«Jordi Évole es el mejor entrevistador»

Mara Torres sigue conservando el espíritu pizpireto de cuando era una niña. Aunque por aquel entonces no le quedó más remedio que reservarlo para su tiempo libre después de que la echaran de clase por jugar al 'pito, pito, gorgorito'. Le dio tanta vergüenza que no volvió a abrir la boca. La madrileña convirtió su amor por las palabras en su profesión: periodista, escritora y doctora en Literatura Comparada, dando rienda suelta a su piquito de oro en el programa radiofónico 'Hablar por hablar' (Cadena Ser). Con su novela 'La vida imaginaria', finalista del Premio Planeta, cumplió un sueño y 'La 2 Noticias' le dio el reconocimiento del gremio. Cuando Jordi Évole recogió el Premio Iris al mejor reportero se lo dedicó a la presentadora, que se atrevió a no firmar un telediario en el que se había suprimido una noticia en la que los partidos políticos pedían la independencia de TVE. «La televisión pública no ha de olvidarse nunca de su verdadera vocación: el servicio público», subrayó Évole.

'La 2 Noticias' ha sido el informativo más premiado de la historia. ¿Cuál es el secreto?

Es una pregunta difícil, pero supongo que solo hemos intentado ser honestos y mantener durante todos estos años los principios sobre los que nació el informativo: el rigor, la independencia, la pluralidad... Además de prestar especial atención a las noticias relacionadas con los derechos humanos.

Para muchos seguirá siendo la presentadora de 'Hablar por hablar'. ¿Qué tiene la radio de especial?

La cercanía. Hacer y escuchar la radio supone sentirse siempre acompañado.

¿Podríamos decir que fue su primer amor?

(Carcajadas) Puede ser, sí. Aunque mi primer amor sigue siendo platónico.

¿Le cambió mucho la vida su paso a la televisión y el ser conocida públicamente?

Sí, muchísimo. Una vez me pasó una anécdota: estaba en un garito de noche y una chica no dejaba de decirme: «Eres igualita, pero igualita que Mara Torres». Y yo la decía: «Sí, sí, me lo han dicho más veces». Siempre les respondía eso porque estaba con amigos que no hacían televisión y me parecía que así estaríamos más tranquilos. Pero ese día, cuando ya me iba, me acerqué a la chica y le dije: «Mira, que sí soy yo». Me contestó: «Ni de coña». Y se fue.

Como buena amante de las palabras, ¿le tuvieron que reñir mucho en clase por habladora?

(Risas) No, no mucho, porque en párvulos una mañana estaba jugando al 'pito, pito, gorgorito' y la profesora me echó de clase. Me dio tanta vergüenza que me escondí en un armario del pasillo para que las monjas no vieran que me habían expulsado y aprendí la lección porque no volví a abrir el pico.

En casa, solo para dormir

Su abuela decía siempre que si se le caía la casa no le pillaría dentro. ¿Cuáles son sus grandes aficiones?

Desde luego, estar en casa no es una de ellas, salvo que esté escribiendo. Mi favorita es estar con los amigos.

Quedó finalista del Premio Planeta con 'La vida imaginaria'. ¿Ha conseguido alcanzar esa existencia con la que soñó?

No, ¡qué va! Ganar ese premio fue una de las cosas más importantes que me han ocurrido en mi vida profesional, pero no creo que haya llegado a ningún lugar. Yo siempre ando buscando y buscándome y, en general, no me encuentro. Igual sigo escondida en el pasillo del colegio.

Jordi Évole le dedicó su Premio Iris al mejor reportero. ¿Le considera un buen profesional?

Me parece el mejor entrevistador de la actualidad y su programa, 'Salvados', el mejor de la televisión.

¿Le ha costado muchas veces ejercer el servicio público con los cambios de Gobierno?

No pienso en si me cuesta o no... Todo el equipo de 'La 2 Noticias' hacemos lo que creemos que tenemos que hacer como informativo de un medio público.