Secciones
Servicios
Destacamos
Sorprender, sorprende. La exposición 'Martin Creed: Amigos' que se acaba de inaugurar en el Centro Botín no deja a nadie indiferente. Algunos visitantes conectan rápidamente con la intención del controvertido creador británico de convertir los espacios del edificio y su entorno en una intervención ... festiva y musical. Otros, sin embargo, no acaban de entender su nueva comparecencia expositiva y hasta se cuestionan que esté dentro de los cánones artísticos. Eso sí, la mayoría coinciden en que la sorpresa está asegurada.
La del martes fue una mañana tranquila en el Centro Botín. Coincidieron en la sala un numeroso grupo de amigos a los que une su afición por los coches clásicos y que han recorrido Cantabria esta semana, algún que otro turista de paso por la ciudad y varios santanderinos a los que la curiosidad, tras ver las informaciones sobre la nueva propuesta expositiva les llevó hasta el edificio de Renzo Piano. Y sus opiniones fueron tan dispares como sus procedencias.
La primera de las sorpresas les aguardaba en el ascensor del edificio. Cuatro músicos en su interior ataviados con un «extraño ropaje», diseñado también por el creador, amenizan el trayecto desde la calle a la sala con una divertida puesta en escena según el elevador suba o baje. Así comienza una experiencia que sale de la sala y se extiende por el edificio y sus alrededores y que se podrá visitar hasta el próximo día 9 de junio. Y es que Martin Creed, que en el 2001 ganó el famoso Premio Turner con una habitación donde la luz se apagaba y encendía en intervalos de cinco minutos ( 'The lights going on and off'), combina música, murales y luces para sorprender al público del Centro Botín.
Inmaculada | Santander
El artista compone sus intervenciones con varios elementos, desde pinturas y dibujos hasta esculturas, sonidos, imágenes en movimiento y presentaciones en vivo. En este caso, ha optado por desplegar un gran número de pinturas murales más allá de los límites de la sala transformando decisivamente la percepción del espacio. Algo que el madrileño José Manuel y el catalán Paco, no acaban de entender. «Sorprendente sí es, pero hasta cierto punto me he sentido un poco incomodado. Probablemente sea porque no acabo de entender el mensaje de este creador. Al menos a mí no me llega», dice a modo de disculpa el madrileño. Forma parte de ese grupo de amigos de los coches clásicos que llegan a la sala en una visita guiada que se ha divido a su vez en otro dos grupos. En uno, los hombres, en el otro las mujeres.
Dulce | Gijón
Los varones, entre los que se encuentran José Manuel y Paco, se muestran más reacios ante la propuesta. «Subía fascinado tras ver la sala de autores impresionistas y esto me ha dejado bastante frío. Reconozco que cuando la guía me ha explicado que es una performance y me ha dado algún dato más del artista he podido comprender lo que Martin Creed ha querido explicar, pero así todo sigue sin gustarme», afirma José Manuel. Paco se muestra aún más crítico. «Con esta exposición me pasa lo mismo que con otras que he podido contemplar en otros museos como el Guggenheim y es que al final me termina gustando más la arquitectura que lo que se muestra en su interior que me parece que no vale para nada».
El grupo de mujeres, sin embargo, se confiesa más entusiasmado. Nisa Goiburo, una artista tolosana, entusiasmada de poder disfrutar «por fin» del Centro Botín. Define la actual propuesta como «muy luminosa y esperanzadora». Cree que la inclusión de la música «le da un aire nuevo». «El canto es un arte mayor que todos llevamos intrínseco y que no necesita ningún elemento exterior para crear», reconoce.
José Manuel | Madrid
Junto a ella, las barcelonesas Ramona y Roser, también tienen una opinión más favorable que los hombres. En uno de los grandes murales se repite una y otra vez la palabra refugiado. Durante la presentación de la exposición, el artista explicó que, en el mundo hay muchos refugiados, y por eso tenían que estar también en su propuesta.
A Ramona el mensaje le llega. «A mí me parece toda una experiencia», asegura, y cree que es una forma «muy original de llamar la atención sobre este tema». «Está claro que se trata de un artista muy innovador y detallista, ha diseñado hasta los uniformes que llevará el personal del Centro durante la muestra y esto es algo que no había visto nunca», dice Roser. Unos trajes, que aunque ella no sepa, ha pintado con 82 tonalidades diferentes.
Los músicos tras su intervención en el ascensor se han trasladado a la sala para interpretar distintas partituras compuestas por Creed durante el taller que impartió en la Fundación Botín en las últimas semanas. La música suena ininterrumpidamente durante el horario del Centro -los pases son cada hora con descansos de veinte minutos- y ese ambiente «impacta» a Dulce, una trabajadora social asturiana que ha llegado a pasar el día a Santander con su amiga Chusa. «Creo que Martin Creed rompe los moldes de lo que es una exposición normal y, en este caso, la actuación musical, los murales de colores y el blanco y negro de la palabra refugiado dan mucho que pensar». Chusa señala que el recibimiento que tuvieron en el ascensor «nos dio una pista de lo que íbamos a encontrar» pero que aún así, toda la propuesta es «sorprendente, gratamente sorprendente».
Paco | Tarrasa
¿Y qué opinan los santanderinos? Inmaculada confiesa que llega a la sala con una gran expectación provocada por todo lo que ha visto en los medios de comunicación. Pero luego ya, 'in situ', no acaba de entender el concepto. «¿Que qué me parece? Extraño. Desde luego es algo que no he visto nunca antes». Una propuesta que, acaba reconociendo, no logra convencerla.
Genaro, otro santanderino que visita por segunda vez el Centro Botín, sale más convencido. «Me imaginaba lo que me iba a encontrar y así todo me ha sorprendido. Merece la pena venir a visitarla», dice. En lo que ya no está tan de acuerdo con otros visitantes es en su lado novedoso. «Las performances entraron en los museos en los años sesenta, así que tan tan nuevo no es».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.