Diez referentes del cómic y la novela gráfica

Llega la esperada conclusión del último arco argumental de una de las series más aclamadas de las dos últimas décadas. Ganadora de varios premios Eisner y otros galardones, desarrolla una trama del género negro más clásico ambientada en un mundo de animales antropomorfos. Su protagonista es John Blacksad, un detective felino íntegro, duro y resolutivo, que arrastra sus propios fantasmas. Ambientado en el Nueva York de los años 50, en torno al protagonista se mueven personajes dispares y muy bien trazados, la mayoría también perseguidos por su pasado. Entre ellos, regresa un antiguo amor del detective. Y por fin se resuelven aquí todas las líneas argumentales abiertas en el tomo anterior. Las obras del metro y, sobre todo, la construcción de un ostentoso puente, ocultan un complejo entramado que mezcla ingredientes como la política, la prensa, el crimen, el poder desmedido y, por tanto, la corrupción absoluta. Hay asesinatos de por medio y, aun considerando hipotéticas especulaciones, los autores brindan alusiones muy poco veladas a empresarios reales que levantaron sus colosales fortunas en base a los elementos mencionados. A nivel gráfico, destaca la superlativa ambientación del lugar y la época, recreando a la perfección escenarios de todos los niveles sociales.

La esperada nueva novela gráfica de Jordan asombra por la originalidad de sus planteamientos dramáticos y narrativos. Una mujer sale a hacer un recado de noche y su novio se inquieta progresivamente ante su prolongada tardanza. Lo cotidiano cede paso a lo imaginario cuando le invaden las conjeturas más alarmantes, entremezclando lo hipotético con lo real sin transición. Sensación potenciada por la lectura de una novela cuya trama transcurre en paralelo y exacerba sus peores miedos.

Estrenando guionista, el cuadragésimo álbum de los irreductibles galos plantea una nueva estrategia del César para conquistarlos. Enviar a una especie de gurú charlatán que con sus actitudes y consejos de autoayuda suaviza la belicosidad de los aldeanos, e incluso de los legionarios romanos, convenciendo a la esposa del jefe para viajar a Lutecia. Lo que permite además satirizar la vida cosmopolita de la capital de la Galia, repleta de snobs y de equivalentes antiguos de los hípsters.

Un prepotente y amargado inspector de policía emprende el día de su jubilación un atípico viaje con su traumatizado hijo para resolver el caso que le atormentó toda su vida. Es una road movie donde Niimura utiliza los recursos del manga para conseguir la mayor expresividad con el mínimo de líneas. Su manejo de las herramientas narrativas otorga a la obra una efectividad contundente a la vez que un asombroso sentido de la velocidad y el ritmo.

Resiliencia, empoderamiento y el caprichoso destino es lo que brinda esta obra protagonizada por una jovencita que desafía las rígidas normas sociales de principios del siglo XX. Cuando su prometido desaparece en una expedición a Finlandia decide ir a buscarle contra todo pronóstico, descubriendo inesperadas revelaciones, así como nuevas expectativas humanas e incluso existenciales. Además, existe una carta que cambia el sentido de la historia y que el lector puede abrir al terminar el álbum.

La multipremiada autora de «Persépolis» coordina y participa en un libro colectivo que rememora el asesinato hace un año de Mahsa Amini por parte de la policía iraní. Una brutal paliza acabó con la vida de la joven por no llevar bien colocado el preceptivo velo. A las protestas contra la represión político-religiosa iniciadas por las mujeres se unieron también los hombres, cuestionando todos ante los ojos del mundo el tiránico régimen de los ayatolas. Una opresiva y compleja coyuntura, cuyas claves se analizan en estas páginas: la estructura de poder, la vigilancia, los mártires, la vida familiar, el papel de la mujer, la corrupción, la diáspora o los actos de rebeldía son algunos de los temas que se dilucidan desde diversos ángulos.Aludiendo en el título a la consigna expandida por opositores y manifestantes en todo tipo de medios, el volumen cuenta con la participación de dibujantes y guionistas tanto occidentales como procedentes de Irán. Se cuentan entre los primeros firmas tan prestigiosas como las de Catel, Pascal Rabaté, Hypolitte, Lewis Trondheim o el español Paco Roca. Y entre los segundos, Rahi Razvani, Shabnam Adiban, Abbas Milani o Bahare Akrami, entre otros. Además de la mencionada Satrapi y de Joann Sfar. Ella iraní y él judío.

El veterano autor se decide a rememorar sus inicios en la profesión a la vez que su despertar al mundo de los adultos. Su ilusión por realizar cómics es inquebrantable desde el principio, superando las sucesivas decepciones tras mudarse a un estudio de dibujantes en Madrid con 18 años. Una aventura humana aleccionadora, encuadrada durante la Transición, la Movida y el «boom del cómic». Por no mencionar el desaparecido Servicio Militar o los primeros amores…

Fontdevila reúne las mejores páginas publicadas en El Jueves de «La parejita» (y otras inéditas), justo aquellas centradas en el nuevo ciclo vital de los protagonistas: el embarazo, el nacimiento y los primeros años de su bebé. El pequeño Óscar es el hijo de Emilia y Mauricio. Ella es resolutiva y pragmática, él es indolente y aprensivo. Sus peripecias cotidianas en el rol de padres, junto a sus amigos y parientes, dan forma a una joya del humor imprescindible.

Una singular visión de la obra de Dante es lo que ofrece este veterano ilustrador y dibujante. Fiel al original, aparecen los círculos del infierno, el paso por el purgatorio y los distintos niveles del paraíso. Con un dibujo sintético pero expresionista, ofrece un original contraste entre el aspecto actualizado de los personajes con el contenido y las referencias de la Italia del siglo XIV. Cobra plena vigencia la presencia de hipócritas, violentos, corruptos y mentirosos.

Para recordar al maestro recién fallecido y a sus personajes más emblemáticos nada mejor que este tomo que reúne tres de sus mejores álbumes: «El sulfato atómico», «¡Valor… y al toro!» y «Chapeau el Esmirriau». El primero inauguró en 1969 la etapa de Mortadelo y Filemón como agentes de la T. I. A.

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