Secciones
Servicios
Destacamos
Entre la sorpresa, la pesadumbre y con una gran incertidumbre, distintos representantes del sector cultural de Santander y de Cantabria lamentan la dimisión de Enrique Bolado como director general de Cultura de la ciudad. Sobre todo, valoran sus amplios conocimientos de un sector ... que pocas veces ha sido escuchado y también sus habilidades en el manejo de cuestiones administrativas, un compleja maraña en la que, según señalan a este periódico, Bolado sabe moverse con soltura y con las herramientas necesarias. Por ello solicitan, casi ruegan, que su salida no impida que los proyectos que este inició puedan ponerse en marcha y confiesan cierta inquietud por el futuro cultural de la ciudad.
Ángel Astorqui, presidente de la Asociación de Plataformas Culturales (Pecca), reconoce que la figura de un director general es imprescindible. «Por eso estábamos muy satisfechos con su nombramiento porque al fin habíamos empezado a andar el camino». Según señala, «doy fe de que Enrique Bolado estaba construyendo un plan interesante para la ciudad y espero que su salida del Ayuntamiento no suponga un paso atrás».
Luis Alberto Salcines, gestor cultural y presidente de la Fundación Bruno Alonso, cree que el trabajo que ha desarrollado Enrique Bolado en estos meses se ha notado para bien. «Proviene de la Cultura, la respeta y milita en ella y pese a la falta de medios y el poco tiempo que ha estado ha puesto en marcha proyectos bien interesantes», asegura.
Para Salcines es muy llamativo que hace escasas semanas también haya renunciado a su cargo como concejala de este área María Luisa San Juan y observa que «tanto ella como Bolado se han ido de una forma respetuosa y sin cargar contra nadie. Respeto sus formas y me gustaría que el actual concejal, Javier Ceruti, diera explicaciones de que es lo que pasa en ese departamento para que se hayan producido estas dos dimisiones».
La también gestora cultural Almudena Díaz es la directora de la Fundación Santander Creativa y, en los últimos meses, ha mantenido contacto directo con Bolado. «Ha sido muy fácil trabajar con él. Es una persona conciliadora, dialogante y con grandes conocimientos no solo del sector sino también de Derecho Mercantil lo que ha facilitado las tramitaciones de proyectos que durante años estaban encalladas por problemas administrativos». Recuerda esta gestora que la llegada de Bolado al Ayuntamiento supuso un impulso para dos de los proyectos culturales más importantes de la ciudad como son la llegada del Reina Sofía con los fondos del Archivo Lafuente y la reforma de la Biblioteca Menéndez Pelayo. «Su implicación con el trabajo de la Fundación Santander Creativa también ha sido absoluta». Por último, Almudena Díaz recuerda que Bolado tenía una idea súper clara de la ciudad cultural que necesita Santander y en la que trabajaba con ilusión pese a la escasez de medios. «Su marcha abre ahora un periodo de incertidumbre».
Marcos Díez, director de la Fundación Santillana y exdirector de la Fundación Santander Creativa, también valora los conocimientos del hasta ahora director general. «Llevo un par de años alejado de la cultura de Santander y no he estado encima del día y a día de su gestión y de los detalles. Imagino que las trabas burocráticas, el lento ritmo de la administración y los obstáculos diarios hayan sido para él una especie de tela de araña. Pero conozco a Enrique Bolado y sé de su implicación y de su visión y creo que es una pérdida muy significativa para la ciudad».
Juan Riancho, director de Artesantander, asegura estar «hondamente preocupado» por el futuro cultural tras la renuncia de Enrique Bolado. «Es una tragedia porque es imposible encontrar a una persona como él para este puesto», afirma. ¿Y por qué? Porque para este veterano galerista, Bolado «es una persona independiente, con un gran bagaje cultural como pocos tienen en esta ciudad y que ha sido capaz de hacer en once meses lo que otros han sido incapaces de hacer en varias legislaturas». Y concluye: «Yo lucharía para que volviese».
De forma similar, Juan Silió, presidente de la Asociación de Galeristas de Cantabria cree que esta dimisión es una «triste noticia». «Su presencia durante estos meses ha sido un revulsivo en la lentitud de movimiento de la cultura municipal. Su experiencia en la cultura y en la Administración han hecho de él un gran defensor de los intereses de ambas partes, poniendo en marcha proyectos atascados durante meses y muchos otros nuevos que deja encarrilados. Todo ello da fe de su eficacia en el trabajo directamente relacionada con el conocimiento del sector y la dedicación con la que se ha empleado. Desde el comienzo de la pandemia, su preocupación por el estado de las galerías ha sido constante ofreciendo soluciones en el momento que más se necesitaba». Silió también lamenta «que se vaya sin terminar de hacer la limpia que se pide a gritos desde hace tanto tiempo. Confío en que, quien lo sustituya sea igual de sensible con el sector como lo ha sido él».
A el poeta Juan Antonio González Fuentes, director del Archivo Lafuente, le cuesta mucho valorar la dimisión del director general de Cultura «porque somos amigos desde hace 33 años y es un referente cultural para mí». Sin embargo, y dejando de lado lo personal, reconoce que Enrique Bolado «reúne tantas condiciones para ese cargo que va a ser imposible encontrar un candidato con tantas cualidades y no solo porque forma parte de la alta cultura, también por sus conocimientos jurídicos tan necesarios en la Administración». González Fuentes también valora que durante estos meses haya encauzado proyectos de envergadura como la instalación del Museo Reina Sofía en la ciudad y las rehabilitaciones del MAS y de la Biblioteca Menéndez Pelayo. E insiste: «Es evidente que conoce como nadie los recovecos de la Administración lo que ha facilitado y agilizado la realización de los trámites más costosos».
El asesor de las actividades culturales del Puerto de Santander, Carlos Limorti, es otro de los amigos de Bolado que lamenta su marcha. «Me alegré mucho cuando alguien tan capacitado como él acepto ese puesto, porque conoce como nadie la cultura de la ciudad, el funcionamiento de la Administración y los temas legales que la rodean. Por eso su dimisión me parece una mala noticia», dice. Limorti también considera que durante su gestión «se han agitado muchas cosas que iban a ser importantes para la ciudad a corto y medio plazo» y por eso solicita a la persona que lo sustituya «que no eche a perder todo ese trabajo».
La Acepae es la asociación cántabra de artes escénicas. Su presidenta, Alicia Trueba, habla en nombre de todos los componentes del colectivo, y señala que «es una pena que Enrique Bolado se haya ido. Era una persona con quien se podía hablar y que había iniciado cambios interesantes para el sector de las artes escénicas en la ciudad. Era la primera vez que Santander tenía a alguien específico en dirección General de Cultura, una figura importante para la ciudad».
El editor Jesús Herrán, hasta hace unos meses presidente del gremio, subraya la ilusión con la que Bolado aceptó es cargo. «Pero creo que poco a poco se fue desinflando a causa de las trabas políticas que se ha ido encontrando en el camino». Herrán asegura que hace pocos días hablaron de algunos proyectos que tenían en marcha como la celebración de la Gala de las Letras de Santander y posibles títulos para el libro que los editores y el Ayuntamiento publican con motivo de la Feria del Libro. «No hemos sabido aprovechar a una persona de su valía», asegura Herrán para quien solo la capacidad de trabajo superaba la ilusión que ponía en cada uno de sus proyectos. «En las últimas semanas ya nos planteaba sus dudas sobre su continuidad en el puesto. Supongo que también le ha influido la jubilación de Enrique Álvarez del que mamó muchos conocimientos. Ahora llega un periodo de gran incertidumbre porque va a ser difícil encontrar un sustituto. Su marcha me lleva a hacer una reflexión y es que los políticos deben de recordar que no es necesario hacer la vida imposible a otros para mantenerse en su puesto».
La librera Paz Gil quiere, en primer lugar, destacar y reconocer la «labor esencial» que estaba desempeñando como director general de Cultura y como gran gestor cultural «pero además, y sobre todo, como gran conocedor y experto de sus distintas áreas. Pues, si bien era conocido por su trayectoria en la Filmoteca, no lo era menos por sus intervenciones en la mundo de la música y las letras». Las librerías, según indica «recuperamos un gran lector, pero sentimos y nos apena profundamente, que la gran cantidad de proyectos que estaba poniendo en marcha desde el Ayuntamiento, y que iban a nutrir el entramado cultural de la ciudad no puedan continuarse bajo su compromiso y dirección. Confiamos que la persona que le suceda, entienda la entidad y la importancia de los mismos, y que el germen que Enrique ha sembrado en este, apenas, año de responsabilidad, fructifique igualmente en el futuro».
La valoración de la Asociación Cultural La Vorágine es que: «Es difícil opinar sobre la dimisión de un director general de Cultura que no conocemos y que era responsable de unas 'políticas' que solo prestaban atención a los megaeventos y a los espacios culturales faraónicos por los que apuesta el Ayuntamiento. La única referencia que tenemos de su trabajo es la fallida 'Bibliofurgo' que, por cierto, jamás llevó libros y no sirvió, cómo había anunciado, para ayudar a las librerías de la ciudad en pleno confinamiento. En todo caso, lo importante para La Vorágine es la política pública sobre cultura para Santander, no quién la dirija. A pesar de los años dedicados al Plan Director de Cultura seguimos sin plan de cultura real y pegado a la ciudadanía».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.