Cosecha del 24

La añada narrativa de este 2024 nos ha traído tanto obras de autores ya consolidados como nuevas entregas de autores emergentes. Resultaría difícil ofrecer un registro exhaustivo de la producción literaria tanto de los autores cántabros como de los sellos editoriales de la región, por lo que tendremos que conformarnos con un vistazo breve –y no excluyente, ni mucho menos– a tan nutrido panorama.

Entre los nombres más reconocidos destaca el de Gonzalo Calcedo, considerado el gran cuentista español en la actualidad. Cada nuevo libro del escritor cántabro es toda una celebración: una mirada lúcida y compasiva a lo más recóndito de nuestra intimidad, y un alarde literario con el que retratar la complejidad de la vida contemporánea. Se trata de poner el foco en un instante concreto y dejar hacer a sus personajes. Que se cuenten a sí mismos. Su última entrega es 'La chica que leía El viejo y el mar', editado este otoño por la editorial Menoscuarto.

La escritora y periodista santanderina Nuria Labari, con 'No se van a ordenar solas las cosas' (Ed. Páginas de Espuma), retomó también el relato breve en una nueva entrega que consta de siete cuentos con los que nos adentramos en su particular universo poblado por personajes y situaciones de la cotidianidad contemporánea pero salpicado también de referencias culturales; por ejemplo, a Leonora Carrington y sus 'mujeres conciencia', o a la escritora polaca Wislawa Szymborska, de cuyo poema 'Fin y principio' toma prestado el título del libro.

Luis Rodríguez publicó con KRK su séptima novela, 'Visaje', en la que bajo la apariencia de una novela negra –un periodista que investiga un crimen– estructurada en forma de diario, en realidad construye un artefacto literario que usa y abusa de la intertextualidad, el homenaje y el guiño cómplice al lector, un maremágnum que no es sino la sutil recreación del caos más productivo: el que bulle en la mente de un creador.

Respecto a la edición 'con sello cántabro', la editorial Valnera sigue construyendo un catálogo exquisito, cada vez con mayor proyección nacional. En un año complicado, tras el fallecimiento de su autor franquicia, José Antonio Abella, le han rendido homenaje editando una obra singular, 'Cáncer imperator', donde el escritor convertía su lucha contra la enfermedad en una novela de aventuras. También destaca 'Un inglés en Cantabria', del infalible Jesús Carazo, en la que un atolondrado joven recién graduado tratará de sonsacar sus secretos literarios a un viejo escritor británico, refugiado en Suances tras el Brexit.

También Libros del Aire continúa posicionándose en el sector, con títulos como 'La intermitencia de las fuentes', de Fernando Calderón, novela de cántabros y romanos con fuertes dosis mitológicas, la micronarrativa de Carlos Rodríguez Mayo en 'Encrucijadas'.

Y todo un clásico, la editorial Tantín, recopiló en 'Mal menor' toda la narrativa breve del escritor Enrique Álvarez, más de cuarenta relatos –y algunas 'micronovelas'– escritos entre 1981 y 2015, en los que se aprecia un claro progreso estilístico y cómo la temática evoluciona al paso del pensamiento del escritor, subvirtiendo el orden habitual: de la nostalgia a la trascendencia.

Después del éxito internacional de su última novela, Juan Gómez Bárcena publicó en Seix Barral 'Mapa de soledades', un ensayo literario pero con trazas novelescas en el que el escritor explora diversas experiencias de soledad a través de la historia, desde la aventura real tras el personaje de Robinson Crusoe –el náufrago español Pedro Serrano– o la escritora Emily Dickinson hasta los modernos hikikomori japoneses, jóvenes que se niegan a salir de su habitación. A partir de estas realidades, y su propio recorrido biográfico, Gómez Bárcena reflexiona sobre un fenómeno que parece caracterizar a las modernas sociedades del siglo XXI, pero en realidad hunde sus raíces universales a lo largo de toda la historia y todas las comunidades humanas.

Ensayo de hondo calado es también 'España, juguete del oportunismo', editado por Renacimiento, donde el escritor y filólogo Germán Gullón reflexiona sobre el frentismo y la polarización política agudizados tras las últimas elecciones. E incluye, además, una pequeña sorpresa: unas memorias intelectuales del autor.

Otra grata sorpresa, con paisaje cántabro al fondo, fue 'La asturiana', de la académica belga Caroline Lamarche, descendiente de la familia Hazeur, artífices de la extinta compañía Asturiana de Zinc. En su relato irá desentrañando la apasionante historia familiar, una singular peripecia industrial que arranca en Centroeuropa a mediados del siglo XIX, para acercarse a una geografía que al lector le sonará muy familiar –Áliva, Hinojedo…–, donde los hechos económicos se entremezclan con la memoria histórica y aparece, por ejemplo, el maquis Juanín.

La editorial Contenidos logró que 'Tinta Salvaje', un cuaderno de campo de la fauna cantábrica a cargo del artista Nacho Zubelzu, alcanzara la tercera edición, y cierra el año con 'Crónicas secretas de la Guerra Civil en Cantabria', treinta visiones insólitas de la guerra con sorprendente material gráfico inédito, en gran parte procedente de los soldados de la Legión Cóndor que pasaron por la región en 1937.

El esfuerzo editorial más espectacular es el de Estvdio con 'Los orígenes de la cultura pop y rock en Cantabria', una obra monumental con más de cuatrocientas páginas a todo color que recoge la aventura de medio centenar de bandas surgidas en los ochenta y alrededores, además de buena parte de la actividad artística y creativa de la época, contada de manera pasional por el músico y escritor Jose Pellón, fundador de la mítica banda Melopea, con la colaboración de decenas de sus protagonistas.

Aunque, obviamente, 2024 ha sido sin duda alguna el 'año Pombo'. El escritor santanderino arrancaba el año con un reconocimiento a su novela 'Santander, 1936', distinguida en enero con el premio Umbral, en abril recibía el nombramiento de 'Cántabro del año' de manos de este periódico y coronaba el curso recibiendo nada menos que el premio Cervantes en noviembre. Entremedias, llegaba a las librerías su última obra de ficción, 'El exclaustrado', publicada por Anagrama, en la que fabula a un letraherido, Juan Cabrera, convencido, «como Mallarmé, de que todo existe para convertirse en libro». Como la venganza inesperada que tramará contra él un fantasma del pasado: un antiguo compañero en un convento benedictino y ahora profesor de derecho del sobrino de Cabrera.

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