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Hubo una época, mucho tiempo atrás, en la que un romántico no era un tipo que cantaba bachata, ni lo romántico aludía a películas y novelas de amores desaforados e imposibles. Vale que lo que ha calado en el imaginario colectivo sea la tercera acepción del diccionario –la de «Sentimental, generoso y soñador»–, pero un romántico y lo romántico fueron y son algo muy distinto: miembros y esencia de un movimiento cultural que surgió a principios del XIX con vocación de cambiar el mundo.
El empeño no sería del todo exitoso, pero sí que moldearía una nueva mentalidad, dando pie a nuevas expresiones artísticas, políticas y sociales. Cambios tan ... profundos que significarían el paso de la edad moderna a la contemporánea. En este contexto concreto, William Boyd inserta a un personaje nacido en Escocia pocos días antes de que arranque 1800 –casualmente, o no, coincidiendo con el fallecimiento de George Washington–, Cashel Greville Ross, quien ochenta y dos años más tarde escribe sus memorias. Supuestamente, un personaje real cuya biografía novela Boyd para llenarla de aventuras, acción, romance, tragedias y todo, o prácticamente todo, lo sucedido durante el siglo XIX, desde Boston hasta Zanzíbar.
Título El romántico
Autor William Boyd
Editorial Alfaguara, 2025
Páginas 521
El recorrido es, por supuesto, apasionante, porque el tal Ross tiene una fortuna que ni el mismísimo Forrest Gump: allí donde ocurre algo interesante en la época, allí está él, de Waterloo a Trieste. Tanto, que incluso en Rávena le tratan como si fuera «un sucedáneo de Byron». El verdadero romántico. Solo que en Ross ni hay reflexión ni revolución del yo; por no haber, no hay ni muerte prematura.
La clave la aporta, casi de soslayo, el propio autor en la nota introductoria: «Toda biografía es ficción, pero esta ficción debe encajar en los hechos documentados». Lo que, más allá de alguna implicatura poco honesta –si una biografía es una relación inventada, y es lícita la licencia, ¿por qué no vas a hinchar tu currículum?–, parece la justificación de la pirueta metaliteraria de construir una historia supuestamente basada en hechos reales… en la que salvo el marco histórico prácticamente todo es inventado, en realidad viene a desnudar el modus operandi de todo un género. Esto es, la novela 'basada en hechos reales' tan en boga en las últimas décadas. Hay, eso sí, 'celebrities', viajes exóticos, tensión y mucho ritmo, como en los mejores best sellers. Ahora, como vayan buscando la segunda acepción de la RAE.
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