![Ana Merino: «La lectura es el mejor antioxidante»](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/09/01/97631286-kqKF--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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Ana Merino (Madrid, 1971) se reconoce como «una disfrutona de la escritura». Le divierte, sobre todo, el proceso de creación y reconoce que todos los géneros le fascinan. La ganadora del Premio Nadal de 2020, poeta, dramaturga y teórica del cómic cierra los Martes Literarios esta edición.
–Ha regresado a España después de 30 años viviendo fundamentalmente en Estados Unidos. A nivel literario, ¿qué país se ha encontrado?
–Una España muy rica con muchas voces y muchos proyectos. Una España que cada vez lee más o eso quiero creer. Un país que ha crecido en bibliotecas y compromisos. Así que soy optimista. Sé que tenemos grandes retos porque en estos treinta años han surgido una serie de entretenimientos, como las pantallas, que no nutren el cerebro. Para nosotros, para nuestra generación, el móvil y el resto de pantallas son herramientas de trabajo, pero me preocupa como las van a recibir las nuevas generaciones.
–¿Se le ocurre alguna fórmula para nutrirles el cerebro?
–Tendrán que recuperar la lectura que es el mejor antioxidante y el mejor estímulo cerebral. Hay plataformas, espacios como bibliotecas o librerías en los que se suceden cosas y también un fuerte compromiso de la cultura y la educación con la lectura pero sería necesaria una mayor concienciación para las nuevas generaciones.
–Dice que se lee más y parece ser que es así, pero ¿se puede vivir solo de escribir?
–No es fácil responder a esto porque es muy complejo. Depende de lo que consideres qué es escribir o qué es vivir y qué salario consideras suficiente. Yo lo que creo es que los escritores hacen un gran esfuerzo por intentar buscar profesiones afines a su sensibilidad y a sus intereses. Evidentemente hay una serie de personas privilegiadas que, por las circunstancias que sea, sus libros tiene un mayor impacto, pero en general creo que el escritor busca espacios afines en los que pueda alternar su creatividad con la docencia o la divulgación periodística.
–Además de haber publicado dos novelas, y últimamente dedicarse a la literatura juvenil, también es autora teatral. Pero se dio a conocer como poeta y es autora de nueve poemarios. ¿Qué era entonces y qué es ahora la poesía para usted?
–Un espacio de creatividad fundamental. La poesía es parte de mí como lo es la literatura. Tengo la suerte de manejar distintos registros y de disfrutar muchísimo con el proceso creador que es lo que me estimula a seguir escribiendo. La poesía me da un espacio de desarrollo interior y la prosa el desarrollo de ideas de acción y de personajes. Cada bloque de trabajo que hago me aporta algo, también el teatro, que me permite trabajar con los espacios. Insisto en que tengo la suerte de que las distintas melodías de la literatura forman parte de mi proceso creador y lo disfruto mucho.
–Su última melodía, 'El planeta Lasvi', es una novela para jóvenes. ¿Que le ha dado este tipo de literatura?
–Me ha dado la posibilidad de dialogar con otras edades, con otras perspectivas y mentalidades. 'El planeta Lasvi' es, efectivamente, una novela de ciencia ficción juvenil, editada por Siruela, y me ha permitido indagar en este género tan interesante porque la ciencia ficción te permite hacer filosofía y desarrollar un pensamiento filosófico, así que he disfrutado mucho con los personajes, con los conflictos futuristas y con ese espacio de reflexión de lo que somos.
–¿Ha sentido una respuesta por parte de los jóvenes a esa obra?
–Sí porque cuando he asistido a ferias o visitado colegios me he encontrado con un tipo de lector intrépido que dialoga contigo, que ha entendido la obra y que la ha disfrutado. Y me he sentido bien porque creo que ese es el trabajo de los escritores, llevar ese disfrute del proceso creador a los lectores.
–Han pasado ya cuatro años desde que recibió el Nadal por 'El mapa de los afectos'. Desde esta distancia temporal, ¿cambiaría algo de ella?, ¿la escribiría de otra forma?
–Los libros que escribes en un determinado momento se quedan en ese momento y me siento bien y contenta con esa propuesta. Creo que se trata de un libro que tenía mucha carga poética, y está escrito así porque me interesaba que cada capítulo tuviera una gran fuerza poética y a la vez esa interacción entre los personajes. Quedé muy contenta con ese libro, pero también con el que escribí después, 'Amigo', ya que tuve la suerte de encontrar el archivo de Joaquín Amigo. Así que de aquella época lo único que cambiaría sería que no hubiese habido una pandemia mundial. Pero creo que eso lo cambiaríamos todos.
–Y ahora ¿escribe narrativa, poesía, una nueva dramaturgia...?
–Sigo en todos los frentes. La poesía siempre está y siempre estará pues sigo escribiendo poemas que voy guardando y van haciendo su propio viaje. En la antología 'Los pasos de la cordura' hay diez nuevos que muestran más o menos hacia donde va mi próximo proyecto poético. También estoy metida en una nueva novela que va a buen ritmo.
–Creció entre libros, pero también entre cómic. De hecho ha sido pionera en el desarrollo de la formación académica del cómic. ¿En qué momento está este género en España?
–En un momento buenísimo. Tenemos gente con muchísimo talento. Bueno, siempre lo tuvimos, España siempre ha generado un cómic extraordinario y sigue haciéndolo. Quizás echo de menos que haya más cómic para el público infantil y juvenil. En la época en la que yo crecí el cómic era un espacio lúdico de desarrollo interesantísimo y ahora las pantallas les han robado a los jóvenes el disfrute del papel y del cómic. Habría que recuperar eso porque a nivel de novela gráfica hay muchas publicaciones para adultos y me gustaría que hubiese más para jóvenes.
–Su padre es escritor, Jesús Merino, su pareja también lo es, Manuel Vilas. ¿Cómo se vive la creación en un entorno así?
–Con mucha alegría porque tienes personas que entienden el proceso en el que estás y eso es fabuloso. Tuve la suerte de crecer en un hogar que había muchos libros y eso es lo que me gustaría promover, que las casas tengan libros y ese privilegio. Un privilegio que está muy cerca y al que podríamos llegar todos, pero ahí está la responsabilidad de los padres y madres por meter la literatura en casa e incentivar la lectura de sus hijos y no delegar en las pantallas porque el cerebro con pantallas no se estimula.
–¿Cómo es compartir la vida con otro escritor?
–Fascinante y a la vez divertida. Manuel y yo tenemos voces muy diferentes y yo tengo la suerte de ver cómo se pelea un compañero escritor con su propio proceso creativo.
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