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La 'subversiva' realidad de la mujer
SOTILEZA

La 'subversiva' realidad de la mujer

El Círculo de Bellas Artes recobra el proyecto de Colita y Maria Aurèlia Capmany que retrató a la mujer despreciada por el patriarcado

Guillermo Balbona

Santander

Jueves, 4 de abril 2024, 19:52

El título de la imagen de Colita reza: 'Vieja leyendo en la playa', Sitges, 1966. «Un hombre viejo es todavía un hombre aunque sea viejo; una mujer no es nada», escribe Maria Aurèlia Capmany. De ese tándem, el de la fotógrafa –fallecida el pasado mes de diciembre– y la escritora (1918-1991) surgió un proyecto singular, rupturista para la época y, no obstante, absolutamente cercano, igual de poderoso en su reivindicación. Colita retrató a las mujeres despreciadas por el franquismo y el resultado se plasmó en el proyecto 'Antifémina', con textos de Capmany, reeditado 43 años después de su censura. Pero ahora el considerado primer libro gráfico abiertamente feminista en la época de la Transición, tiene su reflejo en una muestra que rescata el proyecto y documenta esa realidad de la mujer española del tardofranquismo. La exposición del Círculo de Bellas Artes, que muestra por primera vez una selección representativa del trabajo fotográfico de Colita –reúne 94 de las 176 imágenes que contiene el libro–, es también la primera celebrada tras el fallecimiento de la autora en 2023. Está «trabajada e imaginada» con Colita hasta el último detalle por lo que se convierte ahora en homenaje a la fotógrafa. El Círculo de Bellas Artes, en colaboración con La Fábrica, exhibe unas imágenes que, tal como subrayan sus impulsores, «hoy resuenan con la misma intensidad».

Putas en el Barrio Chino. Barcelona, 1969. De la serie 'Una profesión arriesgada'. © Archivo Colita Fotografía

Ambas autoras se propusieron presentar «con enorme ternura y respeto» a esas mujeres que encarnaban el concepto de 'Antifémina' en la época. Son «mujeres trabajadoras, viejas, mujeres sumisas, prostitutas...». La muestra, en cuyos contenidos y diseño trabajó la autora hasta su repentina pérdida, recupera, por primera vez en clave expositiva ese trabajo fotográfico que Colita publicó en formato de libro junto con los textos de Capmany. Quisieron mostrar «la 'subversiva' realidad que la mujer arrastra desde tiempos inmemoriales», en palabras del comisario de la exposición Francesc Polop. Tras las imágenes se revela «el significado de ser mujer en la época del franquismo» y se diseccionan «los mecanismos de represión y discriminación que la dictadura franquista activó contra las mujeres».

Muñeca hinchable. Barcelona, 1976. De la serie 'Descuartizar un cuerpo'.

Hace 46 años Colita (Isabel Steva Hernández) y Maria Aurèlia Capmany se unieron para reivindicar el papel de la mujer en una sociedad machista. Cada una desde sus profesiones fundieron imagen y palabra y publicaron 'Antifémina', obra que fue retirada rápidamente del mercado, pero que se convirtió «en libro de culto crítico y reivindicativo». En sus páginas se representaba «la vida cotidiana de esos seres que consideran marginados, la 'subversiva' realidad que la mujer arrastraba desde siempre. 'Antifémina' –escribió Mary Nash en el prólogo del libro reeditado– confronta el imaginario colectivo patriarcal con discursos textuales y visuales rompedores que subvierten el canon que había proyectado lo masculino como norma universal y excluido a las mujeres de las grandes narrativas». Años más tarde, Colita y Polop, director de su Archivo y ahora comisario de la exposición, recuperaron el proyecto localizando y restaurando los negativos originales. El libro fue finalmente reeditado y publicado en 2021 por la editorial Terranova y el Ayuntamiento de Barcelona.

EN LA TRANSICIÓN

  • En datos. El Círculo de Bella Artes y La Fábrica, en colaboración con el Archivo Colita, inauguran la exposición 'Colita. Antifémina', que permanecerá en la sala Goya del Círculo hasta el próximo 5 de mayo.

  • Contenido. La muestra recupera el trabajo fotográfico de Colita, publicado en formato libro en 1977 bajo ese título, junto con los textos de la escritora Maria Aurèlia Capmany. Reúne 94 de las 176 fotografías que contiene el libro.

Son imágenes que Colita captó de mujeres de diferentes clases sociales, a lo largo de más de 20 años y en diferentes sectores sociales: «El mundo de las gitanas del Somorrostro y Montjuïc, las trabajadoras de las fábricas, las bodas de sus amigas, la vejez, la prostitución».

«Artista profundamente humanista, Colita siempre miró a las mujeres, cuando hacía un trabajo las miraba y les decía, te estoy viendo. Es lo que hoy llamamos sororidad. Las miraba y les decía te tengo en cuenta, se lo decía con compasión, con cariño, con amor», según palabras de Polop. La vigencia en sus denuncias y reflexiones «hace que hoy sea necesario que vuelva a ver la luz este proyecto pionero» y se reivindica la figura de dos mujeres intelectuales y valientes que lucharon en una época convulsa para dignificar el hecho de ser mujer y hablar de feminismo, de manera clara y directa. La conjunción de «la mirada profundamente humanista de Colita y de las reflexivas palabras de Capmany brinda un patrimonio notable de memoria histórica de la sociedad que emerge de la larga dictadura franquista».

A la izquierda, abuela y nieta. Barcelona, 1976. De la serie 'La mujer marginada en la sociedad'. A la derecha, preparativos de la novia. Barcelona, 1963. De la serie 'Carrera femenina con seguro de vejez'.
Imagen secundaria 1 - A la izquierda, abuela y nieta. Barcelona, 1976. De la serie 'La mujer marginada en la sociedad'. A la derecha, preparativos de la novia. Barcelona, 1963. De la serie 'Carrera femenina con seguro de vejez'.
Imagen secundaria 2 - A la izquierda, abuela y nieta. Barcelona, 1976. De la serie 'La mujer marginada en la sociedad'. A la derecha, preparativos de la novia. Barcelona, 1963. De la serie 'Carrera femenina con seguro de vejez'.

El objetivo de la exposición es subrayar «la fuerza de sus imágenes recuperándolas con nitidez a través del trabajo de un tiraje cuidado y moderno para lograr unas copias en todo su esplendor y que, desprovistas de cualquier artificio, se muestren frontalmente para interpelarnos a través de la visión que ofrecen».

Colita hace apenas tres años, con motivo de la publicación del libro, aseguraba que «a la mujer 'ideal' tendrían que quemarla viva como a Juana de Arco». Colita, Isabel Steva Hernández, siguió los pasos y consejos de sus maestros: Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Francesc Català Roca y Leopoldo Pomés, que acabarán siendo compañeros y grandes amigos. Con ellos recorrió Barcelona, sus calles y sus gentes, acercándose al mundo gitano del Somorrostro y Montjuïc, al Flamenco, al Barrio Chino, a Las Ramblas… En definitiva, a la vida de su ciudad y de quienes la habitan. En paralelo a su trabajo de calle, Colita «va generando con el tiempo una galería de retratos inmensa y, en muchos casos, desconocida», fotografiando a personajes que van desde Ocaña a Miró, de Mompou a García Márquez, de la Bella Dorita a Carmen Amaya o de Tàpies a Orson Welles. Su cercanía y compromiso personal han hecho que Colita haya sido adscrita a movimientos culturales como la Gauche Divine, la Escuela de Barcelona o la Nova Cançó, fotografiándolos y formando parte de ellos.

Al comprender que la transición democrática es un momento irrepetible del que hay que dejar constancia, «se lanza a la calle con sus cámaras a cuesta para documentar gráficamente el momento histórico». Fotografía el encierro de Montserrat, la muerte de Franco y las manifestaciones políticas posteriores. Más allá de su compromiso laboral, Colita se implica personalmente en la lucha por las libertades y derechos democráticos, especialmente en los de la mujer. Incansable, durante cinco décadas, colaboró con decenas de publicaciones y realizó más de cuarenta exposiciones y publicó más de setenta libros de fotografía. La mujer como protagonista absoluta, la mirada crítica y comprometida, el humanismo.

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