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Torbellino de colores

La personalidad de Lola Flores convirtió sus espectáculos en experiencia única

Javier Rodríguez

Santander

Jueves, 21 de junio 2018, 07:20

Afinales de los setenta contemplé una de las actuaciones en Madrid de Lola Flores. Tuvo lugar en la sala entonces de moda, en la que se presentaban las figuras que acudían a la capital de España: Florida Park (allí presenciaría también exitosas noches de Rocío ... Jurado, Raphael, Juan Gabriel, Pedro Vargas, etc.) Una magnífica orquesta se encargó de abrir el recital de la estrella jerezana, que entró en pista a los acordes de un pasodoble luciendo bata blanca de cola y moviendo con la mano derecha un abanico del mismo color. Desde que apareció bajo la luz de los focos brotó en el recinto la magia del arte: quedaba unida al público como si fuera un imán. Aquella poderosa irrupción escénica, de arrolladora personalidad, me recordó de inmediato las bellas palabras con las que la describiera José Mª Pemán: «Torbellino de colores. No hay en el mundo una flor que el viento mueva mejor que se mueve Lola Flores». Estaba –es decir, estábamos cada uno de los espectadores– ante una artista enorme.

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