La trayectoria del artista, pintor y escritor, cuya obra recala la próxima semana en las Naves de Enaire, está reflejada en el fondo del archivo santanderino, que abarca de 1960 a 2020, a través de 36.000 ítems
Poliédrico, inquieto, culto, perseguidor de toda narración que implicara una mirada y un lugar en el mundo, Eduardo Arroyo, siempre desbordante y plural, trazó, escribió y configuró todo un universo de lenguajes como encrucijadas de luces y sombras, de eso que llamamos vida. Esta próxima semana su obra recala en Santander, como se avanzó, dentro de la programación de la Fundación Enaire con destino a su sede de las Naves de Gamazo. Pero el vínculo con Cantabria, una vez más está centrado en el cordón umbilical con el Archivo Lafuente. Más de 36.000 ítems integran el Fondo Eduardo Arroyo que abarca cronológicamente cuatro décadas de creación y vida, de 1960 a 2020. Colecciones, libros, fotografías y un ingente apartado documental son algunos de los contenidos, secciones y capítulos que conforman este itinerario del Archivo santanderino por la obra y la huella creativa y personal de Arroyo.
La adquisición de todo este corpus del artista se canalizó directamente con la familia a principios del presente año aunque, a lo largo de la pasada década, el propio Arroyo y José María Lafuente mantuvieron conversaciones sobre la conveniencia de llegar a un acuerdo. A Eduardo Arroyo (Madrid, 1937-2018) se le conoce como pintor, pero también era escultor, grabador, caricaturista, escenógrafo y escritor. Hombre «riguroso y metódico», fue conformando, desde el comienzo de su carrera, un conjunto documental que da cuenta de su producción desde los años sesenta hasta su fallecimiento.
Con motivo de su exposición en la Sala Robayera (Miengo), en una entrevista publicada por El Diario, Arroyo reflexionaba sobre su identidad artística: «Creo que soy un pintor que escribe. Es donde yo me miro con la vida. Puedo decir que escribo, escribo y escribo pero me considero sobre todo un pintor».
En el trayecto que propone el Archivo Lafuente destaca lógicamente el fondo documental con más de 12.500 ítems, un archivo que permite conocer en profundidad su trayectoria. Una de las partes más significativas es la compuesta por los dibujos, collages y calcos originales realizados para ilustrar tanto obras de otros autores –el 'Ulises', de James Joyce; la Biblia; 'Columnario', de Francisco Calvo Serraller; una versión italiana del Quijote; 'Música de otros', de Juan Ramón Jiménez o 'Makbara', de Juan Goytisolo, entre algunos ejemplos–, como colaboraciones con otros escritores. 'En la mesa con Rossini', junto con Alessandro Falassi; 'Tu nombre viene lento', con José Watanabe; 'El rostro que no se ve', con Rafael Cárdenas–; o títulos propios–Chimeneas y deshollinadores, Los bigotes de la Gioconda, Lecciones de moral o Diccionario imposible–. En total, más de 1450 ítems que hacen de su labor en este campo una de las más importantes tanto como artista como por su ligazón con el libro.
Aunando su vocación inicial de escritor y su posterior preferencia por la creación artística, Arroyo produjo una serie de libros a los que llamó 'beaux livres', o libros bellos, categoría en la que también se encuentran los libros y poemas de otros autores ilustrados por él.
Este apartado está formado por más de treinta libros. Algunos de ellos son Bestiario, Bonheur-Fantôme, Cordero Místico, Cuneo notte, Der tiger bin ich, Diccionario imposible I, II, III y IV, Garibay, Héroes de papel, Homenaje a Concha Piquer, Ítaca, L'art en ecrit o La sanción de los puños.
Arroyo estudió periodismo y lo abandonó por la pintura; sin embargo, nunca dio la espalda a su vocación literaria llegando a publicar más de una docena de libros, caso de 'Panama Al Brown, una vida de boxeador' (2018), 'Sardinas en aceite' (1990), 'Los bigotes de la Gioconda' (2009), 'El Trío Cavaleras, Goya, Benjamin', 'Byron Boxeador' (2003), 'Cordero Místico' (2012), 'Al pie del cañón, una guía del Museo del Prado' (2011 y 2018), entre otros.
Casi una decena no se publicaron inicialmente en España, sino que hubieron de hacerlo en Francia o en Alemania antes de llegar a nuestro país.
A su vez, Arroyo sirvió de inspiración a varios autores, como Francisco Calvo Serraller, quien escribió 'Diccionario de ideas recibidas del pintor Eduardo Arroyo' (1991 y 1998); Fabienne di Rocco, gran especialista en la obra del pintor madrileño, que ha escrito, entre otros, 'Eduardo Arroyo y el paraíso de las moscas' (2017); Michel Sager (2011) o Agustín Sánchez Vidal (2000), hasta completar un total de diez títulos sobre Arroyo.
ARCHIVO EDUARDO ARROYO 1960-2020
Archivo
Fondo documental. Originales de libros ilustrados. Beaux livres. Libros escritos por Eduardo Arroyo. Libros sobre Eduardo Arroyo. Ópera y teatro. Obra gráfica
Colecciones
Biblioteca. Boxeo. Fotografía
Fondo documental específico
Más de 12,000 ítems. Originales, publicaciones, fotografías, correspondencia, material efímero, vídeos y recortes de prensa. El archivo permite conocer en profundidad su trayectoria, «resultando especialmente singulares las aportaciones al campo de la literatura, bien como escritor, bien como ilustrador»
Muestra en Santander
Las Naves de Gamazo inauguran el próximo jueves la exposición de la Fundación Enaire y La Fábrica: 'Eduardo Arroyo. El buque fantasma'.
Al artista el teatro le resultaba indiferente, por lo que una intervención en este último campo parecía improbable. No obstante, la insistencia del director Klaus Michael Grüber para que realizara la escenografía de la obra 'Off Limits' le hizo aceptar una colaboración que marcaría el inicio de una fructífera relación profesional que se consolidó a través de varias producciones tanto de teatro como de ópera estrenadas en escenarios de toda Europa. Wozzeck, La Walkiria, La vida es sueño, Otelo, Tristán e Isolda, Aida..., son algunos de esos títulos, de cuyos proyectos se conservan 1650 fotografías, bocetos o dibujos, carteles y otro material efímero.
Pese a ese desinterés inicial en el teatro, Arroyo llegó a atreverse a escribir una obra, 'Bantam', estrenada en Alemania con gran controversia y de la que el Archivo posee abundante material. Suyas son también las cubiertas de los programas del Teatro Real y del Teatro de Núremberg.
En obra gráfica, en el archivo se da cabida a un conjunto formado por 115 obras de diferente formato entre las que se encuentran no solo ejemplares numerados, sino también pruebas de autor y pruebas para la realización de carteles.
Biblioteca
Fabienne di Rocco define a Arroyo como «un lector culto cuya biblioteca es su más fiel autorretrato». Conformada por más de 5.000 volúmenes, versa sobre arte, música, ópera, danza, cine, fotografía, locura o erotismo, y responde tanto a los gustos personales como a la voluntad de documentarse para encarar un proyecto o inspirarse para realizar algunas de sus obras. Destaca el apartado de «libros imposibles», compuesto por más de 150, protagonista de una de las secciones, 'La oficina de San Jerónimo', que tuvo lugar en Matadero (Madrid) en 2015. Incluye libros de George Bretch y Robert Filliou, Joan Brossa, Marcel Broodthaers, John Cage, Ulises Carrión, José Luis Castillejo, Mirtha Dermisache, Cristina Iglesias, Isidore Isou, Vera Molnar, George Perec, Raymond Queneau, Dieter Roth, Antonio Saura, Isidoro Valcárcel Medina, entre otros.
Boxeo
Dentro del fondo, destaca por su singularidad, la inmensa colección dedicada al boxeo, compuesta por más de 13.500 ítems entre esculturas, fotografías, carteles, programas, manuscritos, objetos, vídeos y libros.
Da cuenta de su profunda afición, no solo el número de volúmenes, sino la variedad de temas de su interés; novela negra, manuales de técnica de boxeo, pugilismo en las Bellas Artes, revistas de todas las épocas, recortes de prensa, tebeos y cómics.
A ello hay que sumar varias colecciones de fotografías en blanco y negro sobre familias, burgueses, soldados…, que reúnen más de mil instantáneas.
Sobresale la colección titulada 'A la pata coja', compuesta por más de cien fotografías, que protagonizó la exposición del Museo Lázaro Galdiano dentro de PHotoEspaña 2017. Finalmente, otra colección llamativa es la relativa a las postales en la que se pueden encontrar más de seiscientos ejemplares editados en distintos lugares de Europa.
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