Susana Chillida: «Mi padre era pura perfección, mi madre, en cambio, arrojaba valentía»

El libro es una suerte de memorias y entrevistas. Incluye muchas anécdotas y un gran número de fotografías, pero, sobre todo, es un gran reconocimiento a su madre, la mujer que no solo se limitó a apoyar a su marido sino que también se encargó de todo lo relacionado con la parte económica de su trabajo. Juntos, tal y como cuenta en esa publicación, y también como reconoció ayer, formaron un gran equipo. «Cuando mi padre decidió dejar la carrera de Arquitectura para hacer lo que de verdad le gustaba, que era la escultura, le dijo a su por entonces novia 'solo sí tu me sigues...'»Dos años después se casaron y emprendieron una aventura artística que los hizo inseparables.

«Me resulta muy difícil presentar un libro que es una parte de mí y que he escrito con mucha libertad y honestidad conmigo misma. Un libro que me ha servido para terminar de entender a mis padres y por qué mi madre estaba siempre con él. No era sumisión era su misión», señaló Susana Chillida. De su padre destacó su perfeccionismo, una cualidad que dice poseen los artistas. De su madre, Pili como la llamaba todo el mundo, su arrojo. «Él era pura perfección. Ella, en cambio, pura valentía», aseguró.

El libro también ofrece la perspectiva del mundo del arte, desde el punto de vista de hija del artista. «Mi padre no quería pensar en el dinero y mi madre entró en un mundo de hombres para encargarse de todo. Escribir este libro me ha ayudado a entender cuál era su misión y cómo lograron que sus hijos sintiésemos que nos querían sin abandonar su sueño».

Pese a ese gran apoyo de su esposa, Susana Chillida tiene claro las cualidades de su padre. «A veces me da rabia cuando escucho que no hubiera llegado a donde llegó sin Pili. No. Él tenía un gran talento que ella supo ver y respetar», contó.

Del creador también destaca su entrega, algo que dice sólo se comprueba cuando se está al lado de un artista. Ella, como cineasta, tuvo la suerte de verle trabajar, y ha hecho varios documentales sobre sus obras que se pueden ver gratis en su página web. «Y eso me permitió aprender mucho de él. Era muy coherente, también con sus esculturas que parecen complicadas pero que son de una gran sencillez porque él siempre buscaba lo justo». También indicó que su reto a la hora de esculpir era «elevar, e ir contra la gravedad. Visualmente buscaba luchar contra Newton».

Durante la intervención también rememoró cómo nació Chillida-Leku;la polémica que tuvo con Jorge Oteiza –«posiblemente porque mi padre nunca quiso pertenecer a ninguna escuela»– y la desilusión que le causó no haber podido llevar a cabo su proyecto en la montaña vacía de Tindaya en Fuerteventura. «Un trabajo que no fue entendido».