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En España existen hoy numerosas instituciones dedicadas a la «conservación del legado de los escritores» más importantes del siglo pasado. Un Encuentro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo abordará al inicio de agosto una radiografía del estado de esas entidades, sus problemas y perfiles a ... la hora de mantener una actividad y un activismo en defensa de los autores y sus obras que dan nombre a esas bibliotecas, archivos y espacios culturales privados, públicos, o fruto de la colaboración entre ambos. El foro académico está organizado por la santanderina Fundación Gerardo Diego, que alberga la que fuera su biblioteca personal, rica, como es lógico, en «materiales ultraístas, creacionistas, estridentistas, y veintisietistas». También estará presente por Cantabria la Casona de Tudanca, que preserva otro gran legado, el de José María de Cossío, erudito de la generación del 27.
El Encuentro, que se centra en autores españoles del siglo XX (principalmente de la Edad de Plata), propone un itinerario desde Juan Ramón Jiménez hasta Carlos Edmundo de Ory, a través de sus legados bibliográficos y documentales conservados en distintas instituciones del país. Cantabria estará representada por los legados de Diego y de Cossío.
La disección pone el foco en un patrimonio bibliográfico y documental específico: los archivos y bibliotecas personales de escritores españoles del siglo XX, también el de otros creadores como pintores, especialmente aquellos vinculados más estrechamente con la literatura.
Un patrimonio considerado una fuente esencial para «conocer, profundizar, y abrir nuevas perspectivas de investigación, en nuestra historia literaria y cultural, un Encuentro necesario entre los profesionales que cuidan este patrimonio y los estudiosos e investigadores en artes y humanidades».
Bajo la dirección de Juan Manuel Bonet, escritor, poeta y crítico, y Andrea Puente, directora Fundación Gerardo Diego, que ejercerá de secretaria del Encuentro, el foro estará precedido de una charla inaugural que trazará la cartografía de 'Los archivos literarios: una invitación al viaje' corre a cargo del propio Bonet.
Siguiendo el espíritu de la Universidad Internacional de Verano de Santander, cuyo primer curso fue en 1933, esta reunión congregará a distintos profesionales vinculados a una selección de archivos y bibliotecas personales de escritores españoles: investigadores, bibliotecarios, gestores culturales…, con el fin de «difundir este tipo de patrimonio, y a través del intercambio de ideas y proyectos entre ponentes y público asistente, establecer, mirando al futuro, una RED de colaboración». Los escritores y creadores tratados en las ponencias pertenecen a las distintas generaciones de la Edad de Plata: la del 98, la del 14 y la del 27, con una incursión en las de posguerra; y representan distintos campos fundamentales de nuestra historia cultural contemporánea como el Institucionismo, el Modernismo, las Vanguardias, la Generación del 27 o el Exilio; y se ha buscado que distintas geografías del país.
Estos archivos y bibliotecas literarios, aunque han sido configurados en su origen por particulares (escritores y artistas), la mayoría de ellos están –o acabarán siendo– custodiados por instituciones. Bonet, conocedor excepcional del ámbito de las bibliotecas y archivos personales de pintores, escritores, y otros creadores; un tipo de patrimonio que siempre ha defendido como «elemento fundamental para entender a un creador», y un tipo de material que siempre ha incluido en las exposiciones que ha comisariado o que se han celebrado en las instituciones que ha dirigido, del IVAM al Reina Sofía, pasando por el Instituto Cervantes.
Recorrido
La Fundación Zenobia y Juan Ramón Jiménez, de Moguer, alberga la extraordinaria biblioteca del primer poeta español en recibir el Nobel. La madrileña Fundación Archivo Rafael Cansinos Assens, el legado de aquél que en fórmula magistral Borges retrató como «irónico padre del ultraísmo».
Veintisietistas son la granadina Fundación Federico García Lorca, y la vallisoletana Fundación Jorge Guillén, que presenta la particularidad de acoger otras bibliotecas, como las de Rosa Chacel, Francisco Pino, Ángel Crespo o Manuel Padorno.
La Fundación Max Aub (Segorbe. Castellón) conserva la biblioteca de este escritor y pintor (Jusep Torres Campalans) errante. Errante también Ramón Gaya, cuyo museo murciano nos acerca a la generación de Verso y Prosa. En la vecina Orihuela, la Fundación Cultural Miguel Hernández preserva el legado del mayor poeta del 36.
Junto a una rica colección artística, el TEA de Santa Cruz de Tenerife alberga valiosos fondos bibliográficos de Vicente Huidobro, César Moro o Eduardo Westerdahl.
Por último, la gaditana Fundación Carlos Edmundo de Ory, de Cádiz, conserva sus legendarios biblioteca y archivo,» imprescindibles para quien quiera estudiar el postismo, movimiento del que fue cofundador, y en general nuestras vanguardias».
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