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Prisión de mujeres de La Trinitat, Barcelona, 1978.
Prisión de mujeres de La Trinitat, Barcelona, 1978. Pilar Aymerich
Fotografía

Pilar Aymerich, memoria vivida

El Círculo de Bellas Artes exhibe las miradas de la Premio Nacional y su compromiso y escenografía social

Guillermo Balbona

Santander

Jueves, 14 de diciembre 2023, 19:52

Sus imágenes desprenden un latido insólito. Bajo la capa de lo cotidianidad, de lo social, siempre aflora un espacio que demanda atención, una estancia humana con su representación, una escenografía de lo inesperado o de lo que huye del protagonismo. Pionera feminista del lenguaje fotográfico, la suya es crónica visual y compromiso gráfico social. De la imagen de la 'Manifestación contra la violación y muerte de Antonia España en Sabadell', en 1977, a la serie de 'Viajeras a la Habana', 2007, la mirada de Pilar Aymerich (Barcelona, 1943), Premio Nacional de Fotografía 2021, asumió los planteamientos y reflexiones feministas, desarrolló su propia militancia y retrató desde dentro las principales acciones y demandas del movimiento. Sus imágenes suponen una «deconstrucción radical de la práctica del fotorreporterismo moderno: primero se mezcla con el ambiente, entiende la situación y luego la fotografía». Y abogó por «una ética en la que la fotografía se entiende como una práctica relacional e intersubjetiva en la que se trabaja con personas». Cuando logró el mayor galardón nacional, los integrantes del jurado distinguieron a Aymerich por «una trayectoria en el ámbito de la fotografía a pie de calle, desarrollada a partir de la década de los setenta, que plantea cuestiones acuciantes en la realidad social y política tardofranquista, que aún hoy son de relevancia. Una obra que germina desde una noción ética en la que la fragilidad es el punto de partida de una narración fotográfica». Desde este otoño y hasta después de navidades, una exposición recorre cinco décadas de la trayectoria de la fotógrafa catalana, que aborda las imágenes como «un ejercicio moral en el que cada encuadre ofrece una manera de entender el mundo».

Jornadas Libertarias Internacionales en Park Güell, Barcelona 1977. Pilar Aymerich

El Círculo de Bellas Artes, La Fábrica y el Centre d'Art Tecla Sala son los artífices de esta exposición que se exhibe en la Sala Picasso del Círculo bajo el epígrafe 'Memoria vivida'.

Son 154 fotografías que abarcan toda su carrera profesional. Además de recoger las imágenes más icónicas y reproducidas de su trabajo, Neus Miró, comisaria de la muestra, destaca e incluye otras muchas fotografías que apenas se han podido ver, en una apuesta por ampliar la visión y perspectiva sobre el trabajo de Aymerich. En este sentido, destacan las imágenes tomadas en La Habana en 1982 o las que conforman el proyecto citado, 'Viajeras a La Habana', un trabajo compartido que Pilar Aymerich y la historiadora Isabel Segura, que se expone por primera vez.

Manifestación contra la violación y muerte de Antonia España en Sabadell, 1977. Pilar Aymerich

La propuesta, ordenada cronológicamente para evidenciar la simultaneidad entre los diferentes trabajos de la fotógrafa, incluye el cortometraje 'Entreacto', en el que Aymerich aparece como actriz. Realizado en 35mm, sólo se pudo ver en una única ocasión anteriormente, en 1974 en un cine de Barcelona. Tras formarse en dirección teatral en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual en Barcelona, Pilar Aymerich estudió fotografía en Londres y París antes de establecerse en 1968 en su ciudad natal, donde inicia su carrera publicando habitualmente en medios como Serra d'Or, Triunfo, Destino, La Calle, El Viejo Topo o El País. Aquellos años de formación en teatro dejaron una importante huella en Pilar. «El teatro la marcó y se convirtió en algo distintivo en su producción. En sus fotografías la escenografía tiene un papel fundamental», según Neus Miró.

En 1974 empieza a colaborar en TVE, en programas como Personatges (con Montserrat Roig); Crear i viure (programa cultural de arte); Per molts anys (con Rosa Maria Sardá) o La Luna (con Julia Otero).

Su labor como fotógrafa de calle logra una gran relevancia a partir de 1975, en consonancia con la visibilidad que adquieren los movimientos sociales después de la muerte de Franco.

Aymerich fue una de las primeras mujeres fotoperiodistas en ejercer en territorio español, junto a Colita y Joana Biarnés. También por su temprana afiliación al movimiento feminista, del que capturó algunas de sus escenas históricas Su cámara fue testigo de manifestaciones, huelgas, celebraciones y movimientos sociales siempre desde una consciencia social, humanista y feminista. Los reportajes fotográficos de aquellos sucesos conforman una secuencia de imágenes en la que se puede seguir la evolución de los actos, casi de forma narrativa.

En sus fotografías se mezclan los hechos que hicieron que Barcelona, y todo el país, cambiara radicalmente y sus protagonistas; tanto la gente que salía a la calle reclamando sus derechos como aquellas personalidades de la cultura del momento que posaron para ella (su vinculación especialmente con el mundo del teatro es una constante en su trabajo). Pilar Aymerich subraya: «Soy el producto de mi generación. He estado muy marcada por los acontecimientos».

Campo de entrenamiento de las milicias territoriales, La Habana, Cuba, 1982. Pilar Aymerich

La fotógrafa que empezó su carrera profesional a finales de los 60 en Barcelona colaborando con la agencia CIS en una época en que aún existía censura. También ha realizado una labor pedagógica enseñando fotografía a los jóvenes y en el Instituto de estudios fotográficos de Cataluña. Parte de su obra fotográfica fue adquirida por el Reina Sofía en 2018. Otro de los rasgos distintivos en la vida de Aymerich es su implicación en las diferentes causas sociales y políticas. Este compromiso ha dado lugar a algunas de las fotos más representativas, no solo de su carrera, sino también del momento que atravesaba España.

La muestra

  • Memoria vivida Hasta el 7 de enero en la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes y en otoño de 2024 en el Centre d'Art Tecla Sala, en Barcelona.

  • Exposición 154 fotografías que abarcan toda su carrera. Además , destacan las imágenes tomadas en La Habana o las del proyecto 'Viajeras a La Habana'.

Defensora de la liturgia ligada a lo analógico: «El hecho de hacer una sesión de fotos, encerrarte en el laboratorio con la luz roja, revelar, hacer la copia de contactos, normalmente de noche, acompañada por música, supone una especie de reflexión que te ayuda a elegir las fotografías. El laboratorio tiene unas connotaciones, una magia que influye en cómo eliges. Igual una persona que no haya conocido todo esto tendrá otras formas de inspirarse. Pero a mí, que he empezado con el analógico, es una estructura de fotografía que ha desparecido y que aún me interesa, no la rechazo». Sus imágenes surgen del conocimiento de una situación dada, de la familiaridad con el entorno y de las relaciones interpersonales que construye. «No sé si soy fotógrafa o una persona que hace fotografía», reconoce Aymerich. «Como fotógrafa tengo muy en cuenta lo que tengo delante como persona. Para mí la ética es fundamental».

De forma paralela al seguimiento en el ámbito público durante los primeros años de la transición Aymerich realizó también un registro fotográfico de lo que sucedía en la capital catalana en el sector cultural. Destaca especialmente todo aquello relacionado con el teatro. En esos año setenta la escena teatral en la Barcelona es especialmente vanguardista y se suceden los proyectos que desean innovar en formatos y contenidos. Las fotografías de Aymerich darán testimonio en esta ocasión de la construcción de este singular teatro y de las obras que se representarán.

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