«Es increíble la curiosidad y el poder de comunicación que tienen estos alumnos»

Ante todo, los profesores del Aula celebran la actitud del alumnado. «Tienen una curiosidad infinita por todas las áreas», dice Santiago García Cremades, matemático, divulgador científico y secretario del curso. «Es increíble la curiosidad y el poder de comunicación que tienen con tan solo 17 y 18 años», añade.

Corell coincide y considera «fascinante cómo en un solo día los alumnos consiguen esa conexión» y eso que sus intereses son, a priori, bien distintos. «Hay estudiantes de Relaciones Internacionales, Matemáticas o Informática», precisa García Cremades, quien, de hecho, está convencido de que entre tanto «talento» aquí «hay un futuro Ortega y Gasset, una futura María Zambrano o una futura Concha García Campoy». Y quizá, expone a modo de deseo, esta u otras aulas lleven algún día el nombre de uno de estos estudiantes.

Junto con Corell y García Cremades, comparecieron ayer la vicerrectora Matilde Carlón y Emilio del Río, director general de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid. «Aquí aprenden a tener una mirada amplia de los estudios y de la vida», dijo Del Río. Eso tiene que ver con la interdisciplinariedad, con no limitarse a aprender solo lo que atañe al grado, a la profesión.

El planteamiento es además «un buen ejemplo de lo que es la universidad», indicó Del Río, que entiende estas instituciones como ámbitos para la universalidad.