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Cómo no escribir una novela
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Cómo no escribir una novela

'Soldados de Salamina' es una reflexión sobre la memoria, la literatura y la necesidad de conciliar a bandos contrapuestos, pero sobre todo es la historia de un escritor que no consigue escribir una novela canónica y termina reinventando la autoficción

Viernes, 2 de agosto 2024, 10:05

Un escritor, que casualmente se llama Javier Cercas, igual que el autor de la novela, descubre una curiosa historia de la guerra civil que empieza a obsesionarle. Su intención es novelar la extraña y casi increíble peripecia de Rafael Sánchez Mazas, quien logró sobrevivir a un fusilamiento durante la contienda.

Soldados de Salamina

  • Autor Javier Cercas

  • Editorial Tusquets. Colección Andanzas 2023

  • Precio 14,50 euros

En principio, Cercas no parece sentir demasiada simpatía por Sánchez Mazas, cofundador de la Falange Española y miembro del núcleo duro de José Antonio Primo de Rivera, del que se cuenta que fue autor, incluso, de algunos versos del 'Cara al sol' en aquella célebre tertulia de La Ballena Azul. Pero Cercas se encuentra en un horrible momento personal y profesional: sus libros no tienen apenas lectores, no le gusta su trabajo en la universidad, escribe en la prensa pero no se considera un gran periodista y, para colmo, no solo le ha abandonado su mujer, sino también la inspiración.

Sin embargo, a medida que va profundizando en la historia, contactando no solo con la familia del escritor –en particular, con su hijo Rafael Sánchez Ferlosio, en las antípodas de su padre ideológicamente–, se irá convenciendo de que ahí hay una novela. Y de que es él quien tiene que escribirla.

Hasta aquí, esta podría ser una novela convencional. Normal. Más que realista, verosímil, porque habitualmente así surgen las novelas: el descubrimiento de un hecho insólito, o por algún motivo interesante y, además, poco conocido. Luego, el escritor solo tiene que ir tirando del hilo y ya está casi todo hecho. Pero sucede que Cercas es un escritor en crisis. Y, además, uno de los que dan muchas vueltas a las cosas. Así que nada va a resultar tan sencillo como parece.

Para empezar, Cercas va a escribir sobre un escritor 'facha'. Es decir, sobre uno de aquellos que, se dice, ganaron la guerra pero perdieron la historia de la literatura. ¿Tiene algo que ver la calidad literaria con las tendencias políticas? ¿Se puede estar permanentemente pasando factura y pidiendo carnés para juzgar a un creador y su obra? Si hoy día el debate político está polarizado, imaginen en 2001. Para hacerse una idea, basta decir que ni siquiera se hablaba entonces de 'memoria histórica'. Y eso que, para la generación de Cercas, la guerra civil es algo tan distante como la Batalla de Salamina, que acabará dando título al libro.

Pero es que, además, la propia historia de Sánchez Mazas es un campo de minas. Se supone que se salvó de las balas en un fusilamiento digno de una película de Berlanga, y que escapó por un bosque. Pero después, en la batida de búsqueda, un joven miliciano lo encontró y llegó a encañonarle. Sin embargo, prefirió dejarle ir. Sin ninguna explicación. Luego sobreviviría escondido por una familia de payeses, a los que llamó 'los amigos del bosque', y a quienes colmaría de gratitud tras la guerra, desde su puesto privilegiado en el nuevo régimen.

Pero lo que fascina a Cercas es la figura del joven miliciano, del que apenas hay datos, y ni siquiera una explicación para su conducta. De manera que el escritor –atención para quienes no han leído el libro, siguen varios 'espoilers'– cae en uno de los grandes peligros del novelista, que consiste en perderse en la investigación, sin llegar a escribir nunca la novela. Así, ayudado por otros escritores como Andrés Trapiello o Roberto Bolaños, irá siguiendo la pista de Miralles, un republicano exiliado en Francia que tal vez fuera el joven que perdonó la vida a Sánchez Mazas. O tal vez no. Pero Cercas ya no puede soltar esa historia, que está empezando a dar sentido a una vida que se empieza a reconstruir en lo profesional, y también en lo personal con la aparición de Conchi, un nuevo amor.

De manera que Cercas, en lugar de escribir una novela sobre cómo se salvó Sánchez Mazas, quién lo hizo y por qué, termina por escribir una novela sobre cómo un escritor llamado Cercas intenta escribir una novela convencional y no lo consigue. De manera que nos relata el proceso creativo, que termina por resultar mucho más interesante que la propia trama novelesca. Y siempre jugando con la autoficción, puesto que se trata de literatura: no sabemos cuánta invención añadió Cercas a su vivencia, como tampoco sabemos si Sánchez Mazas, en realidad, no se inventó toda aquella historia para fabricarse un currículum guerrero que, obviamente, no puso o no tuvo valor para ganarse con las armas. En cualquier caso, resulta asombroso que el falangista recompensara a 'los amigos del bosque' pero quien realmente buscase a su presunto salvador fuera Cercas, medio siglo más tarde.

'Soldados de Salamina' era la cuarta novela de un escritor sin fortuna, pero que cambió por completo su trayectoria con este particular documento de un 'fracaso' novelesco y, a la vez, un éxito literario. Un millón de ejemplares vendidos permitieron a Cercas dejar la universidad y dedicarse por completo a escribir, con tanto éxito que unos años más tarde ganaría el Planeta. Curiosamente, siendo uno de los ganadores más respetados en lo que va de siglo: por una vez, apuntó la crítica, Planeta premiaba a escritores –el finalista fue Manuel Vilas– y no a presentadores de televisión.

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