Cómo atrapar el aleteo de los segundos

«La grandeza del periodismo es que se escribe sobre la inmediatez de lo experimentado, atrapa el aleteo de los segundos como quien clava mariposas en un corcho». Del suceso al acontecimiento, del detalle al reflejo de una época. Son crónicas que parecen cuentos, pero también historias que «resultan insólitas y alucinantes». Con Rosa Montero el lector aprende a mirar, a escudriñar, a interrogarse, a formar parte de una cómplice comunidad en la que uno se asoma con el prurito de descubrir el mundo. «No hay que dejarse llevar por la imaginación. El texto más redondo no es el mejor, periodísticamente hablando, si lo que cuentas no está documentado». La periodista y escritora (Madrid, 1951) ha compartido en un volumen su inmersión «en tiempos intensos y tumultuosos». Y el fruto es un libro que supone un abrazo extraño de realidad y transparencia literaria. 'Cuentos verdaderos' (Alfaguara) reúne las crónicas y los reportajes que Rosa Montero publicó en El País –su «casa periodística»– durante el periodo 1978-1988. A juicio de la narradora, «una década esencial en la construcción y modernización. Reflejan una España turbulenta y caleidoscópica que intentaba encontrar su lugar en el mundo, con un Estado débil, un paro que se multiplicaba cada año, unas instituciones obsoletas, un terrorismo brutal...». Son crónicas que «nos trasladan a territorios remotos» donde la textura de la escritura de Montero es inconfundible. Precisión, rigurosidad, documento y esa madeja tensa y fina, despojada de lo que suma pero que no añade, exenta de artificio, pero atando en corto al lector más distraído. Confiesa su autora que los escritos reunidos en su última obra, ordenados de forma cronológica, no responden a la presentación literariamente más equilibrada ni a la más atractiva, pero creo que es la más verdadera, la que nos comunica mejor el ritmo de la década».

La autora de 'El peligro de estar cuerda' subraya, además, que en la elección de muchos de los temas, se revela su gusto por lo lumpen y lo canalla, «porque siempre he creído que es ahí, en las oscuras trastiendas de la sociedad, donde la vida se manifiesta con menos maquillajes, más pura, más auténtica, tanto en lo malo como en lo bueno». Los años «turbulentos, caleidoscópicos, llenos de violencia y de esperanza al mismo tiempo» atraviesan un libro en el que aparecen la matanza de los abogados de Atocha, el intento de golpe de Estado, las vísperas del éxodo en Riaño, la gira del Papa por España, la de Miguel Ríos con su exitosísimo 'Rock and Ríos, el juicio por la desaparición del Nani, los estragos de la droga, los del terrorismo...

La realidad parece otra cuando se sigue el rastro de Montero, Premio Nacional de las Letras Españolas, ese eco de relatos de algo enquistado en el tiempo que va mutando con el poso que deja el lenguaje y el vínculo con las palabras que construyen una nueva mirada al pasado. La propia Rosa Montero describe el desafío de la identidad que habita en los textos: «Están escritos con las mismas técnicas narrativas con las que se escribe un relato, como, por ejemplo, la reconstrucción de la matanza de los abogados de Atocha (otro hito, este atroz, de la Transición), que podría ser un capítulo de una novela negra. Esta técnica narrativa aplicada al periodismo supone un esfuerzo descomunal, porque no puedes inventarte nada». La autora de 'La hija del caníbal' ha alternado en su trayectoria novela, relatos, incursiones en la literatura juvenil, volúmenes con sus artículos y todos los géneros del periodismo, como sus célebres entrevistas. Aquí hay fechas, datos, puntos de vista, detalle y testimonios, una radiografía que es historia y crónica, documento y revisitación, Pero sobre todo las entrañas de su compilación rezuman un sincero acercamiento a la realidad que nos devuelve muchos de esos fragmentos que llamamos memoria. En la confluencia de la cronista y de la autora de ficción, el lector se sitúa como un equilibrista entre el vértigo de las historias y la atalaya de una mirada única sobre el mundo.

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