«La Filosofía me hizo sentir maduro»

La asignatura de Filosofía no es fácil, pero puede resultar apasionante si te toca un profesor como 'Merlí', el protagonista de la serie que viene de triunfar en la autonómica catalana y ha dado el salto a La Sexta (esta noche, 22.30 horas). Francesc Orella (Barcelona, 1957) interpreta a este maestro amigo de sus alumnos pero con métodos poco ortodoxos. «El personaje de Merlí tiene tela».

Le comparan con el doctor House de la filosofía.

Tiene ese punto de canalla y borde a veces; en esos atributos se parecen a Merlí. La idea es un profesor con mucha vocación de enseñar pero que puede llegar a ser arrogante y manipulador.

También es inevitable acordarse de 'El club de los poetas muertos'.

Esta es otra referencia que la gente recuerda. El típico profesor que motiva a sus alumnos y es enrollado. Merlí es un 'mix' de ambos.

¿Cómo ha sido la experiencia de doblarse a sí mismo?

Yo me he doblado siempre del catalán al castellano y viceversa, así que ya estaba acostumbrado. Pero en esta ocasión ha sido muy bonito, porque siempre encuentras matices nuevos cuando cambias de idioma. Las versiones originales son más auténticas, pero creo que he sido muy fiel.

¿Cuál es la lección más bonita que le ha enseñado Merlí?

¡El personaje tiene tela! (risas), pero encontré muchas cosas en común con este tipo. Así que me sentí muy cómodo. Lo mejor ha sido trabajar con tanta gente joven, con esa edad tan estupenda, y con tanto talento.

Hay cantera.

¿Sí hay cantera? ¡En este país ha mucho talento!

¿Se le daba bien la asignatura de Filosofía en el colegio?

Cuando me tocó darla por primera vez pensé '¡hostia, ya soy adulto!' y me parecía una asignatura que tenía un plus. Me encantaba, me hacía sentir maduro. Tuve un profesor que hizo que tuviera mucho interés por ella.

En la sociedad actual esta arrinconada...

Sí, amigo, sí, ¡la cosa ha cambiado mucho! El sistema educativo actual tiene muchas deficiencias y hay asignaturas que se han arrinconado, como la Música, por ejemplo. Materias que sirven para alimentar el espíritu crítico de la persona. Para Merlí, la filosofía enseña a pensar a los alumnos. Cada capítulo se dedica a un filósofo.

¿Están los profesores suficientemente valorados?

Es una profesión muy bonita pero difícil. Se sienten infravalorados y sufren depresiones, también porque los chavales han ganado en libertad y les plantan cara, a veces por influencia de sus padres.

Paradójicamente Merlí es denostado por sus compañeros.

Él se hace colega de sus alumnos y se implica en su vida privada. Eso es lo que ha enganchado a la audiencia joven. En cambio, esa manera de enseñar produce diferencias entre los profes más ortodoxos.

¿Qué opinan los docentes?

Algún email he recibido, y ha gustado en el gremio. Pero como Merlí se mete en líos porque es un mentiroso, muchos me han dicho que no es creíble. ¡Es ficción! Pero siempre se aprovecha para hablar de temas reales.