo que una renovación es buena. Es lo que está haciendo el Estado en los museos, teatros, orquestas, danza...
–¿Usted cómo descubrió el cine?
–Me vino por doble vía. De niño, en Comillas, veía rodar películas y me rechifló. En los Goya salió un trocito de la película de Narciso Ibáñez Serrador, 'La residencia', rodada en el Palacio de Sobrellano. Y luego, estudié Bachillerato interno en Villacarriedo y el padre José Antonio Álvarez Gómez nos ponía una película cada mes y hacíamos cinefórum. Eso alimentó más mi interés.
–¿Qué le ha enseñado el cine?
–El cine habla de la condición humana, cómo somos los seres humanos de distintas edades, culturas y creencias. El cine te sirve para conocer más el mundo en el que vives. Y como arte, te sirve para educar la mirada y tu pensamiento estético, admirar la belleza, la creatividad, el ingenio y la sorpresa. Es disfrutar de lo más sublime que hay en el mundo, el arte con mayúsculas.
–¿Cómo está el panorama del cine en España?
–España tiene un buen nivel en cuanto que se está produciendo una regeneración generacional. La generación de José Luis Garci, Manuel Gutiérrez Aragón... ya se ha jubilado y ha llegado una generación de mujeres que empezó en los noventa, y otra de jóvenes, muy inquieta, valiosa y con un grado de creatividad grande. El cine español es hoy más internacional, más cosmopolita. Directores como Amenábar o Coixet ruedan en otros idiomas. Y, por otro lado, el volumen de películas rodadas al año, más de cien, es muy importante.
–Su tesis doctoral fue sobre Mario Camus, ha estudiado a fondo el 'Universo Almodóvar', ¿quién es su director diez?
–De los clásicos, Billy Wilder, que no tiene una película mala. Y entre los actuales, me gusta Paolo Sorrentino, inquietante y sugerente. En España, admiro mucho a Icíar Bollain, una directora con talento y sensible a los conflictos contemporáneos.
–¿Qué ingredientes le pide a una buena película?
–Que me diga algo, no solo que me cuente algo, que me sorprenda y me emocione un poco.
–Santander volverá a celebrar la Semana Internacional de Cine, ¿qué le parecen estos eventos?
–Es una oportunidad muy buena porque crean afición. No hay que buscar el glamour o al alfombra roja, sino celebraciones que creen cinefilia. Hay que crear cantera y deberían apostar más por ello en las escuelas. Igual que hay clubes de lectura, debería haber un club de cinefilia, aunque me gusta más hablar de cinéfago, porque nos alimentamos de las películas.
–No podemos terminar sin saber cuál es su película favorita.
–Hay muchas, pero voy a dejarlo en dos: 'La gran belleza' de Paolo Sorrentino, una película con muchas cosas dentro, y 'Perdición', de Billy Wilder, cine negro con mayúsculas. Pero podría decir muchas más y si me lo preguntas mañana igual te digo otros títulos.
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