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« Cada libro es como si fuera el primero; un poco como los nervios de las actrices antes de salir a escena. Un vértigo que hace que no pierdas la emoción», afirmaba Pilar Adón allá por 2016 en Santander, cuando presentaba 'Las efímeras'. Casi una década –y muchos éxitos literarios– más tarde, se diría que la emoción continúa intacta, a juzgar por su última entrega narrativa. 'Las iras' reúne dieciocho relatos breves marca de la casa: sus protagonistas son mujeres, generalmente jóvenes o muy jóvenes –«El personaje principal de todas mis novelas y cuentos quizá sea siempre la misma mujer», declaró en 2023 en una entrevista–, que en cada uno de los cuentos muestran una forma diferente de ira –de ahí esas 'iras' en plural del título–, o la padecen, pues también la naturaleza puede experimentarla. Sus personajes, a menudo atrapadas en jaulas invisibles, radicadas incluso en su propio interior, se debaten siempre entre quedarse o huir.
Aunque, como el verdadero fuerte narrativo de Adón radica en la sugerencia, ya desde la cubierta el libro juega con los fuegos interiores más que con su explosión exterior.
Título Las iras
Autora Pilar Adón
Editorial Galaxia Gutenberg, 2025
Páginas 160
Precio 17 euros
Ya desde la ilustración de cubierta hay turbación e incógnita, porque la obra de la pintora polaca Ewa Cwikla sugiere mucho más de lo que muestra.
«Si la existencia se basara en las estadísticas, en las matemáticas, todo sería más sencillo», dice uno de sus personajes en 'La sublimación de los afectos', el primero de los cuentos. Sin embargo, pronto veremos que la vida, o las vidas de sus protagonistas, son redes interminables de relaciones interpersonales donde la imperfección es la norma.
Así, en sus cuentos hay gente que se debate ante la idea de rebelarse, que sufre por los convencionalismos, por una presión familiar insoportable, o gente que convive con secretos terribles, y que más allá de sobrevivir lucha por mantener otras funciones vitales como amar, creer, reír o soñar. «El mar no existe, ¿verdad?», pregunta en 'Tyto Alba' una niña a su cuidadora, presa de la sospecha de que el viaje que ha emprendido no va a ser como le han prometido.
La poesía, o la deriva poética, es la otra gran característica de la prosa de Pilar Adón, que consigue insuflar a sus textos un intenso aliento poético, tanto en los inesperados giros de algunas tramas como su estilo de narrar, que transita de lo general a lo particular, de la norma a la excepción, con parada y fondo por el exceso o por lo insólito: «Hay quien sostiene que limpiarle los dientes a un perro le despoja del lobo que lleva dentro y que es una ofensa.
Y hay quien venera lo indómito del animal y defiende la idea de que se debe honrar al perro como se honra a los antepasados. Respetar al perro. Glorificar al perro. Quien así piensa le da de beber a su spaniel agua bendita para luego postrarse ante él y rezarle una oración. Nosotras no llegamos a eso». Adón asombra, conmueve o enerva, pero jamás deja indiferente al lector.
Decía el editor Juan Casamayor, una de las personas que más sabe de cuentos en nuestro país, que la escritora Pilar Adón es conocida por la extraordinaria fascinación que provocan sus historias. Claro que esa fascinación es extensiva, además, a cómo las cuenta e incluso a quien las cuenta. Si leer a Adón es adictivo –pregunten a cualquiera que conozca 'La influencia de Marte', por ejemplo, si desde entonces ha podido 'quitarse' del vicio–, escucharla puede resultar hipnótico.
Más que fluir, su discurso arrastra y embelesa, con esa naturalidad de la que solo pueden hacer bandera quienes hablan desde la honestidad y el conocimiento. Y en el caso de Pilar Adón, desde una obra literaria sólidamente construida, cuyas piezas encajan con la firmeza de una obra de ingeniería pero las percibimos con la liviandad de un trazo de Turner o una armonía de Purcell.
Madrileña del setenta y uno, llegó a la literatura por una doble vía: si le influyeron las lecturas de Virginia Woolf, Iris Murdoch o Marguerite Duras, no lo hizo menos esa forma de contar que conoció desde niña en la cocina o en el patio de su abuela, la oralidad que es tradición y fuente de cualquier otra forma narrativa. Así, sería cuestión de tiempo que empezase a escribir: a los diecisiete ya ganó un concurso en Radio 3, y poco después empezó a publicar en revistas literarias, navegando entre géneros como la poesía y el ensayo, hasta que en 1999 se llevó el I Premio Nuevos Narradores Ópera Prima por 'El hombre de espaldas' y ahí arrancaría su carrera como novelista. 'Las hijas de Sara' (2003), 'Las efímeras' (2015) y 'De bestias y aves' (2022) componen una obra en progresión concebida como una matrioska: profundiza en las mismas temáticas y sus personajes se asemejan, como si buscara la perfección del círculo, y que no solo ha convencido a los lectores sino a la crítica especializada, que en 2023 le concedió el Premio Nacional de Narrativa por la última entrega.
Autora también de tres libros de relatos y cuatro poemarios, Pilar Adón es además una prestigiosa traductora del inglés; entre otros, ha traducido a Edith Wharton, John Fowles y Henry James. Por si fuera poco, es editora de uno de los sellos más prestigiosos del panorama independiente, Impedimenta, que fundó junto a Enrique Redel.
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