Las Llamas, entre la palabra y el movimiento

Con esta dinámica, Amestoy su equipo tratan de acercar a su alumnado a las herramientas comunicativas que procuran el teatro y el resto de artes escénicas. El curso 'Docentes a escena' es una de las propuestas estivales más exitosas de la UIMP. Se celebra en la sede de Las Llamas y desde hace años su matrícula queda completa gracias a la respuesta de profesores españoles y extranjeros de todo tipo de especialidades y etapas educativas. Muchos, de hecho, repiten año tras año animados por el plantel de docentes que acompañan a Amestoy -por las aulas han pasado Pepe Viyuela, Ignacio García May, Alfredo Sanzol o Roxana Coll; y este año lo hacen Pablo Iglesias Simón, Jara Martínez Valderas y Xabier Olza- y animados también por las propuestas de investigación que se trabajan durante cinco jornadas lectivas. «Son docentes que quieren encontrar otra manera de llegar al alumnado. Cada vez, este alumnado es más exigente, también por la sociedad en la que estamos sumidos, y quieren encontrar otras vías para transmitir la información, vías que incluyan la buena capacidad de comunicación, que sumen lo lúdico y todos los aspectos que puede aportar la escena», explica Amestoy, también actriz y coordinadora de la Factoría Estival de Arte.

Ella y su equipo exploran en la UIMP una línea de trabajo sobre la que «hay mucho terreno para investigar». Los profesores, convertidos en alumnos en Las Llamas, agradecen que una universidad ponga el foco en sus necesidades formativas. «Su lugar en la sociedad es sumamente importante. Se ocupan de los nuevos ciudadanos y hay que formarles adecuadamente», destaca Amestoy. Este año, han aprendido a ubicar las enseñanzas artísticas en España -qué grados y especialidades hay, dónde se imparten, qué caminos abren-, y han explorado las posibilidades y «el poder» del espacio, del sonido y de la comunicación. Todo eso lo podrán trasladar a sus aulas, adaptarlo a su propia asignatura, a su docencia, e, incluso, a los espectáculos que quieran realizar en clase. De hecho, el curso siempre acaba con una puesta en escena. Este año se trata de 'La casa de Bernarda Alba', de García Lorca.

«El teatro, al igual que la música, tendría que ser obligatorio desde las primeras edades. El teatro nos ayuda a tener confianza en nosotros mismos, a saber usar nuestro cuerpo, a usar la palabra y el texto, a conocer nuestras emociones, a trabajar en grupo. Porque el teatro es equipo, es respeto, y nos muestra que crecemos a partir de lo que nos da el otro», reflexiona Amestoy poco antes de volver al aula para continuar con los ejercicios teóricos y prácticos.

La clase dirigida por Amestoy da cuenta de que Las Llamas es una sede en movimiento, muy ligada a la educación, a la lengua, al teatro... a la cultura. A mediodía, en el auditorio del edificio principal, Jorge Martí imparte una sesión del curso 'Técnicas teatrales para la enseñanza de ELE (Español como Lengua Extranjera)', una de las propuestas del Ministerio de Educación y FP para la UIMP que dirige Eladio Duque. La meta aquí es que los profesores o los futuros profesores de español como lengua extranjera profundicen en sus competencias docentes, «en particular, en el uso estratégico de los recursos audiovisuales, las TIC y las técnicas teatrales en el aula».

Así que, en esta sesión bajo la luz tenue de los focos, el alumnado se mueve por el escenario del auditorio para «crear situaciones», para contar historias en las que entra en juego la espontaneidad y en las que poner en práctica sus aprendizajes. También sirven, apunta Martí, profesor de la Universidad de Alicante, para «aprender a perder la vergüenza y el miedo al error».

La UIMP inauguró la pasada semana en Las Llamas una nueva propuesta académica: 'Gramática y traducción de la lengua china para hispanohablantes y docentes de chino', dirigida por Taciana Fisac Badell, reputada catedrática de Estudios de Asia Oriental y directora del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Autónoma de Madrid.

Este encuentro afianza la apuesta de la Universidad por la enseñanza de idiomas, una fórmula que reúne en este pequeño campus a alumnos de medio mundo. Prueba de ello son los profesores y estudiantes de los cursos de 'Lengua y Cultura españolas', que a media mañana hacen un receso para tomar el almuerzo. Entre julio y agosto pasan por estas aulas jóvenes y adultos de Estados Unidos, Holanda, Italia, Barbados, Japón... Por las mañanas estudian gramática, fonética o cultura española, y por las tardes se asoman ámbitos como el teatro o el cine o participan en talleres opcionales y salidas culturales por la ciudad. Han ido a la exposición de Picasso en el Palacete del Embarcadero, al Mercado de La Esperanza, a las fiestas de la Semana Grande.

«Tenemos un perfil de estudiantado que repite año tras año, que conoce Santander y le encanta. Es un modelo multicultural e intergeneracional, es una mezcla muy rica», señala Sonia Andreu Vallés, jefa de estudios de los cursos de 'Lengua y Cultura españolas' y encargada, además, de coordinar todas las actividades deportivas y lúdicas que la UIMP propone a diario a estos estudiantes, que van de los 18 a los 75 años, y cuya meta es perfeccionar el idioma y sumergirse en la cultura del país con experiencias de todo tipo. «Hemos hecho surf, baloncesto, un taller de sevillanas, kayak... La participación es increíble», indica Abreu mientras muestra varias fotos donde los alumnos posan sonrientes con sus abanicos o sus trajes de neopreno. «La convivencia es muy fructífera. La gente se mezcla, participa», incide la profesora.

Este verano, pasarán por Las Llamas cerca de 200 alumnos de 'Lengua y Cultura españolas'. Es un programa consolidado. «Año tras año, es un éxito increíble. El formato funciona. Los alumnos de Peconic (EE UU), que estuvieron del 3 al 14 de julio, el año que viene quieren repetir un mes. El programa de West Virginia University (EE UU) también viene hace años... Y esto así por todo lo que ofrecen Santander y la UIMP, las actividades, la calidad del profesorado...», dice Abreu.

La jefa de estudios menciona a los docentes como clave del éxito de la propuesta. Paula González García es una de ellas, y deja momentáneamente de atender sus clases -son dinámicas, «muy comunicativas» y combinan la gramática, la expresión oral y la escrita- para hablar de un curso cuyo alumnado, indica, es muy variado y receptivo. «Es un entorno ideal, tanto la ciudad como el campus, que es muy atractivo, al lado de la playa. El ambiente en las clases es relajado y el hecho de que haya estudiantes de varios países hace que entre ellos surjan amistades. Es el contexto ideal», señala García, que este verano cumple 13 años vinculada a la UIMP. Natural de Torrelavega, desde hace más de una década reside en Barbados, donde es profesora de español y donde ejerce, además, como embajadora de la UIMP, atrayendo a Cantabria a nuevos alumnos. Confía en el modelo de enseñanza y convivencia que se procura en Santander. «Seguimos la misma dinámica porque funciona. Son cursos intensivos y la UIMP ofrece una variedad de actividades culturales que son un apoyo extra».

Su compañero de 'claustro' Emilio Bohórquez Rodríguez cumple ocho años como profesor en la UIMP, trabajando con la lengua -la gramática, el léxico, la comprensión oral y la escrita-, desplegando en el aula juegos y dinámicas colaborativas, y procurando a los alumnos herramientas para que «puedan llevar a la práctica todo lo aprendido».

En la variedad de perfiles está la virtud del programa de 'Lengua y Cultura españolas', sostiene. «Es lo positivo de la UIMP: vienen alumnos de países diversos y de entornos culturales distintos. Tenemos alumnos jóvenes y también docentes que ya tienen una larga experiencia laboral y cuya idea es poder renovarse y refrescar metodologías y dinámicas. Lo agradecemos muchísimo porque es una simbiosis y podemos aprender de su riqueza didáctica», reflexiona.