Un 'Mad Men' a la española

La serie se remonta al año 1966, cuando en las redacciones estaba permitido el humo de tabaco y su banda sonora era el constante repiqueteo de las máquinas de escribir. Sin correo electrónico ni teléfonos móviles, los periodistas de 'El Caso' tenían que valerse de contactos, sobornos y mucha intuición para conseguir noticias suculentas antes de que el semanario se enviara a las rotativas. La tecnología no era lo único con lo que había que lidiar, la censura de la época y las trabas de la Policía eran la tónica habitual del momento.

En medio de todo ese jaleo está Jesús Expósito, un exagente y reportero veterano que interpreta Fernando Guillén Cuervo. «Tiene el espíritu de 'Primera Plana', del Jack Nicholson de 'Chinatown', es ese tipo de perro apaleado que se enfrenta a todo aunque sea un tirillas. Es un 'Mad Men' a la española», explica el actor a este periódico.

En el primer capítulo le endosan a una nueva compañera con la que no está muy contento porque él prefiere trabajar en solitario. Ella es Clara López, el personaje de Verónica Sánchez, una periodista recién licenciada que está dando sus primeros pasos, pero que no se amilana ante las adversidades. Poco a poco, se irá fraguando entre ambos una relación de admiración profesional. «Ella es muy osada, entra en la redacción con muchas ganas de cerrarle la boca a todas las personas que piensan que una mujer nunca será una buena periodista», comenta la actriz.

12 años en el cajón

La idea de la serie surgió cuando Fernando Guillén Cuervo iba paseando por la Cuesta de Moyano, una calle madrileña conocida por sus librerías, y le llamó la atención ver en uno de los puestos una edición encuadernada con varios ejemplares de 'El Caso'. «Cuando los vi se me ocurrió una posible serie de género negro, que le hacía falta a nuestro país, con el valor añadido del periodismo, de la vocación del reportero de investigación en una España censurada. Además 'El Caso' estaba en contacto con la España marginada, un mundo donde lo detectivesco nos lleva a un contenido social interesantísimo», explica Guillén Cuervo, que estuvo 12 años intentando vender el proyecto hasta que se topó con Fernando López-Puig, director de ficción de TVE, que se mostró entusiasmado.

Cada suceso que aparece en la serie es auténtico y está tomado de una portada histórica de la publicación, solo han cambiado los nombres de las víctimas para no herir los sentimientos de los familiares. El propio Guillén Cuervo, investigando en el semanario, encontró una noticia que él mismo protagonizaba, cuando un coche le atropelló con cuatro años, y otra posterior que hablaba del atraco que había sufrido su madre, Gemma Cuervo, en el barrio barcelonés de El Borne. «Fue una casualidad que me hizo pensar que estaba predestinado para esta serie. Me acuerdo que me hizo hasta ilusión verlo. Aunque no dan para un capítulo (risas)», recuerda el actor.

A la hora de recrear los vestuarios y el decorado de la época, sus creadores reconocen haber «arriesgado». No solo deseaban contentar a los espectadores que han vivido esos años, sino también a los más jóvenes. «Queríamos que entrara por los ojos, con colores que identificaran cada escenario. El negro, por ejemplo, para la comisaría, y los tonos cálidos para la redacción», explica Aitor Gabilondo. Si la ficción triunfa puede que hasta se ponga de moda de nuevo aquel refrán que decía 'vamos a acabar saliendo en El Caso'.