Una forma de pensar

El aforismo es, pues, el protagonista este estudio, aunque en la antología que completa el volumen muchas de las entradas recogidas, como luego veremos, no cumplan una de sus cualidades esenciales, la brevedad. El conjunto de esa tradición justifica, según Morante, la vigencia y profusión actual: «Las levas generacionales reportan entidad al género, amplían territorios semánticos y añaden renovados elementos conceptuales y afectivos. En esta cristalización los cultivadores se han sentido atraídos por facetas y ángulos diversos, lo que otorga a la praxis aforística una sensibilidad múltiple».

Después de enumerar algunas de las obras más importantes dedicadas al aforismo y las numerosas colecciones y editoriales que se dedican al género, concluye Morante diciendo que «el aforismo se ha convertido en producto de mercado», afirmación que, a tenor de las cortas tiradas y de las escasas ventas que origina (nos consta que algunas editoriales ya están cancelando sus colecciones por su nula rentabilidad), nos suscita muchas dudas. Producto de mercado, sí, pero de un mercado endogámico, parece ser más exacto.Antes de escribir sobre los escritores seleccionados, traza Morante un panorama histórico al principio de carácter enumerativo y más extenso en los comentarios a medida que se acerca al periodo objeto de su estudio.

Autores como los clásicos Unamuno, Machado, Juan Ramón Jiménez –antologado por el propio Morante en otra ocasión–―de los que basta leer algunas de las reflexiones aquí recogidas, para comprobar que más que aforismos, son formas breves― o Bergamín, por citar solo unos pocos, comparten páginas con los autores generacionalmente más afines al propio seleccionador. Los encuadrados en la sección 'Transición y democracia (1975-2023)', son los siguientes: Manuel Neila, Ramón Eder, Fernando Menéndez, Carmen Canet, León Molina, Benjamín Prado, Javier Sánchez Menéndez, Juan Varo Zafra y Erika Martínez, que ofrecen, estos sí, un excelente compendio de las diferentes perspectivas desde las que se está abordando la escritura aforística propiamente dicha. Como sucede en todas las antologías, el lector podrá echar en falta algunos nombres considerados fundamentales, pero esta selección es responsabilidad del estudioso y merece todo el respeto, puesto que todos los seleccionados poseen méritos para serlo. El volumen se completa con la notación de la bibliografía utilizada y una nota a la edición en la que Morante justifica, como no podía ser de otra forma, su publicación: «El crecimiento incesante del aforismo en la transición intersecular justifica la oportunidad de ofrecer un enfoque panorámico, con practicantes reconocidos. No es otro el objetivo principal», objetivo que, si nos atenemos a esas premisas, nos parece del todo conseguido, lo que no es óbice que para que en el futuro se complete con otros estudios de carácter más académico, algunos de los cuales están ya en marcha.