Las tentaciones artísticas de Pilar Cossío

«Estoy completamente convencida de que en el arte, el tiempo no importa», reconoció y para demostrarlo ha reunido una serie de obras realizadas a partir del año 2003 «que conviven con armonía», según destaca, en un mismo espacio y que se podrán contemplar hasta el día 23 de septiembre.

Está convencida de que todas las piezas tienen «un nexo misterioso» que escapa al propio artista y que se percibe en el momento en que se reúnen en la sala. Un proceso que, en el caso de esta doble exposición, que lleva por título 'Illuminations. Claritate Siderum', es fruto, tal y recalcó de un trabajo en equipo: De Pilar Fatás, directora del Museo de Altamira que echó a andar la maquinaria de estas dos muestras tras un encuentro casual con la artista. Juan Silió propietario de la galería con la que trabaja habitualmente; Lidia Gil y Miriam Callejo, que han comisariado las dos muestras, y la Consejería de Cultura del Gobierno regional que se sumó al proyecto cediendo la sala de Los Arenales y que la artista personificó en Gema Agudo, directora de Acción Cultural.

Todos ellos la acompañaron este miércoles en la apertura de la muestra en la que incluso se pueden apreciar algunas obras que concluyó «antes de ayer» en la propia sala. Una pared que es testimonio de la pandemia que ha causado el coronavirus y que para Cossío, los artistas van a sufrir como ningún otro sector «porque van a ser los principales perjudicados», aunque a la vez les proporcionará una gran fuente de inspiración. «Los artistas no vivimos aislados y aunque vamos a sufrir mucho esta situación, porque estamos fuera de todo esquema salvador, soy optimista porque creo que estamos en buenas manos y en Cantabria se están haciendo muchas cosas relacionadas con la cultura», afirmó. Y al tiempo reconoció que este periodo «artísticamente es una bomba. Un tsunami que no puede causar más que buenas obras».

Si echa la vista atrás tras la inauguración de estas dos exposiciones, una especie de antología en dos escenarios, lo primero que le viene a la cabeza es lo mucho que ha insistido. «La motivación es producto de una curiosidad, de algo que te motiva y el camino es muy largo. Habrá una serie de condicionantes físicos o materiales que probablemente nos hagan parar, pero a diferencia del científico, el artista no tiene límites en su búsqueda. Aún me queda mucho camino».

Un recorrido que ahora se ve en Cantabria gracias al trabajo del Museo Altamira, Galería Juan Silió y Gobierno regional porque tal y como dijo Gema Agudo «cuando un proyecto nace de alianzas, cooperación e ilusión siempre va evidenciar buenos resultados».