Un escultor de emociones, sueños y silencios

Considera al arte «un pretexto para convertir el entorno en un espacio bello y una herramienta que educa la mirada y la sensibilidad». «Si el arte tiene fuerza es porque no sirve para nada, lo que lo convierte en un huracán, en un tsunami», sostiene: «Cuando el arte es auténtico y sincero, fluye como la poesía». Jaume Plensa es el artista español más internacional. En apenas un año fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas y con el Premio Velázquez. Esta semana, la UIMP nombra al escultor Jaume Plensa doctor 'honoris causa' de la institución académica en un acto que tendrá lugar el próximo jueves, al mediodía, en el Hall Real. Ese mismo día, por la tarde, Plensa protagoniza el ciclo de conferencias 'En Contexto' en el Paraninfo de la Magdalena. Su obra 'Carlota' preside desde hace un mes la fachada principal del Palacio. Cedida por el artista, allí permanecerá hasta que concluyan los Cursos de Verano en septiembre. Con 'Carlota', una pieza de 4,5 metros de altura realizada en hierro fundido, Plensa propone una «metáfora del cuerpo humano» e «invita a la contemplación y a la introspección».

Plensa (Barcelona, 1955), el polifacético y global creador, consagrado escultor de «emociones, silencios, sueños y pensamientos», es autor de una creación tan delicada como potente y singular. Obras que «convierten en tangible lo invisible», dando forma y volumen a «ideas, anhelos, emociones y sensaciones», según el propio Plensa. Aunque esporádicamente su obra ha estado presente en algunas citas colectivas de la región, en su vínculo con Cantabria destaca la exposición individual que realizó en 1999 en la galería municipal Robayera de Miengo, de la mano de Juan Manuel Puente, entonces su director. Una muestra casi insólita dado que el artista reservaba casi todas sus comparecencias para los compromisos internacionales. Además, la Torre de Don Borja de Santillana del Mar presenta desde el pasado año nuevas piezas de arte contemporáneo español procedentes de la Colección Rucandio, entre las que brilla la huella de Jaume Plensa: 'Nocturn' es una pieza de acero inoxidable que plasma la figura de un cuerpo humano formado por letras recortadas que le dan volumen, levedad y transparencia a un mismo tiempo. Las letras que conforman estos cuerpos simbolizan cómo el lenguaje nos construye y hace humanos. El propio Plensa lo explicaba en el documental '¿Puedes oírme?', que dirigió Pedro Ballesteros y que estaba dedicado a divulgar el trabajo de este creador: «Una letra sola parece nada, con otras forma palabras, palabras con palabras textos, textos con textos pensamiento, pensamiento con pensamiento cultura».

Plensa es casi un autodidacta, un francotirador que empezó trabajando el hierro en talleres de forja y mecánica, labor determinante en su evolución. Su primera individual se remonta a los años setenta en la que se presentó como un pintor abstracto, lenguaje que superó para centrarse en sus esculturas cargadas de lirismo. Desde su eclosión en los años ochenta, alterna materiales tan dispares como plástico, alabastro, resina, cristal o nailon, sin despreciar la luz y el sonido». Además, ha edificado su reputación en la escultura, la escenografía, pero sin desdeñar el vídeo o cualquier tipo de lenguaje y soporte, de la fotografía, la estampa y el dibujo al a los grandes volúmenes matéricos.

Mada Martínez

Jaume Plensa impartió un curso en la UIMP en agosto de 2018, pocos meses antes de que el Macba de Barcelona le dedicara la primera retrospectiva de su carrera. «Ha sido muy divertido, nunca había hecho una exposición que abarcara tantos años en mi obra», contaba entonces a este periódico con cierta timidez. «Aunque a mí me interesa lo que haré mañana, no lo que he hecho ayer», decía a continuación.

Merecía mucho la pena, sin embargo, diseccionar su trabajo previo. Entre otras piezas que iluminan el espacio público en medio mundo, merecía la pena preguntarle por la 'Crown Fountain', ubicada en el Millennium Park de Chicago, una fuente compuesta por dos torres de 15 metros de altura que van proyectando los rostros de los vecinos de la ciudad. De sus labios brota el agua, así que también es un lugar donde la gente se refresca cuando llega el calor. De hecho, los periódicos de Chicago anuncian la llegada de la primavera cuando los chorros de agua vuelven a funcionar después del invierno.

La 'Crown Fountain' quizá ha sido la pieza que más ha cambiado la visión que se tenía de las intervenciones de Plensa en el espacio público. «El artista tiene esa capacidad de insuflar vida a esos lugares que necesitan una regeneración. Es fantástico que la gente se encuentre de pronto en su casa con algo que no ha pedido. El espacio público, al final, es su casa, nuestra casa, la casa de todos». Plensa hacía esta reflexión en El Diario Montañés sin perder de vista que, en ocasiones, la misión del artista no es tanto crear belleza como despertarla y reintroducirla en la cotidianidad. Lo logró con 'Dream' (en St. Helens, Inglaterra), una de sus celebradas cabezas a gran escala –de 20 metros de altura– ubicada en 2009 en un territorio antes minero y ambientalmente degradado. En el pueblo de St. Helens, 'Dream' fue recibida con emoción y con una gran fiesta.

Volviendo a Chicago, aquí Plensa transformó a sus vecinos en gárgolas, entrelazó generaciones y celebró el agua y la humedad, que son aspectos que le obsesionan. «Tal vez por mi imposibilidad de flotar, uno de los lugares que más me gusta del mundo es el Mar Muerto, cuando estoy allí floto como un pez, soy feliz. Muchas veces he pensado que, quizá, mi madre nunca me llevó al mar adecuado y en esto he encontrado una metáfora interesante: muchas veces, hay gente que no acaba de funcionar porque tal vez no está en su mar. No se trata de que no lo estés haciendo bien, sino de que no estás en el lugar adecuado».

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