«Son tiempos críticos, pero efervescentes en lo cultural»

–Esta situación excepcional va a inspirar a muchos artistas, ¿no cree?

–Una pandemia como la actual con sus consecuencias sociales de reclusión y aislamiento, sus repercusiones económicas provocadoras de desajustes laborales, no cabe duda que inspirará estímulos creativos. De ello soy algo escéptico, muchos artistas dirán: Yo sobreviví al virus del 2020, por lo tanto, me veo en la obligación de dar la tabarra al mundo con mis geniales ideas». Me temo que deberemos asumir durante mucho tiempo perspectivas estéticas y conceptuales que nos inundarán hasta el aburrimiento más total. Auguro multitud de obras referenciales a este tema en las próximas ferias de arte, los museos tendrán salas específicas para el Covid-19.

–¿Quién debe ocuparse de este asunto entonces?

–Dejemos a sociólogos, epidemiólogos, políticos, científicos y otros interpretadores de la realidad esta misión tan específica, los artistas que ofrezcan sus pulsiones existenciales, sus investigaciones sobre enigmas estéticos, que teoricen sobre su propia identidad en un horizonte creador, con eso bastará, que no pretendan otros asuntos dialécticos.

–Paradoja: el arte no se detiene, pero el mercado y la actividad de las galerías y espacios lo ha hecho en seco.

–Es obvio que todo el mundo relacionado con el arte se ha detenido asombrado por las consecuencias de tal pandemia. Las exposiciones a pie de obra resultan imposibles de disfrutar, muchas galerías y espacios están realizando recorridos virtuales. Supongo que las perspectivas actuales no son muy halagüeñas para hacer ventas. Esta actividad casi siempre está en crisis y ahora lo están viviendo con un pánico acelerado. Es necesario que reconduzcan sus expectativas hacía la cruda realidad: precios más modestos, acceder a clientes con verdadero interés por el arte y no por la manipulación mediática, huir de las propias contradicciones especulativas del 'mercado cultural'. Quizás todo pase por la confección de un tejido de coleccionismo fiel en el cual, las galerías consideren factible su supervivencia económica y su imprescindible labor de estímulo cultural en una sociedad cada vez más estandarizada.

–¿Cómo le ha afectado a usted como creador y gestor cultural?

–Gracias a la comprensión de las instituciones con las cuales colaboro, espero que las exposiciones ideadas y en curso, puedan realizarse cuanto antes. Alguna de ellas incluso ya está montada y a la espera de su celebración, tenía prevista su inauguración para el viernes 13 de marzo, día aciago donde los haya. Sigo muy interesado en las trayectorias de pintores muy jóvenes y mujeres que en estos momentos están realizando en Cantabria un arte magnífico, probablemente no ha existido nunca unos colectivos como estos tan maravillosamente creativos y singulares. Vivimos tiempos críticos, pero también efervescentes en lo cultural.

-Usted también es artista. ¿Cómo le afecta creativamente el confinamiento?

-Estoy pintando desde el confinamiento y con auténtica pasión, una serie titulada 'Constelaciones pandémicas'. Es una producción de acrílicos sobre de 10 cartulinas de 60 por 80 cm. Pretendo confeccionar un conjunto de mapas estelares que posicionen de manera imaginaria una perspectiva visual excitante, llena de imágenes de rareza provocadora. Todo ello en un contexto creativo de color y entusiasmo por un dibujo barroco, que expande intersecciones y líneas para crear trayectorias cósmicas y fantásticas constelaciones propiciatorias, pintadas para catalizar estos tiempos desolados y confusos.

–Hasta hace un mes vivíamos en un mundo y ahora perece que nos lo han quitado. ¿Qué ha pasado?

–Nada volverá a ser como antes, espero tomen buena nota quienes detentan los poderes económicos, para que observen el aplauso entusiasta a los héroes que se sacrifican por el bien colectivo, que la globalidad de la población del planeta (siete mil millones de personas), exigen medidas responsables para asegurar lo que beneficia a la comunidad en general, que la conservación de la naturaleza es una obligación ineludible y la lucha por los derechos civiles de todos aquellos oprimidos por oligarquías dominantes constituye un acto de extrema necesidad y justicia. No se puede consentir bajo ningún aspecto la intoxicación mediática de los corifeos catastrofistas que ocultan aviesas intenciones de dominación y expolio. Nada volverá a ser lo mismo.

-¿Qué lecciones y conclusiones cree que deberíamos extraer de esta situación?

-Una norma esencial debe prevalecer en nuestro pensamiento, este es un mundo terriblemente indigno, quién demuestre solidaridad y compasión por la fragilidad de la existencia humana, por su carácter de ejemplaridad con sus congéneres en las situaciones difíciles, quien se identifique con la honestidad y luche contra los especuladores y depredadores sociales, ese será el perfil solidario del cual saldrá una sociedad más sensata y establecerá el camino para un futuro de conciencia y responsabilidad ecológica.

–El mundo de la cultura en general es uno de los más afectados. ¿Qué medidas cree que deberían tomarse?

–¡Subvenciones!... siempre hay gentes que presionan en contra de las subvenciones y ayudas institucionales, pero existen tantas y tan numerosas para otros sectores (automoción, edificaciones, agricultura, ganadería, industria… etc.), que cuando se menciona tal posibilidad para el ámbito cultural parece que es tirar el dinero público. Esta crisis y todas las que se producen con frecuencia por razones políticas, económicas, sociales afectan de manera notable al sector cultural. Al parecer es prescindible el disfrute de la sensibilidad para una sociedad sin más alternativas que su afición por la rentabilidad de sus actos. Nadie puede creer en el dinero si éste no sostuviera aquellas alternativas que elevan el espíritu y la creatividad humana. Su contexto no es la felicidad solo, es también los nobles sentimientos de altruismo y conocimiento que solo la cultura puede otorgar.

–¿Alguna recomendación creativa para la cuarentena?

–Libros, libros y más libros. Buenas lecturas, encontrar este tiempo que nos sobra para acercarnos a cualquier momento de lectura. También husmear las redes sociales, la comunicación estereotipada y defectuosa de las mismas procuran ejercitar las retinas, la mirada hacía los otros, aunque sea en tales medios tan saturados de opiniones inverosímiles. Aconsejo unas cuantas recomendaciones. En materia de cine, 'Leólo' de Jean Claude Luzón, 'A Bout de Souffle' de Jean Luc Godard' y 'Paterson' de Jim Jarmusch. En cuanto a libros, 'Idea Súbita, ensayos sobre epifanía creativa', de Abada Editores; 'Poesías'' de John Burnside' (Lumen); 'Ensayos', de Cynthia Ozick (Editorial Mardulce). Si hablamos de cómics, 'Ventiladores', de Clyde de Seth y 'Rusty Brown', de Chris Ware. Por último, para quienes prefieran la televisión, en Netflix, la serie 'Euphoria'.