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Un diálogo sobre el 'arte total'
Sotileza

Un diálogo sobre el 'arte total'

Cuatro jóvenes creadores reflexionan en el Espacio Ricardo Lorenzo del Coacan sobre el manifiesto de Theo van Doesburg que revolucionó la arqutectura hace cien años

Rosa M. Ruiz

Santander

Jueves, 2 de mayo 2024, 20:02

Hace cien años Theo van Doesburg presentó un manifiesto que revolucionó los principios de la arquitectura y el arte. Un texto que, bajo el título de 'Hacia una arquitectura plástica', expresa una serie de argumentos para detallar el ideal arquitectónico que definiría al grupo De Stijl, un movimiento artístico cuyo objetivo era la integración de las artes o el 'arte total'. Cuando se cumple un siglo de su publicación, cuatro jóvenes artistas cántabros, coetáneos y amigos, coordinados por el comisario y gestor cultural Raúl Reyes, quieren recordar y actualizar los preceptos del Manifiesto a través de sus obras para una exposición organizada por el Colegio de Arquitectos de Cantabria que se podrá visitar, de jueves a sábado, hasta el próximo mes de junio en el Espacio Ricardo Lorenzo. Se trata de Mina K, Manuel Minch, Néstor del Barrio y Amaia Bregel. Todos ellos ahondan en los principios de esa consigna que abogaba ya entonces por la abolición de la forma, la estructura elemental, la economía de medios y el uso de materiales preferiblemente reciclados. Su creación, como demandaba van Doesburg no está sometida a ningún tipo de formalismo estético preestablecido, huye de la simetría y del frontalismo, admite el uso orgánico del color como medio directo de expresión, creando con su ayuda un conjunto armónico en el nuevo campo espacio-temporal de cuatro dimensiones. Pero, sobre todo, su obra es un medio orgánico de expresión propia.

«El arte, como la arquitectura, no es algo estático y muerto»

Mina K Santander, 1992

«El arte, como la arquitectura, no es algo estático y muerto»

Los collages de Mina K están realizados con materiales utilizados en obras anteriores.

El trabajo que esta artista presenta en el Espacio Ricardo Lorenzo parte del principio nº3 del manifiesto de Theo van Doesburg que dice que: «La nueva arquitectura es económica, es decir, emplea sus medios elementales de la forma más eficaz y menos dispendiosa posible y no despilfarra estos medios ni el material». «Y esto es algo que tiene mucho que ver con mi práctica», explica Mina K. Reconoce que no concibe su obra como «algo estático o muerto» y que por eso suele utilizar o reutilizar soportes o elementos que ya ha usado en otras piezas. ¿Y cómo? Arrancando distintos elementos que en su día pegó en otros proyectos. De ahí, indica, ese título o definición de la propuesta para esta exposición: 'Cubrir', tal y como se puede apreciar en las obras que presenta en dos grandes bloques diferenciados en formato y técnica. Y es que, tal y como señala, el proceso de cubrir cada obra es ahora «generador» de una nueva imagen.

La artista se centra en el principio nº3 del Manifiesto sobre la economización de medios

La propuesta de Raúl Reyes de dialogar con otros artistas en torno al manifiesto 'Hacia una arquitectura plástica' le ha servido, según indica, para ahondar un poco más en los principios arquitectónicos que hace cien años plasmó Theo van Doesburg y actualizar los preceptos de entonces. «Otra de las cosas que me resultan muy interesantes del Manifiesto enmarcado en el movimiento De Stilj es que habla de la evolución de la forma aunque he preferido centrarme en ese principio de la economización de los medios porque me vi muy reflejada en él».

Desde un principio se volcó en la exposición porque siempre ha sentido una atracción por la arquitectura, el diseño industrial y especialmente el movimiento de la Bauhaus. «En todo lo relacionado con las formas y en cómo muchas veces la rama plástica de ese movimiento artístico aparecía desdibujada porque esas formas presentes en los grafismos propios del movimiento son directamente formas transcritas al papel o a otros medios que tienen mucho que ver con esas arquitecturas» y es que, otra de las cosas que diferencian sus trabajos de la de otros artistas, es que utiliza formas muy abruptas que relaciona con lo que se conoce como arquitectura brutalista. «Es algo que está muy presente en mi obra, pero con los años se ha ido afinando y sintetizando más. De hecho, las piezas que ahora muestra están hechas con las obras de otra serie que presentó hace cinco años y que en su día fueron menos sintéticas de lo que ahora muestra en la sala del Colegio de Arquitectos. «De tal forma que también hay un contraste entre un antes y un después en mi obra. He quitado color he tapado, he cubierto... y con todo eso que he retirado he hecho otra pieza que también incluyo en esta muestra», concluye.

«Todos hacemos objetos y los objetos están en los paisajes»

Néstor del Barrio Socabarga, 1994

«Todos hacemos objetos y los objetos están en los paisajes»

Néstor del Barrio utiliza en su obra elementos de televisiones obsoletas o estropeadas.

Establecer una relación entre la construcción de la imagen digital y la imagen (objeto) arquitectónica es lo que ha realizado Néstor del Barrio para esta exposición. El artista en sus obras pictóricas y escultóricas acostumbra a reflexionar sobre los procesos industriales, el mundo digital y la virtualidad, utilizando iconografía recogida de internet y poniéndola en diálogo con narrativas artísticas más tradicionales del paisaje. En la propuesta para el espacio Ricardo Lorenzo parte de televisiones obsoletas o estropeadas, sobre todo de pantallas de televisores de plasma, que interviene para hacerlas dialogar con diferentes objetos que le ayudan a plantear su mensaje y generar una nueva narrativa. «Se trata de relacionar los soportes más tradicionales con los más modernos de la imagen», dice. Las piezas también hablan del paisaje, del espacio, del objeto... Todos esos elementos que unen el arte con la arquitectura y, de alguna forma, con esos preceptos que escribió hace cien años Van Doesburg en el manifiesto centenario. «Una de las cuestiones que más me interesa de ese texto y del movimiento en general es que sus preceptos no sirven solo para la arquitectura porque en ellos se hablaba también de cuál es la idea de la luz, del objeto o del espacio que puede ser cóncavo o convexo... A mí, lo que más me interesa es la reflexión que plantea en torno al objeto». Su proyecto parte de esa misma idea y presenta una investigación sobre la imagen, con objetos que son propios y que contienen la imagen, para hablar de la arquitectura. Cómo ejemplo de esto, el creador que en julio se irá a Berlín para trabajar en una residencia artística, se detiene en una de las piezas que expone en esta muestra: Una escultura que se compone de negativos de fotos de elementos arquitectónicos. Uno de esos negativos está velado por el sol y el otro contiene una serie de paisajes de montaña que él cohexiona por medio de una serie de circuitos de antiguas televisiones. «Al final la escultura es también un paisaje», afirma. Y así, cada una de las piezas que muestra se centran en generar relaciones entre el objeto arquitectónico y el dispositivo electrónico.

Parte de pantallas de televisores para relacionar la imagen digital con la arquitectónica

La obra de Néstor del Barrio tiene en común con la arquitectura esa reflexión sobre el espacio, el objeto y la imagen. Sus piezas, y no solo en este proyecto, se acercan al concepto de pintura expandida, organizándose en instalaciones 'site- specifc' que se adecuan al espacio expositivo en el que se presentan como ocurre en este caso.

La relación que encuentra entre arquitectos y artistas es que «todos hacemos objetos y los objetos están en lugares, como el paisaje. Al final ninguno de nosotros podemos hacer muestro trabajo sin hacer paisajes».

«Hay que tener en cuenta el espacio y la magnitud del tiempo»

Amaia Bregel Santander, 1996

«Hay que tener en cuenta el espacio y la magnitud del tiempo»

Espacio, magnitud y color, los elementos principales de la escultura de Amaia Bregel.

«Todo mi trabajo tiene que ver con la arquitectura», explica esta creadora que además es profesora de dibujo técnico, algo que siempre está presente en su proceso artístico de la misma forma que las matemáticas o la física pues, según señala, una de las maneras de afrontar sus obras es planteárselas como una resolución de problemas.

Trabaja con el concepto de maqueta y con el color como recurso plástico

Y es que, aunque en sus inicios partía conceptualmente de cuestionamientos sobre la educación, en su trabajo como artista siempre le ha interesado la arquitectura en relación con el arte en lo que respecta a estructurar la forma. Sus esculturas conservan un fuerte vínculo con las maquetas arquitectónicas, con el uso del color como recurso plástico y por ello, tal y como explica también el comisario de esta exposición, Raúl Reyes, ese interés suyo por lo estructural y lo constructivo vertebra su propuesta. «He realizado dos obras nuevas basándome en algunos de los puntos que más me interesan del Manifiesto 'Hacia una escultura plástica' que hablaban de algunas claves que me han parecido interesantes como puede ser la dinámica de la forma a la hora de estructurar y que he reflejado en un dibujo. También he creado una escultura que trata sobre la arquitectura en cuatro dimensiones, eligiendo como esa cuarta dimensión el tiempo». Relaciona esa escultura, su pieza principal para la muestra, con uno de los preceptos del Manifiesto que dice que la nueva arquitectura tiene en cuenta no solo el espacio, sino también la magnitud del tiempo y que, a través de la unidad de espacio y tiempo el exterior arquitectónico adquirirá un aspecto nuevo y completamente plástico por medio del color.

Asegura que uno de los motivos por los que la arquitectura está presente en su obra plagada de formas «idealistas» es porque desde sus inicios uno de los temas que predominan es el del concepto de maqueta, «lo que conlleva trabajar, de forma precaria, la manera de cómo se relaciona el tiempo con el tamaño de la obra y por lo tanto cómo minimizar». El concepto de arquitectura también se aprecia en sus obras porque en ellas predominan las formas geométricas y están racionalmente ordenadas.

Para la realización de sus piezas, Amaia Bregel utiliza la materia pictórica como elemento estructural y son el fruto de un detallado estudio de materiales, tensiones y equilibrios. Su fragilidad, su cromatismo y diseño hacen pensar en un cierto caracter utópico, ya que les confieren una sensible belleza muy relacionada con la levedad. Otra de sus investigaciones tiene que ver con el concepto de módulo, de unidad así como acerca de los comportamientos estéticos de elementos de caracter constructivo.

«Las prácticas urbanas se replican a lo largo del tiempo»

Manuel Minch Santander, 1993

«Las prácticas urbanas se replican a lo largo del tiempo»

Manuel Minch juega con los códigos de comunicación para denunciar la situación del arte.

En el año 2021, Manuel Minch presentó su proyecto 'Cargo', un conjunto de traducciones materiales de las huellas que pueden aparecer en distintos procesos de tránsito. Para ello, y tal y como se puede mostrar en un gran mural que ocupa una buena parte de la sala de exposiciones del Colegio de Arquitectos, se inspiró en las marcas y códigos que identifican a distintos contextos sociales en los espacios, en las infraestructuras y en las redes de desplazamiento logístico e industrial de las mercancías. ¿Qué pasaría si en las puertas de las galerías los artistas pusieran una marca según un código propio en el que quedase reflejada si se vende mucho, pagan bien, si exponen siempre los mismos artistas... ? En fin, una especie de código como el que utilizan los ladrones para dar a conocer si la casa que quieren robar ya ha sido asaltada anteriormente o el que usaban los trabajadores itinerantes de la época de la Gran Depresión norteamericana que viajaban por el país en trenes de mercancías y dejaban constancia de sí en esos lugares en los que se detenían había trabajo o sí les podían dar de comer.

Las obras atienden a las huellas que dejan los sujetos en distintos procesos de tránsito

Otra pieza es una imagen subordinada al flujo del mercado global. Para lograrlo, cada una de las partes que componen la instalación está destinada a ser adherida a distintos contenedores de mercancías, entrando así en el flujo de comercio y provocando una deformación de la propia imagen en función de las rutas de transporte mundiales. En una tercera se inspira en una de las mochilas de los trabajadores de reparto a domicilio. De esta forma compone una obra que abarca el máximo territorio posible, mientras que a su avance propone un mecanismo de distribución contracultural que se aprovecha de los propios recursos estipulados por las dinámicas logísticas del transporte. Su trabajo está relacionado con la arquitectura desde la perspectiva de la problemática social en la que habita ya que con sus obras busca formas de actuación que funcionen inscritas en los márgenes con especial interés en las prácticas urbanas que parten de la colaboración y la generación de comunidad. Para ello vuelve materia pesada las distintas tensiones de la superestructura del mercado capitalista y remarca la evidencia de un orden social que se genera en contextos específicos y que se replican a lo largo del tiempo.Sus últimos trabajos toman conceptos como la precariedad, el estrés, la ansiedad y otros aspectos problemáticos que emergen en modelos de sociedad y convivencias actuales y otro de sus proyectos se puede visitar hasta el próximo mes de junio en la Galería de Juan Silió en Santander. Se trata de 'Asepsia' en la que hace su propia reflexión sobre el culto a la limpieza y el higienismo.

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