«Tenemos que retener el talento científico y recuperar el que está en el extranjero»

Para eso hace falta dinero y que los investigadores que trabajan fuera de España, «y que están intentando volver», tengan incentivos. Así, Viñuela y la científica Marisol Soengas, presidenta de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer, reclamaron para la ciencia española una financiación «sostenida» en el tiempo e independiente del color político del gobierno.

«En España se hace muy buena ciencia pese a la poquísima inversión que tiene», apuntó no obstante Viñuela, cuya Fundación se estrena este año en la Escuela de la UIMP. La cantera científica es valiosa, diversa y es «importante» darla a conocer. Además, esta visibilización ayuda a que el alumnado de colegios e institutos vea en la ciencia una motivación y una salida académica y laboral, sobre todo, las niñas, indicaron las ponentes. ¿Por qué? Porque, «desafortunadamente, no estamos mejorando mucho», lamentó Soengas, en alusión a estudios recientes del CSIC y del Ministerio de Ciencia que revelan que, si bien en las fases iniciales de la carrera científica hay entre un 50% y 60% de mujeres realizando la tesis -en áreas como la biología o la biomedicina-, la brecha emerge conforme avanza la carrera profesional. Las estadísticas evidencian que solo entre un 25% y un 30% de las cátedras y puestos de alta responsabilidad científica los ocupan mujeres. «Y se está reduciendo, incluso, su entrada en las fases iniciales», advirtió Soengas.

Ejemplo de ello, indicaron es el campo de la Inteligencia Artificial (IA). Por un lado, «los algoritmos aprenden según las fotos que se les muestran o la información que se les presenta» y ahí Soengas observa con preocupación un «sesgo» de género. «La IA también es un área de trabajo que no está llegando a las mujeres, sobre todo a las mujeres STEM -acrónimo de Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)- y estamos perdiendo oportunidades laborales», alertó la también científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Por eso, la Fundación quiere incentivar las vocaciones desde las primeras etapas educativas «y que ninguna chica ni ningún chico se quede atrás en su formación». Tomando como referencia el Informe Pisa de 2015, Viñuela aseguró que el 60% de las alumnas de escuelas rurales «creen que no tienen capacidades científico-tecnológicas». Por eso, su labor también se centra en trabajar la «confianza».