Tintín dice «güena suerti»
La Isla Negra, en cántabro ·
Una editorial lanza una de las aventuras más conocidas del famoso reportero traducida con palabras, giros y expresiones de la cultura regionalSecciones
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La Isla Negra, en cántabro ·
Una editorial lanza una de las aventuras más conocidas del famoso reportero traducida con palabras, giros y expresiones de la cultura regional«Adiós... y güena suerti», dice Tintín a los dos bigotudos detectives que le acompañan en sus peripecias –que aquí se llaman Sáinz y Sáiz– y que han ido de visita al hospital en el que anda en cama. No hay que preocuparse. El doctor ... explica que «la bala alesnó por una custilla» y que «en tres días el mozu estará en pie». Pero el reportero con el mechón de pelo más famoso de la historia coloreada es de culo inquieto y acorta los plazos. No puede más. «El dotor puei dicir misa», explica antes de despedirse de la enfermera con un «adiós siñurita» ya con la gabardina puesta y Milú caminando dos pasos por detrás. Sí, este Tintín habla con palabras, giros y expresiones que suenan por aquí. De Cantabria. Zephyrum Ediciones y Trilita Ediciones han coeditado La isla Negra, el séptimo álbum de Las Aventuras de Tintín. Pero no es una edición más. Al personaje de Hergé le han colocado muchos acentos. Primero, asturiano, euskera y gallego. Ahora, cadaquesenc, judeoespañol y cántabro.
«Las Aventuras de Tintín –dicen desde la editorial– es una de las colecciones de cómic más traducidas, pues está editada en más de 126 idiomas». Comentan que, a lo largo de sus 64 páginas, se «respetan los modismos y las frases de cada variedad». Y, en el caso de la cántabra, destacan «la utilización de expresiones, onomatopeyas, pronombres y cierre de vocales, pues el texto debía ser fiel al original y además ser reconocible dentro del uso que hacen los cántabros».
El cómic –su precio de venta al público es de 18,50 euros– viene con 'extras'. Los promotores de la idea lanzan 'la Tintinteca', «una fonoteca en la que se pueden escuchar algunas páginas grabadas en cada lengua y variedad lingüística». Para, más allá de leer, oír al famoso reportero decir «güena suerti».
¿Quiénes le han puesto esta voz al personaje? La traducción y corrección corre a cargo de Constantino Ruiz y Roberto Diego, que han contado para el proyecto con la colaboración de ADIC (Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria). Ruiz es experto en bibliografía sobre el patrimonio lingüístico de Cantabria y fue el director de la extinta revista L'abrigu. Es un apasionado de estos temas y entiende que, con esto, «como con todos los componentes culturales», las reflexiones «no deberían politizarse». De hecho, huye de las etiquetas a la hora de hablar de este trabajo.
«La filosofía a la hora de poner en valor el cántabro es trasladar a la sociedad un aspecto más del rico patrimonio cultural de Cantabria. Que lo mismo que se hace con los coros y danzas, las albarcas o los bolos, por poner tres ejemplos, se haga también con una peculiaridad lingüística que se denomina cántabro», reflexiona el encargado de la traducción. Aclara que «no es algo que se ha sacado la gente de la manga» y pone ejemplos para explicar su visión. «Nadie duda en Cantabria de que existen los bolos y las boleras. De su existencia. Pero el hecho de que existan no implica que te obliguen a jugar, a tirar unas bolas cada vez que te acerques o a conocer las reglas. O las albarcas. ¿Que existan nos obliga a andar con ellas y a ponérnoslas? No. Pues con esto pasa algo parecido. Que en Cantabria se admita que exista una peculiaridad lingüística no obliga a hablarla y, ni siquiera, a conocerla. Pero publicaciones como esta posibilitan que el que sí quiera acudir a ello para saber más pueda tener la posibilidad de hacerlo».
Todo, a través de una gran aventura y del misterio que rodea a todas las andanzas del personaje. En La isla Negra, en concreto, Tintín y Milú viajan a Escocia para enfrentarse, como en una novela policíaca, a una banda de falsificadores, al doctor Müller ―espía alemán infiltrado― y al terrorífico y a la vez tierno gorila que recuerda a King Kong. Es la sinopsis que utiliza la editorial para la promoción.
Quién le iba a decir a Georges Remi –Hergé para medio mundo– que su reportero con el mechón siempre rebelde iba a hacer todo eso deseando a Dupont y Dupond (Sáinz y Sáiz) que tengan «güena suerti»...
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