

Secciones
Servicios
Destacamos
«Ya les habría gustado a ciertos canales de televisión de hoy en día tener a Julio César». El protagonista de la novela 'Roma soy ... yo' tiene un recorrido tan interesante que su autor, Santiago Posteguillo tiene previsto dedicarle doce años para escribir seis volúmenes sobre su historia. Se suman así a los seis años que dedicó a Escipión, siete para Trajano y cuatro para Julia Domna, en una labor de investigación en profundidad que tiene mucho que ver en el éxito internacional de sus trabajos.
Posteguillo, una persona «capaz de aunar una sabiduría inmensa con la capacidad de transmitirla en textos que fascinan», tal y como le presentó el Rector de la UIMP, Carlos Andradas, logró que el Paraninfo de la Magdalena se quedara ayer pequeño en un nuevo encuentro de los Martes Literarios, tras la ya tradicional pausa por las fiestas de la Semana Grande.
Acompañado por Regino Mateo, el escritor, filólogo y docente en la Universidad Jaume I, afirmó que regresar a Santander «siempre es agradable». Docente, de momento, porque reconoce el valenciano que «la vida me empieza a no dar de sí». Aún así, mantiene esa labor, como especialista en literatura inglesa del siglo XIX, como una de sus vocaciones, que siempre le ha gustado para «desarrollar mentes críticas».
Acostumbrado a imbuirse de los ritmos, las tradiciones y la evolución de la Roma antigua, considera Posteguillo que «una novela histórica puede querer enseñarte de historia, pero lo primordial es que tiene que apasionar, emocionar y entretener». A juzgar por los índices de ventas de sus libros, esa última función es una meta cumplida con creces, sin dejar de lado su objetivo de contar la historia de personajes archiconocidos desde otra perspectiva.
Así, con referentes literarios en el tema de «una envergadura astronómica», como Shakespeare, el escritor encontró que «no se había narrado apenas la parte de César abogado», que desarrolla ampliamente en el primer volumen de su actual proyecto.
Posteguillo echa de menos a Nika, la perra con la que caminaba por la montaña e iba acumulando ideas. Ahora pasea solo, en una rutina que le relaja, mientras piensa la escena que le gustaría escribir, luchando así además contra el sedentarismo que implica el solitario trabajo de escribir.
Un trabajo que obliga a los escritores a ser «seres muy permeables a lo que ocurre a nuestro alrededor», que deben tener «una gran capacidad de empatía para ponernos en la piel de los personajes». La evolución de la mujer es un hecho y entre las cuestiones pendientes considera recuperar figuras femeninas cuya historia se ha contado «de forma incompleta». Es el caso de Julia Domna, emperatriz y protagonista del libro que le valió a Posteguillo el Premio Planeta en el año 2018. «Julia fue cualquier cosa menos la 'mujer de'». Otro caso, Fulvia «una mujer de carácter» que llegará a mandar sobre las legiones. Y qué decir de Cleopatra y su mito. Todas ellas ocuparán espacio en sus páginas.
Posteguillo, que escribe rodeado de relojes de arena, sumó, entre instituto y universidad, cinco años de aprendizaje de latín, «que anda que no me han venido bien», bromeó y con ese idioma «salpica» sus obras, defendiendo que «el conocimiento de las humanidades es esencial».
Se mostró especialmente crítico con las idas y venidas en materia educativa. «Los que nos gobiernan, de cualquier perfil, quieren autómatas que no piensen, que trabajen mucho, que no sean críticos y eso te lo da no tener conocimientos de filosofía, arte, historia… Quieren que no pensemos Y contra eso me rebelo profundamente», sentenció despertando los aplausos del público.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.