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Ponerle cifras al arte es cuestión complicada, pero también ilustrativa. Por citar algunos; se conservan más de 10.000 títulos de zarzuela, que fueron obra de más de 1500 compositores y 1800 libretistas. En 1867, año cumbre, se representaron más de 3.304 funciones, ... que se estrenaban en los 127 teatros españoles. Entre ellos Santander, que también cuenta con su cupo creativo en este género: José María de Pereda compuso tres.
Y Santander vuelve a ser escenario de este estilo. Al menos para hablar de ella. La UIMP acoge el curso 'La zarzuela. Patrimonio de la hispanidad. Retos para el siglo XXI'. Un programa dirigido por Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela, que reivindicó los cuatro siglos de historia que tiene el género. «Muchos profesionales nos dedicamos a reflexionar, algo muy importante para intentar transmitir el amor y cariño que tenemos por este género y la necesidad de que se siga tratando bien por parte de las administraciones», expuso.
El curso se centra en la propia historia del género, además de analizar la renovación estética de la puesta en escena y la evolución de los textos teatrales. Hacia el final del mismo se reflexionará sobre la danza en la zarzuela y cómo se programa y gestiona el teatro de zarzuela.
El codirector de la propuesta es Emilio Casares, catedrático de musicología que, además de los datos numéricos, expuso los lazos que la zarzuela estableció allende los mares. Las obras que se estrenaban en Madrid, partían de Cádiz y llegaban a Buenos Aires o salían desde La Coruña para atracar en La Habana o México. Porque esa característica de ser hispanoamericana, es uno de los rasgos distintivos de este fenómeno. Un fenómeno que creció sin parar hasta la llegada de la Guerra Civil y continuó siendo elemento de divertimento en el siglo XX «a pesar del cine», dijo Casares. La zarzuela «ha sufrido crisis continuas, pero se está recuperando». Y en ese proceso reivindicativo, los responsables del curso aspiran que se convierta en Patrimonio de la Hispanidad. «Se ha hecho patrimonio al esparto, que es una cosa estupenda, pero con más motivo debería serlo la zarzuela», ironizó.
El curso, que se desarrolla en el Faro de la Cerda, busca llamar la atención sobre este fenómeno trascendental, «no solo para los musicólogos, sino para la gente de escena», augurando una reflexión «original» con conclusiones importantes. Casares apeló también a las instituciones: «La zarzuela tiene un gran futuro si el gobierno se toma en serio esta realidad -dijo- Hay que ayudarla mucho más; en teatros, orquestas y festivales, tiene que haber un espacio para la zarzuela».
Festivales como el que la ciudad de Oviedo dedica íntegramente a la zarzuela, o programaciones como las del Palacio de Festivales, que han incluido representaciones como 'Doña Francisquita' en su última temporada. «Cuesta mucho conseguir que se incluya en las programaciones y hay que agradecer a quienes lo hacen», defendió el director de escena Emilio Sagui.
Reunir a un grupo de personas que conocen bien la materia, e incluso hacen de ella su labor diaria es, a juicio del también director de escena Lluís Pasqual, «extraordinario». Máxime cuando esa reunión se produce bajo el paraguas de la universidad, cuando durante muchos años «ha sido un subgénero». Miró a otras décadas, cuando «el franquismo dejó una huella mala; intentó apropiarse de los toros y la zarzuela y lo consiguió, pero la dejó en la cuneta como a tantos muertos». Para Pasqual, zarzuela es el equivalente a alegría y se representaba tanto porque rozaba la actualidad, a pesar del descrédito por ser un género «hablado», que durante decenios pasó a ser sinónimo de mal espectáculo. «Se decía que algo malo era zarzuelero», lamentó.
La presentación del curso la cerró el actor Juan Echanove que desde su «cortísima experiencia», como implicado en la puesta en escena, afirmó haber encontrado «un mundo profundamente frondoso, a veces enredado, un precioso jardín dentro de un mundo vegetal inmenso donde todo puede habitar» con solo un requisito: ser fiel al hecho de querer hacer zarzuela. Para lograrlo, quien aborde la misión debe «utilizar todo lo que la dramaturgia contemporánea pone a tu alcance, todo tu potencial y bagage, emulsionando la palabra dicha con la potencia musical».
Coincidió con Pasqual en que hay «un cierto prejuicio» y en ese sentido «cada uno desde nuestro terreno hacemos lo que podemos para resolverlo», con un inconveniente de gran calado: «es difícil llegar al gran público para así saber en qué momento está la creación de la zarzuela».
Por otra parte, dentro del programa, Echanove y Pasqual, estuvieron ayer en el ciclo de conferencias 'En contexto' en el Paraninfo de la Magdalena.
Además, hoy, en el mismo escenario (22.00 horas) tendrá lugar 'Cabaret lírico' un espectáculo que llega de la mano del tenor Enrique Viana y del pianista Ramón Grau y donde interpretarán algunas de las obras más representativas del patrimonio lírico de la zarzuela.
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