Todos los caminos llevan al arte

El último libro de Ramón Andrés está dedicado «a todos los inocentes que han muerto en las guerras urdidas contra nosotros». Es tan solo una pequeña muestra del profundo humanismo que destila la obra de un escritor que ha transitado no ya por por diferentes ... géneros –de la poesía y los aforismos a la historia de la música o el pensamiento– sino por varias disciplinas artísticas. De hecho, la primera dedicación profesional de Andrés (Pamplona, 1955) fue musical: a partir de 1974 y durante una década recorrió Europa como cantante de música medieval y renacentista. Instalado en Barcelona en los años ochenta, con un paréntesis de dos años en la Universidad de Nápoles, Andrés se dedicaría a la enseñanza y estudio de la Música Antigua, aunque su interés por otros ámbitos le llevarían a ejercer una intensa actividad cultural y creativa. Cofundador de la revista Archipiélago y destacado editor en sellos como Paidós, ha ejercido también el periodismo cultural en publicaciones especializadas como 'Humanitas', 'Ínsula', 'Nexus' o 'Pasajes' y en la prensa diaria, donde también se ha dedicado al columnismo de opinión. Aunque su ámbito más destacado tal vez sea el literario. El autor de 'El mundo en el oído. El nacimiento de la música en la cultura', debutó como poeta en 1987 con 'Imagen de mudanza', y en 1994 publicó 'La línea de las cosas' (Premio Ciudad de Córdoba). Recientemente, el Premio de la Crítica distinguió su poemario 'Los árboles que nos quedan' (2020), y este mismo año Hiperión ha publicado una antología de su obra, al cuidado de Francisco Javier Irazoki. Traductor de Dylan Thomas, Jean de La Bruyère, Christoph Wolff, Charles Burney o Georges Braque, ha rescatado también a clásicos como Diego Torres Villarroel o Juan Eusebio Nieremberg.