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Todo lo demás era intemperie
Novela

Todo lo demás era intemperie

Ramón García Mateos convierte un pueblo salmantino real en su propio territorio mítico

Viernes, 18 de octubre 2024, 22:24

Cerralbo, el cerro blanco. Cerralbo, un pueblo del Abadengo, en la comarca de Vitigudino, Salamanca, o eso dicen los mapas. Pero también Cerralbo, la infancia de un escritor, que es casi tanto como decir el mundo entero entre los lindes del río, el convento, el aprisco hasta el que de cuando en cuando baja el lobo y los cables del único teléfono que por entonces había en el pueblo. Y que, traspuesta su geografía a las páginas de una novela, se convierte en un territorio mítico. Uno muy particular, en el que conviven dos realidades en apariencia irreconciliables, porque aunque su rasgo más determinante es la precariedad material, termina sintiéndose como una suerte de paraíso perdido en el que «el tiempo era infinito, desconocedores aún de que cada uno de nosotros somos la medida del tiempo, y los días se dilataban más allá del calendario, transgrediendo las fronteras impuestas por los hombres con el absurdo afán de domeñar la muerte».

Cuando el mundo se llamaba Cerralbo

Cuando el mundo se llamaba Cerralbo
  • Autor Ramón García Mateosa

  • Editorial Valnera, 2024

  • Precio 20 euros

Y así, con ese aliento poético, Ramón García Mateos (Salamanca, 1960) nos traslada a una época difusa, que suponemos a finales de la posguerra, en un entorno rural que no consigue sacudirse ni la pobreza secular ni la agobiante presión de una sociedad anclada en ... tiempos pretéritos: «en los pueblos casi todo el mundo está unido por lazos familiares, que contribuyen a lacrar los vínculos de la tribu».

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