Picaresca contemporánea

El humor, generalmente con tintes negros, asoma en guiños inesperados, como los apellidos del capellán Moratón Morado, o la fagocitación de iconos patrios como Joselito, el pequeño ruiseñor, reinventado como «Pepito, el niño jilguero». Aunque tampoco escasea en la descripción-inventario de bienes, al estilo quijotesco, del protagonista: «no hace ni frío ni calor, tengo un ordenador al que le falta la tecla 'e', una conexión robada de internet (…) y he decidido hablarme a mí mismo para hacerme compañía».

Y es que quizá el personaje más inesperado, y además recurrente, sea Soledad. Pero que la mayúscula inicial no les lleve a engaño, porque no se trata de una persona de carne y hueso, o de tinta e imaginación, sino del concepto, la soledad. Lo que pasa es que mantiene una relación tan estrecha con el protagonista –«mala pécora», la llama él– que desde el primer día, en la frialdad del colegio interno de su infancia le saludó así: «Hola, soy Soledad, y vamos a estar juntos toooooda la vida».

No menos interesante resulta en esta obra alguna ruptura de la 'cuarta pared', al modo teatral, como cuando el protagonista afirma que «no nos engañemos: esto no es una novela de Coelho: al universo le importas un bledo».

'Memoria de una mentira', publicada en dos volúmenes, es una nueva entrega de la serie 'La pesadilla del sueño español', que Rober Gómez (Santander, 1977) acaba de publicar completa en Amazon, y que continúa la saga del periodista Tomás Pamfierro.