Javier Camarena | Tenor

«Los teatros están haciendo una gran labor para atraer a los jóvenes a la ópera»

Reconocido por la organización International Opera Awards como Cantante Masculino del Año, Javier Camarena (Xalapa,​Veracruz, 1976) se ha posicionado como uno de los artistas más destacados y solicitados en el mundo de la ópera. En los próximos meses viajará por todo el mundo y mañana recala en el Palacio de Festivales (19.00 horas) para ofrecer un recital «muy íntimo» con la única compañía del pianista Ángel Rodríguez. Un formato que, tal y como señala, le encanta porque le permite conectar con el público y transmitirle todas sus emociones.

–Vuelve al Palacio de Festivales y a Cantabria donde actuó por primera vez en 2019 en el marco del Festival Internacional de Santander. ¿Qué recuerdos guarda de aquel concierto?

–Fue unos meses antes de la pandemia y recuerdo que fui a Santander desde México y algunos de mis familiares me acompañaron lo que nos permitió disfrutar de la ciudad y su gastronomía. Pero de lo que más me acuerdo es que al final de la actuación, ya en los bises, estaba cantando algo de zarzuela y pude comprobar la emoción del público y esa acogida me pareció realmente linda.

–En esta ocasión llega con un programa muy distinto.

–Así es. En este concierto incluyo algunas piezas que he grabado en mi último disco, 'Sogno', dedicado a Francesco Paolo Tosti. Pero habrá otros temas de ópera francesa como el aria de 'Romeo y Julieta', 'Le Roi D'Ys' y piezas como 'La Favorite' o 'Una furtiva lagrima'. También habrá una intervención como solista del maestro Ángel Rodríguez. Será un programa variado en el que también habrá alguna sorpresa.

–A lo largo de su carrera ha cantado en los teatros de ópera más importantes del mundo. ¿Recuerda algún momento clave que haya marcado un antes y un después en su trayectoria?

–Tanto como que haya marcado un antes y un después no, pero recuerdo haber vivido un momento memorable, más o menos en la época que fui a Santander, con 'Los puritanos', junto a la soprano Pretty Yende, en el Liceo de Barcelona y también lo fueron las representaciones de 'La hija del regimiento' en la Ópera Metropolitana de Nueva York en 2019. Pero además estoy muy satisfecho con mi reciente debut como Romeo que hoy por hoy es mi ópera favorita para cantar.

–Ha sido uno de los pocos tenores que han logrado bises en la Ópera Metropolitana de Nueva York, algo que hoy es casi inusual. ¿Cómo vive esa conexión con el público?

–Creo que en parte se debe a la honestidad y a la sinceridad con la que realizo este trabajo, pero tengo que confesar que antes de pensar en el disfrute del público pienso en el mío propio. Los programas que ofrezco van de la mano con lo que tengo ganas de cantar y estoy convencido que ese disfrute que yo vivo se proyecta en el público y que al final lo que le llega es una proyección de esa emoción.

–¿Y qué es lo que más le hace disfrutar en el escenario?

–Me hablaba de los bises de Nueva York y lo cierto es que siento que en las representaciones de ópera hay una barrera que separa al público del artista por la forma de representar el libreto y todos los demás elementos que conlleva el espectáculo. Por eso a mí me encantan los recitales como el que voy a ofrecer en Santander que me permiten tener un mayor contacto con el público, hablarle sobre el programa o de lo que pienso de los temas que interpreto. Me proporcionan un contacto mucho más directo e íntimo y por eso, a lo largo de veinte años que llevo de carrera, el recital, sobre todo con piano, es lo que más disfruto.

–¿Cómo ha evolucionado su voz y su manera de afrontar los diferentes roles con el paso del tiempo?

–Es cierto que con el paso del tiempo la voz ha ido cambiando, en mi caso con una ganancia en los graves, que ahora tienen más peso y presencia sin perder la calidad de los agudos que, sin embargo, no tienen la misma ligereza que hace diez años. Voy a cumplir los 50 y lógicamente mi voz y mi cuerpo están cambiando. Eso me lleva a explorar repertorios más adecuados para esta nueva vocalidad y hacer nuevos papeles como Romeo o ,el Alfredo de La Traviata.

–Su voz es reconocida en todo el mundo por su agilidad y claridad. ¿Cómo mantiene esa técnica y qué aspectos considera fundamentales en el entrenamiento de un tenor?

–El entrenamiento es muy muy importante como en cualquier actividad física. Los tenores no nos debemos descuidar y seguimos un entrenamiento adecuado que incluyen descansos para cuidar nuestra voz.

–Sus espectáculos son seguidos por numeroso público joven. ¿La ópera se está abriendo por fin a estos espectadores?

–Los teatros, sobre todo aquí en España, están haciendo una labor importantísima para tener una audiencia joven y un público nuevo que yo siempre he dicho le hace mucha falta a nuestra ópera. Todos estos esfuerzos de poner entradas a un coste menor para los jóvenes o representaciones especiales para escolares están dando sus frutos y sí, a mi me agrada ver a los jóvenes en mis espectáculos porque este tipo de música que les ofrezco no forma parte de su vida cotidiana.

–Últimamente está muy de moda la retransmisión de óperas en cines. ¿No cree que puede cambiar la experiencia del espectador?

–Por un lado sí, obvio, pero también es verdad que a las retransmisiones tal y como las vemos en España les falta el contenido que si se da en otros países, por ejemplo, la Ópera Metropolitana de Nueva York cuando retransmite en directo ofrece además del espectáculo un contenido extra de lo que está pasando en la sala o incluso en las bambalinas. Se explica la producción, los cambios de escenografía, hay entrevistas a los artistas y todos estos extras me parecen un acierto, como las retransmisiones que hacen los teatros en sus propias plataformas que ponen la ópera al alcance de todo el mundo.

–¿Cuáles son sus próximos proyectos y qué retos le ilusionan en esta etapa de su carrera?

–De aquí a verano que acabo la temporada tengo una serie de conciertos que me ilusionan mucho. En abril vuelvo a México, mi país, con todo lo que eso conlleva. Después tengo actuaciones en Abu Dhabi con la soprano Jessica Pratt. Y en mayo también cantaré en Alemania, Tokio... y en junio iré Pamplona y acabaré en Buenos Aires.

–La cocina es otra de sus grandes pasiones y usted es mexicano, ¿con que aria nos compararía los chilaquiles y el pozole?

–(Se ríe y tras pensárselo un poco canta). Los chilaquiles con 'El elixir del amor' y el pozole... (le cuesta más) es una comida deliciosa pero hay que tener cuidado para no ganar pesocon ella creo que con 'Ah Fuyez' de Manon (ríe).

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