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Espectador de espectadores' del Equipo Crónica (Valencia, 1964- 1981) es una obra histórica fechada en los años setenta. La pieza pertenece a un conjunto de cien figuras diferentes que representan a miembros de la policía secreta y que fueron colocadas entre el público del Frontón Labrit durante los Encuentros de Pamplona. Esta icónica presencia forma parte de la diversidad del fondo escultórico que desde mañana, día 1 de junio, tomará Santillana del Mar. Una representación significativa de la exploración y evolución del arte contemporáneo español a través de una treintena de obras. La Torre de Don Borja convertirá su histórico edificio, actual sede de colecciones, bibliotecas y actividades de un centro cultural con identidad nacional, en un trayecto de figuras, instalaciones y técnicas, a modo de caleidoscopio, de ese microcosmos evolutivo de la escultura. Durante un año, hasta la primavera de 2025, bajo el epígrafe 'Artefactos: la elasticidad de la escultura', el espacio emblemático de Santillana acogerá la nueva exposición, precedida de un encuentro con su comisaria, María Luisa Martín de Argila, y los artistas Eugenio Ampudia y Julio Galindo.
La evolución, la riqueza y variedad de sus lenguajes expresivos se plasmará en una treintena de piezas, incorporadas a la Colección Rucandio en los últimos años, cada una de un creador español, distribuidas en cuatro salas expositivas del inmueble, creando una especie de «bosque escultórico en el que lo singular será la diversidad». La muestra pretende reflejar, a través de estas obras, «las grandes transformaciones que a lo largo de las últimas décadas se han producido en las manifestaciones artísticas que configuran la realidad del arte contemporáneo». Martín de Argila considera, en este sentido, que «la escultura es el ámbito en el que las aportaciones artísticas han sido más complejas y novedosas y, por ello, permiten comprender los cambios tan profundos que se han producido en el arte contemporáneo». La nueva exposición temporal de la Torre de Don Borja intenta, de este modo, «ser un reflejo de todos esos cambios y plantea un recorrido en el que el visitante paseará dejándose seducir en el camino por artefactos muy diversos en los que están presentes la abstracción, la figuración, el cuerpo, la ironía, la forma o la construcción. Con esta muestra se pretende, «contribuir a la reflexión sobre el estado actual de la escultura, así como a analizar el espacio en el que se materializa y a comprender su transversalidad». Todos los trabajos que se exponen en 'Artefactos' «reflejan una gran diversidad de lenguajes y planteamientos artísticos y, además, evidencian un amplio contraste generacional».
El itinerario por la exposición comienza con la citada pieza 'Espectador de espectadores', de Equipo Crónica. En la primera sala se expondrán también esculturas de Chema Cobo y Francisco Leiro, que abrirán el espacio a otros personajes que, con su apariencia, inquietan y sorprenden. Alfredo Pérez Revuelta, Okuda San Miguel y Julio Galindo proponen al visitante diferentes juegos de seducción. En las dos plantas superiores se congregan otras trayectorias y planteamientos, con trabajos de artistas que transitan en un amplio contexto marcado por «la dialéctica entre el objeto y su ausencia, las críticas a las políticas de género o la búsqueda de la exquisitez conceptual y formal». Se muestran, en este contexto, obras de creadores con lenguajes tan diversos como Blanca Muñoz, Vicky Civera, Begoña Goyenetxea, Antonio Abad, Florentino Díaz, June Crespo, Teresa Solar, María Luisa Fernández, Eugenio Ampudia, Ana Martínez Fernández, Christian García Bello, Asunción Molinos Gordo, Susana Solano, Joan Brossa, Bernardi Roig y Sergi Aguilar. El recorrido de la exposición se verá enriquecido y complementado con otras obras, de espíritu y características comunes, que ya se exponen, de forma permanente, en las diferentes salas de la Torre. El visitante podrá completar su visión de los 'Artefactos', con piezas de Sara Biassu, Pepe Espaliu, Inma Femenía, Mateo Maté, Juan Muñoz, Jaume Plensa, Ana Rod, Vhils, Pablo Little, Gripface, Martín Chirino o Jorge Oteiza.
A lo largo del sinuoso recorrido que ofrecen los «diferentes artefactos» presentes en la muestra, se comprenden algunas de las características que definen esa «continua exploración y evolución de la escultura», tales como «la pérdida de la omnipresencia de la figura humana, la representación del espacio, del vacío, del movimiento, de la antimateria o de la abstracción». También, el expresionismo como lenguaje físico, la inquietud o el rechazo, la crítica, la ironía y las innovaciones plásticas en permanente experimentación con nuevos materiales. 'Artefactos, la elasticidad de la escultura' ha previsto una serie de encuentros que dialogarán con la exposición a través de conversaciones con artistas con objeto de profundizar en esta transformación experimentada por la escultura a lo largo de las últimas décadas. Un recorrido por las tres dimensiones en diálogo con el entorno donde asoman los límites, la confrontación y disolución entre sujeto y objeto, el cambio en la representación del cuerpo humano. Mutaciones y reciclaje, concepto del tiempo, dimensiones emocionales, mimalismo...
La Colección Rucandio fue creada en los años 60 por Jesús Polanco e Isabel Moreno e impulsada en la actualidad por sus hijos y nietos. Con un conjunto de más de 300 obras, pretende reconstruir los momentos más importantes del arte español desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad. El afán de la Colección es establecer «un relato imparcial de este periodo de nuestra historia del arte más reciente, con obras representativas de todos aquellos artistas fundamentales que han trabajado en este espacio de tiempo».
Por María Luisa Martín de Argila *
La escultura es, sin duda, el ejemplo más evidente de las grandes transformaciones que a lo largo de las últimas décadas se han producido en las manifestaciones artísticas que configuran la realidad del arte contemporáneo. Y es, también, el ámbito en el que las aportaciones artísticas han sido más complejas y novedosas.
La teórica norteamericana Rosalind Krauss publicó, en 1979, el ensayo 'La escultura en el campo expandido', en el que afirmaba que «en los últimos diez años una serie de cosas bastante sorprendentes han recibido el nombre de esculturas». Al mismo tiempo, señalaba que, como categoría, la escultura había sido «amasada, extendida y retorcida en una demostración extraordinaria de elasticidad, una exhibición de la manera en que un término cultural puede extenderse hasta incluir casi cualquier cosa». La escultura contemporánea, de esta manera, cobraba valor en sí misma, se independizaba fuera de un conjunto o ambiente determinado, y tendía, igual que la pintura, a la abstracción y al uso de nuevos materiales.
La nueva exposición temporal de la Torre de Don Borja intenta reflejar todos esos cambios y plantea un recorrido entre obras tan distintas entre sí que, si pensásemos en el mundo natural, estaríamos tentados de decir que pertenecen a especies distintas. Justo eso es lo que el visitante encontrará: una treintena de piezas que da cuenta de lo diverso y singular y rico que es el mundo de la escultura contemporánea tanto en sus proposiciones formales, como en los materiales utilizados o en las inquietudes que empujan a los artistas a crear. El visitante paseará dejándose seducir en el camino por 'artefactos' muy diversos en los que están presentes la abstracción, la figuración, el cuerpo, la ironía, la forma o la construcción. Con esta muestra se pretende, en definitiva, contribuir a la reflexión sobre el estado actual de la escultura, así como a analizar el espacio en el que se materializa y a comprender su transversalidad.
'Artefactos' se conforma con una selección de obras escultóricas incorporadas a la Colección Rucandio en los últimos años. No deja de sorprenderme que una exposición tan rica en lo formal, en lo generacional y en la calidad y cantidad de propuestas, pueda llevarse a cabo con obras procedentes de una única colección privada, algo que me lleva a sentir gratitud por el esfuerzo que se lleva a cabo para atesorar, preservar y compartir obras tan interesantes. Todos los trabajos que se exponen reflejan una gran diversidad de lenguajes y planteamientos artísticos y, además, evidencian un amplio contraste generacional. A lo largo del sinuoso recorrido que nos ofrecen los diferentes 'artefactos' presentes en la muestra, podremos comprender algunas de las características que definen la continua exploración y evolución de la escultura contemporánea, tales como la pérdida de la omnipresencia de la figura humana, la representación del espacio, del vacío, del movimiento, de la antimateria o de la abstracción. También, el expresionismo como lenguaje físico, la inquietud o el rechazo, la crítica, la ironía y las innovaciones plásticas en permanente experimentación con nuevos materiales.
Comisaria de la exposición 'Artefactos' (Torre de Don Borja. Santillana del Mar).
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
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